Este capítulo está narrado por tres personas distintas. Fíjense en las fechas para que no se pierdan ningún detalle.
♤♡◇♧
SILVER
Lunes, primero de noviembre de 2021—Intenta comer algo, Silver.
—No tengo hambre.
—No es cuestión de tener hambre. —Logan hundió la cuchara en el bol de la sopa—. No has comido nada desde ayer.
Resoplé y a regañadientes me llevé una cucharada a la boca. Al instante las náuseas crepitaron en mí. Le di el bol a Logan, aparté el edredón y corrí al baño como mi dolorido cuerpo me lo permitió. Abrí la tapa del retrete y vomité lo poco que había logrado tragar.
Logan me siguió, apartó el pelo de mi cara y sobó mi espalda mientras llegaba otra arqueada.
—No puedo —sollocé cuando ya no tuve qué vomitar.
«¿Yong o Hugo? ¿A cúal de ellos renunciarás?», las palabras cobraron vida en mi cabeza.
—¡No puedo elegir a uno de ellos!
—Lo sé. Ya encontraremos una manera...
Quise creer en sus palabras, pero no pude convencerme. Lo único que rondaba mi cabeza era que al final del día uno de mis hermanos moriría y yo tendría que elegir cuál.
Ya no importaba nada, ni mis heridas ni ser una «P».
—Eso espero. —Intenté ponerme de pie, pero mis piernas entumecidas no me lo permitieron.
—Venga, te ayudo. —Logan pasó su brazo por debajo de los míos y me levantó.
—Tengo que lavarme los dientes.
—Apóyate en mí, ¿vale? —Me condujo hasta el lavabo y dejó mi mano sobre su hombro mientras él le echaba pasta a mi cepillo—. ¿Podrás hacerlo sola?
Asentí y tomé el cepillo de dientes con la mano izquierda.
La paliza de Cristóbal no había sido ni por asomo la peor que había recibido, pero al menos esa vez no había acabado con una costilla rota. El doctor Rodríguez me puso alrededor de dos docenas de apósitos adhesivos en las heridas y un cabestrillo en el brazo derecho pues me lo lastimé cuando todo el peso de mi cuerpo cayó sobre mi mano.
Razón por la cual desde esa mañana no había podido usar el brazo derecho.
—¿Estás segura de que puedes sola? —inquirió al advertir lo que me estaba costando.
Volví a asentir.
Mi tozudez y mi orgullo me impedían aceptar su ayuda. Ya tenía suficiente con que hubiera presenciado cómo mi padre me golpeaba. El solo hecho de estar de pie dolía, pero no quería añadir a la larga lista de humillaciones algo tan bizarro como dejar que me lavara los dientes.
—Dame eso, Silver. —Logan tomó mi mano izquierda y me quitó el cepillo—. Abre la boca.
—No, te dije que puedo sola. —No intenté arrebatárselo, no tenía fuerzas para eso.
—¡Y lo estás haciendo increíble! —exclamó, divertido.
El avance de una sonrisa amenazó con curvar mis labios, pero la contuve. No merecía reír. No cuando Yong y Hugo estaban ahí fuera y sus vidas peligraban.
—Lo haré yo —repliqué—. Odio tener que depender de alguien.
—¡Pues estás de suerte, señorita, porque casualmente yo no soy alguien!
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P de PERDEDOR
Mystery / ThrillerTodo comenzó el primer día de clases. Llegaste a Villa Padua después que a tu padre le ofrecieran una generosa oportunidad de trabajo. Tuviste que dejar tu vida, tu casa y tus amigos, y mudarte al otro lado del país. No querías, claro que no, pero l...