SILVER
Lunes, 6 de septiembre de 2021«Padua, ¿me recuerdan?».
Oprimí en «enviar» y guardé el teléfono duplicado en lo más recóndito de mi bolsa. Los estudiantes iban en masa hacia el auditorio, y admiré desde las sombras cómo la notificación de la nueva entrada de «P de Perdedor» los ponía a temblar. El mensaje, por simple que fuera, había provocado un caos en cuestión de segundos.
—¿Volvió? —Escuché, descendiendo el tramo de escaleras que conducía hasta la primera fila de sillas del Auditorio.
Sofía Páez, la vocera estudiantil y rostro del periódico escolar, hablaba entusiasma desde el centro del escenario, y no parecía feliz. Claro estaba, «P de Perdedor» acababa de arrebatarle su momento.
Puse los ojos en blanco y continué, maldiciendo en silencio mis incómodos tacones.
—… tres minutos y ya tiene más de quinientas interacciones.
—¿Quién será el primer «P»? —comentaban en murmullos.
—Espero no ser yo. —Alguien respondió entre risas—. No quiero terminar como Emily.
Detuve mi caminar de pronto al escuchar el nombre de Emily.
«P de Perdedor» era el terror que acechaba los pasillos de Padua, lo que todos temían; pero los González no habían puesto las reglas, fueron los estudiantes. Y lo que empezó como una broma, terminó siendo un juego macabro con cuatro asesinatos y un suicidio.
Todos temían ver su nombre en la lista de los «P», pero ahí estaban: siguiendo, comentando, haciendo viral las entradas, escribiendo historias en Wattpad donde el usuario conocido como «P.de.Perdedor» era un sexy futbolista sudoroso con un pedazo de rabo de 19 centímetros o, como solía suceder cada curso, acosando a los marcados hasta que ellos mismo prefirieran la muerte antes de otro día más en Padua.
—¿Vas a quedarte ahí? —dijo alguien.
Pestañeé.
Maya Martínez —«B»—, hermana gemela de Laia y líder de las Porristas, estaba frente a mí.
«Las desgracias siempre vienen juntas», pensé, haciendo un esfuerzo por no poner los ojos en blanco o sacar la mueca de asco que escondía detrás de mi amplia sonrisa. Maya, como su hermana Laia, no se quedaba atrás si la asignatura era «follar con los González».
Resoplé, preparándome para que mi humor empeorara.
—¿Vas a la fiesta? —preguntó. Ni siquiera se esforzó en mirar mi cara, sus ojos recorrieron mi soberbio conjunto pastel y se detuvieron en mi pecho—. ¿Qué traes puesto? —Enarcó las cejas y se llevó, dramáticamente, las manos al pecho—. ¿Hello Kitty vomitó encima de ti o estás intentando el estilo kindergarten?
ESTÁS LEYENDO
P de PERDEDOR
Mystery / ThrillerTodo comenzó el primer día de clases. Llegaste a Villa Padua después que a tu padre le ofrecieran una generosa oportunidad de trabajo. Tuviste que dejar tu vida, tu casa y tus amigos, y mudarte al otro lado del país. No querías, claro que no, pero l...