CAPÍTULO 27

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NOTA

¡Hola! Al fin estoy de regreso.

Ante todo quiero darles las gracias por preocuparse por mí en estas semanas que estuve ausente. A inicio de año se me rompió el teléfono y después fue una catástrofe detrás de otra. Quería escribir, pero mis ánimos no eran los mejores y cada vez que intentaba hacerlo me quedaba en blanco. Luego, cuando las cosas comenzaban a ir bien, alguien reportó uno de mis libros, el que tenía los extras de RDSM, y wattpad me la borró.

Cogí un bloqueo terrible y por fin el viernes desperté y me senté a escribir, no saben lo bien que me sentí al poder terminar dos capítulos después de un bloqueo tan feo. Muchas Gracias por esperar por mí. Son los mejores ❤

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Doble Actualización 1/2

SILVERViernes, 8 de octubre de 2021

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SILVER
Viernes, 8 de octubre de 2021

—¿Cómo estás?

—Vivo —contestó Nelson a secas, luego lo escuché aclararse la garganta—. Gracias por lo del disco duro y dale mis gracias a tu padre, sus abogados son bastante persuasivos.

—Me alegra que estés ya en casa.

Nelson había sido liberado, como había asegurado Cristóbal, antes de que terminara el día. Lo primero que hizo fue marcar mi número. Teníamos muchas cosas de las que hablar, pero por teléfono no era fiable y me mordía la lengua para no sacar el tema de Ciel y su enigmática llamada o de cómo me las arreglaría para volver a Villa Padua sin levantar sospechas.

Habían pasado semanas y ya no podía más con tantos secretos.

—Silver, ¿cuándo estás de vuelta? Tenemos que hablar.

Respiré hondo y volví a morderme la uña del pulgar. Terminaría arrancándomela el mejor día.

—Es solo un fin de semana —proferí con los ojos clavados en Hugo, quien tecleaba con efusión desde el sofá. Tenía el ceño fruncido y movía los pies nerviosamente.

—No, no lo entiendes. En un fin de semana pueden pasar muchísimas cosas y tú... —Tomó aire y por un breve segundo no dijo nada—. No podemos arriesgarnos a hablarlo por aquí.

Quise insistir, pero entendí que tenía razón.

—Lo sé, es lo mejor. Apenas regrese a la cuidad te llamaré para vernos, ¿ok?

—Por cierto, Silver, investigué a Olivia Fernández, como me pediste.

Asentí a sabiendas de que Nelson no podía verme.

Le había encomendado la tarea antes de su arresto. Había algo en Olivia que me gustaba. Quizás era ese componente oscuro de su personalidad o la perra que traía dentro. Lo cierto es que muy pocas personas ganaban mi simpatía, menos con la rapidez que ella lo hizo, y tal vez estaba siendo una paranoica o, una vez más, buscaba excusas para no tener amigos.

P de PERDEDORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora