CAPÍTULO 53

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SILVER
Domingo, 21 de noviembre de 2021

—El señor González está esperando por usted y sus hermanos —informó María.

—Aún no estamos listos. Dile que nos dé unos veinte minutos.

Aguardé hasta verla bajar la escalera y entonces cerré la puerta y pasé el seguro.

—Creo que deberíamos dejar esta charla para otro momento —propuso Hugo—. Cristóbal y sus socios están abajo junto al degenerado de Guillermo, el estúpido de Nelson y Laia.

—Entremos al ropero —dijo Sofía—. Dudo que alguien pueda escucharnos desde ahí dentro.

Olivia dio un cambio brusco luego de su alarmante confesión. En segundos dejó de ser la carismática reina del cotilleo y se convirtió en una chica temerosa y triste. Pidió que llamaran a Yong, pero este nunca vendría solo y ahora estábamos los cinco en aquel reducido espacio.

La pelinegra tomó a Yong por el brazo.

—Todo estará bien —aseguró él y le dedicó una triste sonrisa.

Hugo y yo nos miramos, confusos, pero ninguno de los dos tuvo la decencia de decir nada. Sofía les echó una recelosa mirada, no confiaba en Olivia, y, siendo sinceras, tampoco yo, pero lo menos que podíamos hacer era escucharla y descubrir qué significaba todo aquello.

«Emily Correoso».

«¿Cómo podía ser ella Emily?».

—Acababa de cumplir cinco años cuando fui secuestrada de mi hogar en Prufrock y llevada a un orfanato junto a otros niños —contó Olivia—. Nos clasificaron por edad, sexo y color de piel. Nos tomaron una foto y nos encerraron. Volví a ver la luz del sol una semana después, cuando me llevaron con alguien a quien me dijeron que «debía hacer feliz». Era… —Cerró los ojos un instante y tomó aire. Abrió la boca, pero una vez más no pudo conjugar palabra.

—Hey, no estás obligada a recordar nada de lo que te pasó —dijo Yong al ver lo pálida que la chica se había puesto. Le temblaba el labio inferior y tenía la mirada perdida y ausente.

—No, Yong, tengo que hacerlo.

Se me hizo un nudo en la garganta.

Olivia tomó aire y entonces continuó:

—Magnus López… Era Magnus López a quien debía hacer feliz. —Las lágrimas resbalaron por sus mejillas—. Aquel sitio estaba lejos de ser un orfanato. Era un prostíbulo de niños. Magnus me violó cuando niña y lo continuó haciendo hasta que cumplí trece años, cuando decidió comprarme y traerme a vivir con él y su familia.

»Me mantuvo oculta todo ese tiempo, hasta que este año me permitió ir al instituto. Yo ya había perdido las esperanzas de vivir, pero vi a Ernesto, mi hermano menor, y todo cambió. Él no pudo reconocerme, tenía tres años cuando fui secuestrada. Intenté hablarle, pero descubrí que nunca notó mi falta. Alguien más  había usurpado mi nombre. Me obsesioné con Emily, supe que se suicidó y… —Volvió la cabeza a mí—. Todo me llevó a ti, Silver.

»Intenté ser tu amiga, acercarme a ti, descubrir quién era Emily… —Un hondo suspiró se le escapó—. Entonces Yong me atrapó en tu habitación, hurgando en tus cosas y…

—La amenacé con decirte y la hostigué hasta que no tuvo más opción que decir la verdad.

Olivia asintió.

—Pensé que Yong era igual a Guillermo. Di por sentado que se chivaría con Magnus y que jamás podría recuperar a mi familia, pero fue todo lo contrario. Unimos fuerzas y…

P de PERDEDORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora