P de PERDEDOR

INTERLUDIO ~S&H~

Doble Actualización 2/2

¡Hola! Comienzo a pensar que soy masoquista, porque estos capítulos son los que más trabajo me dan y aquí estoy escribiendo no uno, sino dos. Y, aunque quizás puedan creer que esto es lo que pasó en el closet del conserje entre Yong y Silver, no lo es.

Esto es por ti Hugo, mi corazón es tuyo, beibi 😌🤣

Hace ya unos capítulos Hugo y Silver tuvieron su momento y no lo escribí, y ya que iba a escribir el de Yong y ella, me pareció injusto con Hugo. Así que aquí estoy, perdiendo la cara mientras escribo esto ;) ¡Qué falta de respeto! Disfrútenlo y déjenme un montón de comentarios, que es difícil escribir fruti-fantástico y tengo la cara como un tomate.

•••

HUGO
Lunes, 13 de septiembre

—¿De qué quieres hablar? —pregunté y aunque intenté que mi voz no flaquera fue inevitable.

—La verdad es que no quiero hablar —declaró, sentándose en la cama. Apoyó las manos a los lados de su cuerpo y levantó la cabeza, repasándome con sus fríos ojos azules. El dobladillo de su vestido se había subido en poco y aparté la mirada, ya era difícil contenerme, verla así agotaría todas mis reservas y terminaría lanzándome sobre ella.

Tomé aire, me obligué a mirarla y le sonreí.

—Vale, estoy a tu disposición. ¿Qué quieres hacer?

Silver me abrazó. No me lo esperaba y me quedé un instante estático mientras ella envolvía sus brazos en mi nuca y se apretaba contra mí. No necesité mucho tiempo para abrazarla de vuelta. Sesgué mis brazos alrededor de su cintura y la atraje a mí. El olor cítrico de su champú inundó mis fosas nasales y la suavidad de su piel noqueó mis sentidos.

Aún así, hice un esfuerzo por mantener mi cabeza despejada.

—Esto... —murmuró ella y lo siguiente que supe fue que tenía sus labios sobre los míos.

No los movió, solo los dejó ahí mientras las lágrimas empapaban sus mejillas.

Ver a Silver llorar me destrozó. Ella era tan fuerte, decidida y llena de confianza, tan regia, brava e impenetrable que en ocasiones olvidaba que al final del día seguía siendo un ser humano capaz de desmoronarse.

Llevé mis manos a sus mejillas y enjugué con suavidad sus lágrimas con mis pulgares. Mi corazón dio un repentino acelerón al verla tan de cerca. Supe que ya no podía resistirme más, que negarme a mis deseos y sentimientos por ella era una causa más que perdida.

La besé en serio.

Silver me recibió, devorando mis labios lastimados. Abrió la boca y profundizó el beso, llenándome con su lengua. Tiró de mi cuerpo y se tendió en la cama, llevándome con ella. Aprisioné su cadera y agarré su trasero, deseoso por sentir su cuerpo.

«Todos o ninguno».

Las tres palabras se reprodujeron dentro de mi cabeza, haciendo eco en mi conciencia.

Rezongué y rompí el beso.

—Silver... —Intenté crear distancia, no podíamos hacerlo solos; esos no eran los términos de nuestra relación. Éramos tres, no dos y no podría vivir sabiendo que habíamos engañado a Yong de aquella forma—. Espera, no...

—Por favor —susurró Silver, llevando sus manos a mi pecho—, no quiero pensar en nada.

Estábamos tan cerca que estaba seguro de que ella podía escuchar los desesperados latidos de mi corazón. No debíamos, no; pero lo quería tanto..., lo deseaba tanto que dolía.