Capítulo 7: Reinicio

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Andrea

< No puedo tener tan mala suerte. >

— ¿Está libre?

< Si, si puedo. >

Ni siquiera espera a que le responda antes de que su trasero ya esté sobre la silla a mi lado, apoyo uno de mis codos en la mesa y sujeto mi tabique.

Después de tres hermosos años nuevamente se sienta a mi lado. ¿Pero que carajo le pasa?

Tras él entra un chico de piel blanca y alto, con ojos y cabellos de color negro. Mira con confusión a Jey quien solo le hace un gesto para que lo deje pasar. 

Este se encoge de hombros y sigue hasta uno de los últimos asientos del aula donde se sienta sólo.

Miro de mala manera a mi compañero de mesa.

< ¿No pudiste sentarte con él? > 

Recrimino con mi mirada y solo sonríe diciéndome un "No" más claro que el agua.

Bufo molesta cuando el profesor comienza su clase. De repente una bola de papel cae sobre mi libreta, miro hacia adelante viendo a Miguel quien me hace señas para que la abra.

Así lo hago y leo: "¿Qué se trae ese chico?"

Escribo: "Eso mismo me pregunto yo" y se la lanzo de vuelta, me mira extrañado y Jey a mi lado frunce el ceño al vernos escribir. Miguel me vuelve a lanzar la pelota de papel y antes de que llegue a mí una mano la atrapa.

Miro con sorpresa hacia Jey y trato de quitarle aquella bola pero solo se aparta hacia un lado y la abre leyendo: "Creo que lo conozco de algún lado".

Una sonrisa altanera surca sus labios y mientras aún estoy tratando de quitarle el maldito papel escribe algo y le lanza la bola a Miguel dándole en la cabeza, mi amigo voltea molesto y me mira a lo cual niego con la cabeza, entonces mira a Jey y este arquea una ceja en su dirección.

Abre la bola de papel y luego le saca el dedo medio a mi compañero de mesa quien ríe por lo bajo.

< ¿Qué le habrá puesto este idiota? >

Arranco una hoja de papel y escribo: "¿Qué te puso?"

En el mismo momento en que me preparo para lanzar Jey golpea la mesa y el profesor voltea viendo como lanzaba el papel hacia Miguel.

— Señorita Milton ¿Se divierte en su primer día? —dice y abro los ojos con sorpresa.

— No señor, solo...

— Sal de mi clase —ordena.

— Pero profesor, de verdad...

— Que salga de mi clase he dicho —reitera con voz más fuerte interrumpiendo mis palabras, respiro hondo tomando paciencia.

Miro enojada al rubio a mi lado quien se está aguantando la risa. Este hijo de su buena madre lo ha hecho a propósito. Paso por su lado enojada y antes de que lo rodee deja en mi mano un trozo de papel. Le miro con cara de pocos amigos y este me guiña un ojo para luego despedirse con la mano.

Salgo del salón y meto aquel papel en mi bolsillo, voy hacia la biblioteca enojada, no ha hecho más que aparecer en mi vida y ya me está causando problemas. Me interno a una de mis zonas de confort. Tomo asiento en una mesa apartada luego de sacar un libro cualquiera de los estantes y comienzo a leer.

No sé cuanto ha pasado pero la historia de un tal Egan me mantiene entretenida. Tocan con los nudillos la mesa llamando mi atención, levanto mi vista viendo al pelirrojo con una sonrisa divertida.

— Sabía que estarías aquí —menciona—. ¿Sabes que te has saltado los primeros turnos de clases? —pregunta y abro los ojos con sorpresa.

Tomo mi teléfono y miro la hora: 12.17pm.

— ¡OMG! —expreso asustada, de verdad se me pasa el tiempo cuando leo.

— ¿Acaso no sientes hambre? —cuestiona y mi estómago ruge con fuerza dándole la respuesta, ríe por lo bajo y yo tapo mi rostro apenada—. Supongo que sí, vamos al comedor.

Asiento con la cabeza y salimos de la biblioteca luego de colocar el libro en su lugar. Caminamos por los pasillos tranquilamente.

— Así que el chico nuevo era el que te molestaba en la primaria —comenta de repente y le miro con sorpresa—. Lo supe por el: "Soy Joseph tu patrón, volví a joderte la vida —comenta y ruedo los ojos.

< Idiota, nunca va a madurar. > Pienso cansada.

— Si, es ese mismo —aseguro.

— Cuando nos conocimos me mandó un papel con lo mismo escrito —dice burlesco—, o por lo menos la primera parte.

Pongo los ojos en blanco, no puedo creer que siga siendo tan infantil como hace tres años.

— Es un idiota —mascullo.

Entramos al comedor y tomamos nuestras bandejas para luego sentarnos en una mesa.

— Por cierto, vi que tu historia llegó a las 103k de vistas.

Sonrío.

— Si, es muy buena.

— El molesto vecino de al lado —comenta burlesco el título de mi historia—. Por lo menos ese chico sirvió de algo.

— ¿Quién dice que me inspiré en él? —pregunto divertida—. Sólo es un cliché más.

— Si claro —dice sarcástico—. Pues no me la creo.

— Pues no me importa si te la crees, auch —Me quejo cuando tiran de un mechón de cabello, miro hacia atrás molesta y observo a un sonriente Jey junto al chico pelinegro quienes avanzan hacia una mesa dos lugares después del nuestro.

— Veo que es insistente —Miguel enmarca una ceja.

< Si así quiere jugar, juguemos. > Sonrío perversa.

— Oh oh, esa sonrisa psicópata nunca trae nada bueno consigo —volteo mi mirada a mi amigo y le guiño un ojo para luego levantarme de mi asiento e ir hasta donde reparten los alimentos.


— ¿Pasa algo? —pregunta la chica del mostrador.

— ¿Me podría dar esto? —señalo una botella roja y ella asiente con la cabeza, tomo la botella y voy hasta una de mis compañeras quien por casualidad me debe su buena nota de español—. Hola Melisa —saludo—. ¿Recuerdas que me debes un favor?

(...)

Luego de que Melisa les dijera a Jey y su amigo que el profesor los llamaba y ellos ir había hecho mi pequeña broma. Yo como tranquila con mi amigo, ansiosa. El idiota regresa algo molesto, seguro por la falsa alarma, ambos se sientan y en cuanto este prueba el primer bocado escupe la comida y con pánico toma su vaso de agua y bebe.

Solo para escupir el agua y salir corriendo como loco del comedor.

— Eres malvada —dice Miguel divertido.

— No es mi culpa que siga con la misma intolerancia al picante —Me encojo de hombros, voy a tomar mi teléfono que está en el bolsillo trasero de mi pantalón y algo cae al suelo, levanto el papel y lo desdoblo.

"Se ha acabado la tregua, feliz reinicio de la guerra, tonta".

Tenía escrito y recuerdo la nota que me dio Jey ante de que saliese del aula.

< Feliz reinicio de la Guerra, idiota. >




Nota de autora:

Estos dos no pueden vivir sin pelear😂 Es un don de ellos xd

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Gracias por apoyar la historia💜

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