Estamos en Guerra

Capítulo 27: Detén esta broma

Andrea

No puedo creer que en serio Jey me haya regalado algo, estoy que brinco de la emoción, porque siendo sinceros, siempre fue el de los mejores regalos.

Llego a mi cama y me siento en el colchón emocionada, Jey entra tras de mí y se sienta en una esquina.

Quito con cuidado la nota y abro una gaveta que queda a mi lado, sacando mi cuaderno de canciones, lo abro donde mismo está el dibujo de la nota musical y lo dejo ahí para luego cerrarla y volverla a guardar.

No le presto atención a Jey mientras abro mi regalo y...

¡Es un ipod nuevo!

Estoy segura que mis ojos deben estar brillando. Lo enciendo y observo la lista de canciones, todas y cada una de mis músicas favoritas están grabadas ahí.

— Jey, yo... —Ni siquiera sé que decir, solamente es increíble—. Me encanta, en serio.

Sonríe y yo me pongo de pie yendo hasta mi maleta, saco su regalo que está envuelto en un papel azul de regalo y se lo ofrezco.

— Feliz navidad idiota.

Lo toma y ríe bajito para luego mirarme con una ceja arqueada.

— ¿No que no me habías comprado nada? —Se burla y bufo.

— Será mejor que lo abras o me quedaré con él.

Rueda los ojos y lo abre, en cuanto comienza a ver aquella imagen se sorprende y quita la envoltura con más rapidez, viendo la portada de Bane, el último libro de la Saga Sinners of Saint, y el último libro que le faltaba.

Sonríe ante su regalo y me alegra haber escogido bien mi obsequio.

— ¿Cómo lo sabías? —pregunta 

— Es un secreto —coloco mi dedo índice sobre mis labios y le guiño un ojo.

La verdad es que para hacerle unas cuantas bromas tuve que entrar a su habitación, en esta pude ver su librero y tenía la Saga incompleta, me imaginé que le gustaría completarla.

— Gracias, tonta.

Ambos bajamos a la sala donde papá cantaba canciones a lo random y los demás reían, veo a Jey sentarse a la mesa y abrir su libro en la primera hoja, me acerco viendo su sonrisa al leer la nota que había escrito en la primera.

"Para el mejor idiota de su tonta favorita".

Me siento a su lado y me observa, le hago una seña para que leea y entiende, comenzando la historia. Minutos después recuesto mi cabeza en la mesa mientras le escucho leer.

"No éramos un niño y una niña, éramos dos almas solitarias y jodidas. Quería que me arreglara. Para curarme...para abrazarme...para hacerme reír...para hacer que el dolor desaparezca..."

Es lo último que escucho antes de caer dormida.

(...)

Un año nuevo comienza al despuntar el día y Miguel abre mi puerta de la nada y se lanza sobre mi pequeño cuerpo, ahogo un gemido de dolor cuando impacta contra mí.

— Maldito —mascullo.

— De pie Ani —dice entre risas.

— Bájate de sobre ella —Esa es la voz de mi idiota, después siento que el peso de Miguel sale de mi cuerpo y volteo poniéndome boca arriba y viendo como Jey lo sujeta de la camisa separándolo de mí.

— ¡Bájame gorila! —dice insultado mi amigo y yo no puedo evitar reír ante esta imagen.

— Buenos días tonta —dice Jey.