Capítulo 57: Oficial

958 149 18
                                    

Andrea

— ¿Podrías repetir? —pregunto a Bruno ya que no logré escribir las últimas notas, él asiente hacia mí y sus dedos se mueven sobre las cuerdas con agilidad, arrancando de estas una melodía hermosa, me quedo impresionada por su habilidad.

La melodía deja de resonar y me mira, esperando una opinión.

— Wow, así está preciosa –digo sorprendida y sonrío.

— Esta canción es muy linda, tanto como tú —Bruno se inclina hacia adelante y su mirada cae a mis labios.

< ¿Pero que mierda? >

Estoy a punto de apartarme cuando una voz hace que él se aparte antes que yo.

— ¡¿Qué haces Andrea?! —Al ver a Jey en la puerta del teatro y echando humos por las orejas me di cuenta de que en su mente se está formando una idea equivocada, muy equivocada.

— Yo no... —trato de explicarle pero su voz me interrumpe.

— ¡Casi te besas con otro chico Andrea! —exclama.

— ¿Eh? No —Me cruzo de brazos, irritada, ¿acaso todos quieren gritarme o que?

Él da media vuelta y se marcha de ahí dando un portazo. Doy un suspiro y froto mi cien.

< Que cuando digo que no puedo tener un día tranquilo es porque no puedo tenerlo. > Pienso cansada y volteo hacia Bruno con cara de pocos amigos.

— No sabía que estabas en una relación —dice, pero no veo ni una pizca de arrepentimiento.

Bufo.

— Escúchame bien, mi vida privada no te importa, y tú y yo sólo estamos juntos por este proyecto, no existe ni existirá nada, terminemos por hoy —tomo mi mochila poniéndomela al hombro y salgo de ahí

Corro por los pasillos ya vacíos, buscando a mi idiota, pero no lo veo, ya no hay casi personas en la escuela.

< Debió ir a casa. >

Salgo corriendo hasta llegar a casa de Jey, toco la puerta pero no me responde.

— ¡Idiota! —grito pero al parecer no hay nadie.

Paso mis manos por mi rostro, frustrada, esto es demasiado, juro que si me está ignorando lo mataré.

Vuelvo a mi casa, enojada, maldito idiota que me malinterpretó.

(...)

La profesora de Inglés da su clase pero ahora no puedo concentrarme en su asignatura, sino en el idiota sentado frente a mí. No me ha hablado en todo el maldito día y ayer bloqueó mi número.

Ruedo los ojos, es tan melodramático, ni siquiera me ha dejado explicarle nada.

Llega la hora de receso y cuando estoy a punto de dirigirme a Jey este sale del salón, ignorándome.

Resoplo. 

< Eres un infantil idiota. >

Voy al baño y en cuanto entro veo a Julia frente al espejo arreglándose el maquillaje, me observa a través del reflejo y una media sonrisa surca sus asquerosos labios.

< Lo que me faltaba. >

Doy unos pasos y antes de que logre entrar a un cubículo ella habla.

— Veo que tu noviecito está enojado contigo —dice con un tono burlón y volteo hacia ella.

— ¿Acaso tu vida es tan aburrida como para que te tengas que meter en la mía? —pregunto incrédula—. Creeme, de humor muerdo y de malhumor destrozo, así que por tu bien déjame en paz —advierto, hoy no estoy para sus estupideces.

Estamos en GuerraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora