Capítulo 36: No es lo que parece

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Joseph

Escuché la puerta abrirse dejándome ver a Anthony.

— Hey —Me saludó—. Te fuiste del lago, ¿qué te pasa? —preguntó sentándose en mi cama.

— Solo estaba molesto —Me incorporé.

— ¿Con Andrea? —asentí con la cabeza—. Eres muy idiota si te molestas con las pocas personas que te soportan Jey —pongo los ojos en blanco.

— Ya sé, pero me irritó su amiguito —Ahora el ponía los ojos en blanco.

— No creo que a Andrea le interese él —agregó.

— A mí tampoco me interesa ella —soltó una risita.

— Yo no dije eso —continuó riendo—. Algún día me dirás la verdad a mí —dice orgulloso y se pone de pie.

Una rana comenzó a moverse detrás de la puerta y escuché como croaba.

Rápidamente me puse de pie.

— ¡Una rana! —Le grite directamente en el oído a Ant, ambos odiamos esos asquerosos y verduscos animales.

— ¡Ahhh! —gritamos los dos al mismo tiempo cuando la rana volvió a moverse.

La puerta fue abierta desde afuera.

— ¿Disculpen la interrupción? —dice Andrea con las cejas levantadas mirándonos directamente.

Y ahí me di cuenta que estaba sin camisa abrazando a Anthony en una esquina de la habitación.

— No es lo que parece —dije apresuradamente, pero bueno, esa no fue mi mejor respuesta, negué rápidamente con la cabeza y ella me miraba divertida.

¿Por qué le hace gracia esta situación?

— Hay una rana ahí —apunté hacia dónde estaba hace minutos la rana, pero ya no esta ahí.

— Si, odio las ranas —dice Anthony haciendo muecas de asco.

— Yo también —Ella pone los ojos en blanco.

— Cobardes —dice burlesca.

Ambos corrimos hacia dónde está ella cuando escuchamos croar otra vez a la rana, pero el sonido vino desde más cerca de nosotros.

— Sácanos de aquí, por favor —supliqué a Ani. Ella me miraba riéndose.

— Yo no pienso dormir en esa habitación —dice Anthony al salir de esta.

Caminamos todos hasta la habitación de Ani, ella se burlaba de nosotros dos, pero esas cosas son asquerosas, difícilmente me hará cambiar de idea por mucho que diga que son preciosas.

— Pueden dormir aquí —dice ella—. Ustedes en mi cama y yo hablaré con Melisa para dormir en su cama.

Abrió la puerta y ahí estaba Melisa viendo televisión aún acostada en la cama.

— Andrea, ¿eres tú? —preguntó con los ojos aún puesto en la película.

— Si, vine con compañía —Le avisó Ani y la chica se giró hacia nosotros acomodando su cabello. Ella es una chica muy guapa, cabello rubio rizo y ojos verde oscuros.

— ¿Hola? —dice ella encendiendo la luz de la habitación.

— ¿Puedes creer que le tienen miedo a una rana?

— ¡¿Rana?! ¿Dónde? —dice claramente alarmada.

— Estoy rodeada de cobardes —Ani golpea su frente—. Necesitan dormir aquí, porque la rana está en su habitación —Le comenta a la chica y ésta asiente.

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