Estamos en Guerra

Capítulo 30: San Valentín

Joseph 

Ya han terminado las clases y casi voy saliendo de la escuela con Anthony cuando escuché que nos llamaban. 

— ¡Ant! —Así le digo yo, ¿por qué me roban mis apodos?—. ¡Jey Jey! — dice Leroy detrás de nosotros. 

— ¿Qué quieres? —Le pregunto volteando, hoy estoy muy molesto, demasiado, no debería promover mis molestias en él que no tiene la culpa de que Ani sea tan popular, reciba muchísimas cartas y me moleste. 

Además de que tampoco es su culpa de que no se acuerde de nuestra conversación. 

— ¿Vamos esta noche a una fiesta? —preguntó Leroy colocando sus manos sobre nuestros hombros. 

— ¿Fiesta? —No me gustan las fiestas. 

— Si, saldremos —dice él contento. Anthony mueve la cabeza, negando—. Vamos, no sean aburridos. 

— No quiero ir —dije yo. 

— Por favor, solo hoy —dice él haciéndonos pucheros y Anthony lo mira como si eso fuese extraño, luego levanta las cejas. 

— Iré —dice él y Leroy salta de alegría para luego soltar un "yuju" sonoro. 

Ambos me miran a mí ahora. 

— Por favor —pidió. 

— Está bien —puse los ojos en blanco. 

Caminé hasta la casa y subí a mi habitación por un baño. Me visto con unos pantalones y una camisa oscura, ordeno mi cabello hacia atrás y me miro en el espejo antes de marcharme.

Cuando voy a salir doy una mirada rápida a mi vecina, puedo ver parte de su cama y me doy cuenta que está acostada en ella. ¿No saldrá esta noche? 

¿Por qué me importa? No debería hacerlo. 

Bufo y tomo el celular para bajar hasta la puerta. La casa está sola, mamá dejo su auto así que puedo tomarlo. Conduzco hasta la casa de Ant donde también me espera Leroy. 

Ambos usan camisas de colores azul pastel, mientras que Anthony usa también mascarilla del mismo color. El otro sonríe demasiado. 

— ¿Todos listos para divertirnos esta noche? —Ninguno de los dos contesta—. Estupendo, a divertirse —grita mientas enciendo el motor y voy camino a casa de... no recuerdo el nombre. 

¿Por qué siempre me sucede eso?

< Nunca recuerdo el nombre de ninguna chica, sólo el de Andrea. >

Llegando a la fiesta está todo repleto de personas de la escuela, incluso Miguel está por ahí, divirtiéndose. 

— Hay que beber —Nos invita Leroy y ambos negamos con la cabeza—. Vinimos a una fiesta, hay que beber, además tengo algo que celebrar, me uní al equipo municipal de baloncesto, pronto tendremos un partido.

Le felicitamos mientras él toma dos vasos nuevos (claramente esto último lo exigió don: "No me gustan los gérmenes" para rebozarlos de alcohol. 

Anthony consumía en un vaso solo pasa él mientras que nosotros compartíamos fluidos. Después de casi dos horas en la fiesta, ya habíamos bebido más de tres botellas enteras. Eso es mucho alcohol para mi hígado. 

Anthony estaba recostado a una silla y Leroy a una pared, yo aún estaba de pie perfectamente. 

— No se como no te afecta beber tanto —dice Leroy. 

— No es difícil cuando bebes vino en todas las comidas desde pequeño —digo restándole importancia—. Te acostumbras a siempre tener alcohol en ti organismo y eso ayuda a no emborracharse tan fácilmente.