Capítulo 8: Siempre así

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Joseph

Después de hacer que la sacaran de clase y reírme de lo tonta que es, me quedé mirando al profesor atendiendo a clase, algo no muy común. Terminado los dos primeros turnos, Anthony se sentó conmigo, Andrea ni siquiera había regresado a clase, tonta. 

— Me dejaste solo —dice sin mirarme —. ¿Quién es esa?

— La tonta —rodé los ojos. 

— Andrea —asentí, él rodó los ojos como yo, él sabía bien quién era. 

Después de todo el día en clase y a ninguna ella asistió. 

Vamos al comedor donde Anthony no quiere tocar nada, él como siempre trae su comida preparada de casa, así que yo si busco la mía y la veo, ella está con Miguel, un mechón de su cabello café sobre su frente. 

Tomo otro y lo jalo, haciendo que ella me mire y le guiño un ojo, sonrío triunfante. Nos colocamos en una mesa cerca de la suya, pero no lo suficiente. 

Cuando estábamos a punto de comer, justo cuando Anthony decidió quitarse los guantes y la mascarilla, llegó una chica. 

— Hola, soy Melisa —Si, la recordaba de cuando vivía por acá—. El profesor de artes marciales, los anda buscando a los dos. Esta por allá —señaló el pasillo a la derecha y me puse de pie para ir a buscarlo. 

El pasillo es grande así que caminamos por un poco de tiempo y no había nadie, absolutamente nadie, probablemente estuviese comiendo como los demás profesores. 

— No hay nadie —Me quejé. 

— Ya lo veo —dice él, molesto también. 

 — Volvamos a comer —dije refunfuñando y volviendo a la mesa.

Creo que una vena comenzaba a marcarse en mi frente, esa chica idiota me había mentido. 

Después del ritual de Anthony por fin comenzamos a comer. 

Di el primer bocado y la boca me ardía. 

Picante. 

Odio el picante. 

Escupí la comida sobre la demás, la mueca de asco de Ant no se hizo esperar, obviamente, él y sus estúpidos gérmenes. Tomé el vaso de agua apresurado. 

Pensé en sentir alivio, pero picaba más que la comida. Escupí nuevamente toda el agua. 

— Deja de hacer eso Jey —Se quejó mi amigo. 

Me puse de pie y corrí hasta el baño, esto tenía nombre y apellido: Andrea Milton. Cuando me acerqué al lavamanos me encontré una nota que lo confirmaba. 

"No te preocupes, al grifo no le puse picante" 

Tonta. 

Me lavé toda mi boca con el agua del grifo y aún sentía que me quemaba la garganta, mis ojos escocían. 

 — Ella quiere más guerra —Me molesté aún más, pero esbozé una sonrisa psicópata.

Te extrañe tanto mi tonta. 

Aún seguía sin hablarme, pero lograría que volviera a hacerlo, al menos para insultarme. 

Volví al comedor, vi cómo reía con su amigo, Ant había dejado la comida a un lado. Se había desinfectado y buscaba para comprar una bebida. 

— Me arruinaste la comida. 

— Ella me la arruinó a mí —puse los ojos en blanco—. Quiero también uno —Le dije para que me comprara una bebida a mí también. 

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