Andrea
[Contacto: Idiota]
Nunca va a pasar eso, creo que tendrás que conocer mejor a mi padre.
7.48pm√√
Fue el último mensaje que me envió antes de dejarme chateando sola. Suelto mi teléfono y me recuesto en mi cama, boca arriba.
< Esto es malo. > Pienso.
Estoy consciente de que el regreso del padre de Jey sólo traerá problemas, porque siempre ha sido así. Aún recuerdo cuando dejó a Maité sola con Jey, mi madre estuvo dos semanas con ella por temor a que tomara una mala decisión.
Porque la triste verdad es que Maité ama a su ex-marido, pero no es recíproco, supongo que el amor es demasiado complicado, y encontrar a alguien que te ame y que sea correspondido es más difícil todavía.
No sé cuanto tiempo ha pasado, pero oigo gritos fuera de casa nombrando a Jey.
Frunzo el ceño y me acerco a mi ventana, me asomo viendo a mis padres y a los suyos dando voces a través de las calles.
— ¡¿Qué pasa?! —exclamé para que me oigan y Maité voltea hacia mí, preocupada.
— Jey se ha ido —Su voz tiembla, y sé que realmente no es bueno, él no es de los chicos que se van sin ninguna razón aparente, y más con su padre en casa, nunca dejaría sola a su madre.
Tomo mi móvil y marco su número. Su teléfono suena una y otra vez pero no contesta.
— Maldición —cuelgo cuando salta la contestadora.
Bajo corriendo las escaleras y me apresuro por la calle.
— ¡Andrea! ¡¿A dónde vas?! —grita mi padre.
— ¡A encontrar al idiota! —respondo siguiendo con mi carrera.
Llego a un cruce de cuatro calles, me detengo agitada mientras trato de hacer memoria.
< ¿Por dónde rayos era? >
Se lo dejo a la suerte y corro en la calle que queda a mi derecha.
< Desgraciado, cuando te encuentre te mato. >
Flashback. Cuatro años y medio atrás
— ¡Jey! —gritaba a los cuatro vientos—. ¡Idiota! ¡¿Donde estás?! —chillé enfurecida.
El odioso de mi vecino se había escapado de casa y no lo encontrábamos.
< Idiota, idiota. > Repetía en mi mente. < ¿Dónde demonios está mi idiota? >
Corro hasta llegar a donde la calle se dividía en cuatro.
< Genial, ¿ahora por dónde? > Me pregunto.
No me gusta estar sola, la calle es oscura y no hay nadie a los alrededores, de seguro mamá se enfadaría. Me van a regañar por culpa de Jey.
Elijo el camino a mi derecha y sigo corriendo, avanzo por dos calles, ¿tal vez? Y doy a un parque.
Corro a través de este dispuesta a pasarlo cuando a medida que avanzó veo la sombra de un niño pequeño dentro del túnel.
Respiro agitada y me asomo.
— ¡Idiota! —chillo molesta.
Él sorbe por su nariz y me mira.
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Estamos en Guerra
Teen FictionDicen que los polos opuestos atraen y lo iguales se repelen, es pura física, pero la física se fue a la mierda en la vida de Andrea Milton cuando entró en ella su molesto vecino, su enemigo perfecto, su único idiota: Joseph Jones El campeón de lucha...