Estamos en Guerra

Capítulo 54: Peleas peculiares

Joseph 

Cuando entramos a clases me siento junto a Anthony. Las clases suelen ser bastante aburridas pero ahora me entretengo ver las caras que se ponen la chica nueva y Ani. Me divierto demasiado con esto. 

Al terminar las clases voy camino a entrenar un poco antes de irme a casa.

Cuando termino de cambiarme de ropa y voy a comenzar con el estiramiento antes de los ejercicios más fuertes, veo entrar a la chica nueva... no recuerdo su nombre. 

Contonea sus caderas caminando directamente a mí. Su cabello cobrizo y sus ojos azules fijos en mí. 

— Hola chico lindo —dice ella y la miro con una ceja alzada. 

— ¿Hola? —digo sin detenerme y sin prestarle demasiada atención. 

— ¿Quieres algo de beber? —Me pregunta con una bebida en la mano pero niego. 

— De esa no, no me gusta, prefiero otra –saco de mi bolso una botella de mi favorita. 

— Oh, yo puedo conseguir una de esas —dice ella y antes de que agregue algo más ya ha salido del gimnasio a la máquina de bebidas del pasillo. 

Niego con la cabeza, en serio, ¿cómo pueden regalarse de esa manera?, no me gustan las chicas así. Quizás por eso es que sólo me gusta Andrea. Ella es tan orgullosa. 

— Oye, tú, estúpido —dice el chico nuevo... ¿por qué nunca recuerdo los nombres?—. Aléjate de mi chica. 

< ¿Tu chica? >

Espero que se refiera a la nueva.

— ¿Hmm? —ladeo la cabeza. 

— Julia es mi chica –Oh, así se llama, y si se refiere a la chica que acaba de entrar aquí y regalarse. Poco autoestima. 

— No te preocupes, no la busco —Le guiño un ojo y él se acerca a mí con los puños cerrados, ¿va a hacer lo que creo que va a hacer? 

La respuesta llega a mí antes de que pueda ni siquiera decirlo en voz alta, intenta darme un puñetazo directo en el rostro pero esquivo y me alejo y vuelve a intentarlo, pero falla. Por su tamaño es más difícil incorporarse y lanzar, lo que lo vuelve demasiado lento. 

Aún así una de esas veces golpea mi hombro. 

— Estúpido —Me grita cuando va a golpearme otra vez pero me alejo para levantar mi mano y golpearlo directamente en el rostro. 

Antes de que me acerque a su cuerpo, Julia está frente a mí, haciendo que me detenga completamente. Nunca pegaría a una chica, jamás. 

Me alejé totalmente. 

— No lo golpees, por favor —pide ella dramáticamente. 

— Él me golpeó primero —respiro hondo y veo acercarse a mi chica con cara de molestia. 

— ¡Idiota! —grita ella dejando su mochila a un lado—, yo te defenderé —Primer puñetazo a su rostro, haciendo que la nariz de la chica sangrase. 

— Oh, te han servido las clases de defensa —Le sonrío y camino directo al chico para patear su estómago y hacerlo retroceder, su rostro queda bastante bajo y libre para que lo golpee en la frente. 

— No te detengas por una chica —Me regaña ella—. Él te golpeó, defiéndete —dice Ani colocándose a mi lado.

— No la golpearía a ella jamás –negué con la cabeza.