Joseph
A la mañana siguiente después de despertar regresamos a casa con intenciones de pasar el día con los amigos. Pero Andrea y Melisa decidieron salir juntas, para comprar ropa nueva, para la universidad. O eso nos han dicho, yo estoy seguro de que se fueron a comer chocolate.
Anthony y Leroy llegaron hace dos minutos a mi casa muy emocionados mientras yo no lo estoy tanto. Estoy casado por el viaje.
— ¿Haz revisado tu correo? —Me pregunta Anthony y me concentro en él negando con la cabeza. Ant no es de hacer preguntas.
— Nunca lo hago ¿Por qué debería? —Ant sonríe y me mira con cara de felicidad absoluta.
— Vamos, corre, tienes que revisarla —Me dice emocionado.
Voy hacia mi móvil y entro a mi correo. Nada fuera de lo común, notificaciones de aplicaciones y poco más pero hay uno que llama mi atención en seguida.
"UPECHD" dice en la pantalla y me quedo observándolo directamente con los ojos muy abiertos: Universidad Para Estudiantes Con Habilidades Deportivas.
Lo abrí directamente leyendo por encima: "Usted está siendo invitado a participar en esta universidad para los próximos años, todo pagado y esperamos su respuesta."
Lo leí otra vez sin poderlo creer. Es la universidad en la que desee estudiar desde que comencé a entrenar lucha libre.
— Yo también fui aceptado —dice Anthony.
— Yo también, y con el contrato para pertenecer al grupo de baloncesto de esa escuela —agrega Leroy poniendo de pie y dando un abrazo a Ant.
— Wow, nuestros sueños se cumplieron —dice Anthony sonriendo con la mascarilla bajada, esto es otro nivel.
— Estoy muy feliz —dice Leroy y comienzan a hablar entre ellos.
< No iré. >
Está decidido para mí. No volveré a irme lejos de Andrea. Jamás.
El resto del día parezco que estoy muy distraído pensando en mis cosas para disfrutarla con mis amigos así que cuando llega Andrea feliz intento olvidarme de todo esto.
— Idiota —Me dice abrazándome—. Me he comprado un par de ropas nuevas y fuimos a por chocolate —Ella se la pasa contándome su día y sonrío.
— Me alegra que disfrutaras —caminamos hacia mi habitación.
— Te he traído un poco de chocolate —Me dice abriendo su bolso y sacando un bombón.
Lo abrí sin pensar pero antes de que vaya a comerlo me detengo y la miro.
— No tiene truco, ¿verdad? —Ella niega con la cabeza y entrecierro mis ojos.
— Confía en mí –Me pide e intento creerle.
— Vale —Cuando estoy al punto de comerlo ella me detiene.
— Espera, espera, no confíes en mí si sabes cómo soy —El que me dio va a la basura y saca otro de su bolso y me lo entrega—. Este si puedes comerlo.
Lo hago y sabe genial.
— Gracias —Le digo besando sus labios.
— ¿Por qué? ¿Por el chocolate?
— No, por estar aquí —volví a besarla pero esta vez con más tiempo, me detuve en su labio inferior mordiéndolo con cariño, succionándolo y pasando mi lengua por este. Se siente tan cálido.
Sus besos siempre han sido mi debilidad.
— Oye idiota —dice ella acostándose en la cama—. Qué tal si jugamos un poco PS4.
— Vale —Le digo cogiendo el mando de mi cuarto y pasándoselo.
Ambos comenzamos a jugar un montón de juegos distintos, uno que a ella le gusta y luego uno que me gusta a mí. Y así sucesivamente.
— Tiro —digo cuando me toca elegir. Escogí uno.
Ambos con francotiradores. Desde una colina a otra. Y comenzamos la guerra, una y otra vez matándonos mutuamente. Después de estar 17-15 a favor mío, por supuesto.
— Esa no se valió, ni siquiera te llegué a ver —Se queja.
— Lo siento pero tienes que mejorar —Le saqué la lengua y seguimos jugando.
Volví a matarla.
— Oh, te odio —Se cruza de brazos.
— Me amas, Andrea —Me acerco por detrás hasta su cuello y paso lentamente la lengua por este.
— Aléjate —Eso es lo que sale por su boca pero su cuerpo se eriza.
Me dejo matar.
— ¿Haz visto eso? Soy mejor que tú —dice ella aún cuando yo también la tenía en la mira y no la maté a propósito. Dejando que ella lo hiciera primero—. No volverás a matarme nunca más.
Y sonríe abiertamente. Bueno, por esa sonrisa valió la pena perder ese juego.
Agarro sus piernas y la arrastro hasta que queda encima de mi regazo.
— Esta cama te ha visto morir muchas veces —Me burlo de ella.
— Jey, no diga esas cosas —Me encogí de hombros.
— Es la verdad —beso su cuello y ella corre su cabello hacia el otro lado dejándome al descubierto su cuello completamente.
Mi lengua recorre su piel en pocos segundos, luego dejo escapar una bocanada de aire frío que hace que a ella se le erize la piel y sonrío contra esta. Un jadeo se le escapa cuando mi mano va directamente a su trasero y lo aprieto con fuerza.
— ¡Jey! —dice cuando mi lengua comienza a recorrer la separación entre sus senos—. ¿Algún día dejará de gustarme esto? —Me pregunta con su voz cargada de deseo y sonrío, sé que estoy en el punto en el que si me detengo me patearía.
Su mano en mi cabello agarrándome con fuerza para que no me detenga. Su vestido es fácil de quitar así que lo hago con agilidad. Una que he adquirido con ella.
— Lo dudo —Le respondo su pregunta y la hecho hacia atrás dejando que su espalda quede pegada a la cama y su trasero aún en mi regazo.
Me acuesto encima de ella besando su abdomen y con cada centímetro que desciendo puedo sentir como suspira, jadea o gime con fuerza.
Oh, puedo vivir escuchándola toda mi vida.
— Te quiero Andrea —digo contra su ombligo.
Ella arquea la espalda al sentir mis dedos debajo de sus bragas acariciando todo a su paso. Mi cuerpo ya no puede más y se que ella lo siente.
Quito mi camiseta y ella recorre mi cuerpo con su mirada admirando cada músculo y eso me hace sonreír. Me gusta cuando me mira de esta manera tan caliente, se siente muy bien. Quito mis pantalones y termino dejándola desnuda frente a mí.
Me acuesto sobre su cuerpo dejando que nos hundamos en el otro, lamiendo, disfrutando y saboreando las oleadas de calor que recorren el cuerpo. Puedo sentir su piel ardiendo debajo de la mía.
— Eres mío —dice en un jadeo inconsistente.
— Todo tuyo —Le confirmo entrando con una embestida profunda, clara y fuerte.
Una que se siente a poder.
Una noche bastante mojada, movida, placentera y lujuriosa. Pero al fin y al cabo cuando estoy con ella siempre son buenas noches.
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Lamento la tardanza🙏🙏
Capítulo doble por la espera❤️ ❤️
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Estamos en Guerra
Teen FictionDicen que los polos opuestos atraen y lo iguales se repelen, es pura física, pero la física se fue a la mierda en la vida de Andrea Milton cuando entró en ella su molesto vecino, su enemigo perfecto, su único idiota: Joseph Jones El campeón de lucha...