Capítulo 62: Fin de semana

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Joseph

Las últimas semanas hemos estado bastante ocupados con los entrenamientos por lo que sólo he visto a Ani después del instituto y poco tiempo porque estoy cansado. Aunque a ella no le molesta porque se queda a mi lado acariciando mi cabello y me hace dormir aún más profundo.

Esta tarde tengo preparado algo muy importante porque ya que no la veo mucho al menos voy a hacerla pasar un buen rato. Nos vamos a una feria lejos de la ciudad. Por el día podremos salir de compras y por la noche podremos ir a disfrutar como niños por ahí.

Nos tomaremos este fin de semana para disfrutar. Anthony, Leroy, Miguel y Melisa también vendrán con nosotros. No estuve muy de acuerdo en envirarlos a todos -claramente a Miguel- pero bueno, aquí en esta relación no se respeta mi decisión.

— Tómense con cuidado el viaje —Nos dice la madre de Ani, Rebeca es una madre muy sobre protectora -¿pero que buena madre no lo es?- —. Conduzcan con cuidado.

Leroy manejara durante las primeras horas y luego yo. Mi madre me ha dejado su auto nuevo para que podamos ir.

— No se preocupe Rebeca —Le indiqué colocando mi mano sobre su hombro llevando la maleta de ropa—. Volveremos a casa pronto —Ella nos sonrió.

— Cuídense mucho chicos —El padre de Andrea es bastante bueno con nosotros la verdad—. Nos veremos pronto, yo cuidaré a esta mujer para que no los persiga —dice refiriéndose a Rebeca y río para mí.

— Adiós mamá y papá —Se despide Andrea.

— Apúrense, quiero llegar antes de que cierren las tiendas —dice Melisa desde el auto.

— Pensé que hoy descansaríamos —Le dice Leroy como respuesta.

— Pues yo no, eso es para los aburridos —responde ella abriendo la puerta para nosotros.

(...)

Es un viaje extenso de cuatro horas, hasta otra ciudad, nuestros padres nos ayudaron con los gastos del hotel. Cuando por fin llegamos Andrea escuchaba música cantando en voz baja en el asiento del copiloto a mi lado mientras yo conducía. Los demás estaba detrás en sus cosas.

Lo primero que me dio por hacer cuando llegamos fue por darme una larga ducha en la bañera con agua caliente. Este lugar es una preciosidad, Andrea acomodaba las cosas de las maletas.

— ¿Idiota? —Me llama desde la puerta—. ¿Puedo pasar?

— Desde cuando te importa mi opinión —Me quejé y ella entró con una enorme sonrisa.

— Tienes razón, no me importa —Se lanzó encima de mí en la bañera luego de quitarse la ropa y comenzó a echar en mi cabeza shampoo, yo la miré curioso—. Es porque quiero que tu cabello huela a manzana.

Ella está loca.

— También quiero que tu huelas a manzana —Así es como terminamos los dos con olor a manzana por todo el cuerpo. Y bueno, ya que estamos desnudos pues terminamos disfrutando un poco más del agua caliente.

— ¿Salimos un rato? —preguntó ella mirando por el ventanal de cristal hacia la ciudad, aún era de tarde, el cielo poseía esos colores naranja bastante bonitos.

— Vamos —dije poniendo los ojos en blanco.

Ambos nos cambiamos para caminar por la ciudad, llegamos a una biblioteca enorme.

— Quiero entrar en este lugar —Le dije a ella jalándola como hace un niño con su madre cuando quiere ver algo en la vitrina de una tienda.

— Oh, es hermoso —sonríe mirando las luces que han puesto en la puerta del lugar, forman un libro y dice en la puerta. "Aquí la puerta a otro mundo, o a un libro que es básicamente lo mismo".

Después de dejar nuestra credenciales en la entrada nos encontramos con grandes estanterías en ambos lados, una escalera que te ayudaba a subir a otro piso donde seguía habiendo muchísimos libros, estaban ordenados por categorías.

— ¿Podremos comprar un libro aquí? —Le pregunté a una asistente.

— Si señor —dice la chica caminando con las mejillas rojas.

— No le hables a las mujeres —dice mi novia con los ojos entrecerrados.

— Dramática —Me quejé continuando por el lugar buscando algún libro para leer.

Ella se alejó de mí y yo continué mirando por todos lados, muchos ya los había leído, otros eran totalmente nuevos para mí, sacaba el móvil y anotaba algunos que me parecieron interesante. Escogí dos para comprar.

— Tienes que ver este libro —Me llama Ani desde la categoría de Fantasía.

— "Más allá de la eternidad" —leí en el título, ella lo extendió hacia mí.

— Ábrelo —A penas lo abrí ella sopló en dirección hacia mí y un montón de polvo salió disparado. Comencé a toser de manera compulsiva.

Ella comenzó a reírse de mí.

— Tonta —La llamé entre estornudos sonoros.

— Me amas — dice ella agarrando mi muñeca y llevándome hacia el mostrador.

Compramos esos libros y luego salimos.

(...)

La mañana siguiente las chicas salieron a comprar a las tiendas de la ciudad y regresaron con unos cuantos bolsos, no quise preguntar qué compraron, pero ya me lo imagino. Cuando volvió la noche todos decidimos irnos para la feria que es por lo que habíamos venido a esta ciudad.

La feria es bastante apartada de la ciudad pero en coche no es tan lejos. Lo primero que hice fue a comprar una manzana cubierta de chocolate, soy amante a comer estas cosas.

— Yo quiero algodón de azúcar —dice Melisa arrastrando a Miguel a hacer una larga cola para comprar.

— Yo quiero jugar ese juego —Leroy arrastró hacia un puesto a Anthony para que con unas pelotas encestar. Es obvio que lo encestó todo y se llevó como cinco muñecos de peluche.

— ¿Quieres uno? —Le pregunté a Ani.

— Si me lo preguntas ya no tiene gracia —Se cruzó de brazos—. ¿Por qué no puedes ser un poco cliché?

— No me gusta, prefiero ser original —tomé su muñeca para besar sus labios y luego cargarla en mi hombro hasta a un juego bastante común. Los carritos locos.

— Bájame —pidió mientras movía las piernas frente a mí para que la bajase.

— No, déjate de mover —palmee su trasero y soltó un "Auch"

— No subiré ahí —dice ella dudando.

— Si que lo harás —La ayudé a entrar en uno de los coches y subí al siguiente. Comencé golpeándola por detrás.

— No me golpees Idiota —dice girando el timón y golpeándome de frente a mí, oh está es la Ani que me encanta.

Una guerra bastante continua comenzó dentro de los carritos locos, una y otra vez. Golpeándonos hasta que llegaron los demás y ahí nos unimos para derrotar a los otros.

Casi dos horas después salimos de la feria listos para volver al hotel. La mayoría dormía en la parte trasera del carro. Leroy había bebido cantidad, los demás se habían perdido durante bastante tiempo.

— ¿Te gusto esta noche? —Le pregunté en voz baja.

— ¿Que parte? Cuando no fuiste a conseguir mi muñeco, cuando me golpeaste con un carro, cuando subimos a la estrella —Ella se lo piensa un segundo—. Espera, esa última si fue divertida, le tienes miedo a las alturas, me encantó ver tu cara de espanto.

— No te burles de mis miedos, Andrea —La regaño, pero es muy tarde y comenzó a reírse de mí.







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Andrea y jey son un caso totalmente perdido 😂 pero asì los amamos

Estamos en GuerraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora