Andrea
Luego de llegar de la feria literalmente pensamos en darnos un baño e ir a dormir, estamos demasiado cansados. Luego de haber empujado a mi novio, que me arrastrara hasta el fondo de la habitación y yo le metiera un puntapié haciendo que cayese al suelo entro yo primero al baño y pongo pestillo.
— ¡Tonta! —grita y patea la puerta mientras yo me parto de la risa yendo a la ducha para darme un largo baño.
Canto mientras lavo mi cabeza luego de haber olido el champú y acondicionador para asegurarme que no tenía una trastada de Jey (manías que he adquirido), me pongo mi pijama para luego salir del baño.
En cuanto abro la puerta algo se pega a mí y me muevo tratando de quitarlo mientras el idiota se parte de la risa sentado con las piernas cruzadas en el piso.
Había colocado cinta adhesiva transparente de un lado a otro de la puerta y cuando pasé todo aquello se pegó a mí.
— ¡Idiota! —chillo quitándome esas cosas y sigue riéndose a mis costillas—. ¡Idiota, Idiota!
Voy hasta él y trato de pegarle pero tira de mis muñecas haciendo que caiga sobre él y me hace girar encimándose sobre mí, sujetando mis muñecas contra el suelo.
Muerde su labio inferior mirando los míos, y luego su vista baja a mi top rojo.
— ¿Que miras pervertido? —digo y su cuerpo aprisiona el mío mientras sus labios se mueven con fuerza contra mi boca, buscando que le corresponda, me resisto y una de sus manos baja a mis senos, dando un apretón y haciéndome gemir lo cual aprovecha para introducir su lengua.
Arqueo mi espalda buscando más contacto y él se separa de mí, mi cabeza procesa la información más rápido de lo que él logra correr y me pongo de pie al instante, colocándome frente a sí y sujeto su nuca besándolo y haciéndolo retroceder hasta que cae en la cama.
Me encimo sobre su cuerpo y beso su cuello mientras a un ritmo lento muevo mis caderas sobre su miembro.
— Andrea —jadea mi nombre dando un apretón a mis caderas.
— No te permito que me dejes caliente idiota, cualquier broma menos esa —digo y sus manos van hasta mi trasero, colando estas bajo el short azul que estoy loca porque acabe de quitar.
Palmea mis nalgas y gimo su nombre a su oído.
— Joder —expresa y se sienta haciendo que quede sentada sobre su regazo y me quita el top liberando mis senos y yendo directamente a por ellos mientras los aprieta haciendo que una maldición salga de mis labios y sujetando su cabello para que no se detenga.
— Jey —jadeo cuando una de sus manos se escurre bajo mis bragas acariciando mi intimidad.
Sus besos suben a mi cuello con delicia y mi respiración se vuelve cada vez más irregular.
— Te aseguro, dejarte caliente no es uno de mis planes ahora.
(...)
El timbre de mi teléfono suena y entre manotazos lo tomo de sobre la mesita de noche que queda a mi lado y tomo la llamada.
— Diga —susurro somnolienta mientras Jey dormido y desnudo se abraza a mi cuerpo con sus brazos y piernas, se remueve acurrucándose más contra contra mi cuerpo.
— Ani, vámonos de fiesta, nosotras solas.
— Isa, estoy cansada e inmovilizada, no creo poder salí de aquí ahora —Le digo.
— Vamos, será una noche de chicas, no puedes preferir a tu novio sobre tu amiga —protesta.
— Mi novio ahora mismo me abraza como si su vida dependiera de ello, creeme que no puedo moverme.
— Disculpa, me imaginé algo sumamente adorable —dice.
— Algo así.
— ¿Estamos hablando del mismo Jey luchador moja bragas?
Ruedo los ojos.
— Si, de ese mismo, ahora déjame dormir.
— Te compro tres cajas de chocolate.
Cierro los ojos con fuerza.
— Algún día mi choco adicción se esfumará.
— Pero hoy no será ese día, te veo en quince minutos en el Lobby —colgó.
(...)
Luego de pasarme los quince minutos que me dio tratando de que Jey me soltase y colocar una almohada para que se abrazara, y después de diez minutos vistiéndome por fin estoy en el lobby donde veo de espaldas a Melisa, viste una falda corta negra, una blusa escotada roja y unos botines altos negros.
— Por fin —Se voltea y sus ojos se abren con sorpresa—. ¡Te ves hermosa! —chilla.
Yo lucía un vestido morado oscuro y cernido a mi cuerpo, con un escote dejando ver la separación de mis pechos y unos tacones altos negros que hacen lucir mis piernas, con el cabello suelto.
— ¿Yo? Tu estás increíble —Le digo y me aferro a su brazo.
— Lets go to the party! —exclama y ambas caminamos hacia afuera donde un taxi está detenido.
(...)
— Vamos a bailar —dice Isa ya bebida al igual que yo, por suerte la única bebida que me hace tener memoria de Doris es el vino, porque debo recordar a Melisa bailando como ganso sobre una mesa, me he partido de la risa.
— No quiero —Me niego.
Desde que lleguamos al bar sólo he estado sentada escuchando música y bebiendo, no estoy borracha pero definitivamente tengo alcohol en mi organismo, además de que ya muchos imbéciles se me han acercado, no quiero más interacciones, siento que alguien me observa desde hace rato pero no logro ver quien rayos es.
— Vamos, no vienes a una fiesta sólo a sentarte —Se queja.
Ruedo los ojos.
— ¿Si bailo nos vamos?
Ella se lo piensa por unos segundos y mira su reloj.
— Si bailas nos vamos en una hora.
< Bien por mí. >
Dejo que hale de mi brazo y me lleve hasta el centro de la pista. Ambas comenzamos a movernos al ritmo de la música y pronto un chico aleja a mi amiga de mí.
— Hola preciosa, ¿te gustaría salir de aquí a un lugar más privado? —dice una voz masculina tras de mí y cuando veo su mano queriendo llegar a mi cintura me aparto sin dejar de bailar con un "no" de respuesta.
< Justo cuando comienzo a disfrutar de la música un imbécil aparece. > Pienso.
De repente un agarre en mi cadera hace que mi cuerpo quede pegado a otro y su aliento golpea en mi oído.
— ¿Desde cuando te di permiso para mover esas caderas a otro que no fuese a mí?
Trago en seco y trato de separarme pero no me lo permite, su agarre domina mis caderas mientras su cuerpo también se mueve al ritmo de la música permitiéndome sentir el bulto que se ha formado.
— Jey yo..
— Shhh —Me manda a callar y besa mi cuello, justo donde nuevamente había marcado su territorio, muerde mi piel y jadeo mientras sus manos dirigen los movimientos de mis caderas—. Dime Andrea, ¿por qué demonios te gusta provocarme?
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Sin comentarios😶
Andrea está en problemas
Actualización por mi cumple, espero les guste😉
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Estamos en Guerra
Teen FictionDicen que los polos opuestos atraen y lo iguales se repelen, es pura física, pero la física se fue a la mierda en la vida de Andrea Milton cuando entró en ella su molesto vecino, su enemigo perfecto, su único idiota: Joseph Jones El campeón de lucha...