Capítulo 10

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Una fuerte, helada e incesante lluvia caía cuando llegamos a la sede de la Orden, corrimos desde el punto de aparición hasta la entrada de la casa, Dumbledore había llamado para una reunión de emergencia, estaba por caer la noche y había sido un día agitado, enviamos patronus en busca de respuestas a todo el que tal vez pudiera saber algo, también enviamos algunas lechuzas y conseguimos la edición vespertina del profeta antes de que todos los ejemplares se terminaran; Regulus aparecía en la primera plana saliendo del ministerio, no había dado entrevistas por el momento y el reportaje del profeta era una simple nota extendida sobre Voldemort muerto, unos cuantos párrafos asegurando que sí, estaba muerto y eso estaba más que comprobado, luego otros tantos contando que había sido asesinado durante una cena en casa de los Black, con los Malfoy como invitados y la encantadora Bellatrix teniendo que ser reducida por los presentes, parecía que los hermanos Lestrange habían logrado escapar de semejante velada y ahora todos los aurores los estaban buscando.

Intentamos activar el espejó pero Hermione debería estar ocupada tomándose fotos para quien lo pida porque siguió sin dar señales de vida, así que lógicamente, le envié un patronus a manera de vociferador a Regulus preguntando, de la manera más amistosa que me nacía en ese momento de confusión, qué estaba pasando.

- No creo que quiera responder - comentó Remus desde donde estaba sentado -. Al menos no por las buenas.

- Lo sé - dije dejándome caer en el sillón de enfrente -. Pero todo esto es muy raro ¿Cómo demonios es que terminaron matando a Voldemort durante la cena? No tiene ningún sentido.

Tampoco lo tenía la bola de pelo brillante y azulada que entró volando por una de las ventanas cuando estábamos revisando el periódico, ninguno reconoció a su dueño y el animalillo se quedó mirándonos desde arriba con esa expresión desdeñosa que suelen tener todos los felinos, hasta que se encrespó y abrió la boca como para soltar un bufido.

- Eres la última persona a la que le contaría nada, así que puedes esperar a la próxima edición del profeta para enterarte junto con el resto de desconocidos.

De haber podido recuperarme más pronto de la sorpresa tal vez, en condiciones normales, le hubiera replicado, pero ¿Cómo diablos es que él puede conjurar un patronus? James parecía tan desconcertado como yo. Antes de que pudiera darle una explicación coherente a Regulus usando un patronus corpórea y de alguna manera sabiendo cómo hacerlo hablar, llegó un el fénix de Dumbledore convocándonos a una reunión de emergencia.

Así es como terminamos sentados en nuestras sillas habituales en una reunión de la Orden que tenía más invitados de los que estábamos acostumbrados.

Frank y Alice Lombotom se nos acercaron con cierto aire de desconcierto, ese parecía ser el humor generalizado.

- Llevan lanzando cohetes y fuegos artificiales todo el día - comentó Frank con aire casual -. Por suerte con el clima los muggles podrán percibirlo como una tormenta muy ruidosa... ¿Te contaron algo sobre lo que pensaban hacer?

- No, no estamos precisamente en buenos términos - comenté exasperado.

Y hasta allí llegó la conversación porque Edgar Bones y su padre entraron en el salón junto a Dumbledore, Kingsley y Moody. Cualquier sonido desapareció inmediatamente, Dumbledore sonrió y dio un paso adelante.

- Buenas tardes a todos, espero que hayan disfrutado de este día histórico - dijo nuestro ex director ganándose algunas miradas de interrogación.

- ¿Estaba usted al tanto de lo que planeaban los Black? - preguntó una bruja a la que no reconocí.

- Me gustaría decir que sí, pero lamentablemente está situación me ha tomado tan por sorpresa como a ustedes... - ni bien hubo terminado de pronunciar esas palabras cuando alguien más habló.

El diario de Regulus BlackDonde viven las historias. Descúbrelo ahora