15 de julio de 1979
La casa parece más sombría de lo que ha sido nunca, las tablas de la escalera parecen romperse cuando pongo los pies sobre ellas, el aire es pesado, la casa entera es como un sepulcro y regresar a ella hace que me pregunte; si no estaremos todos muertos ya, quizás aún respiremos pero pareciera que la presencia sombría de la muerte se ha instalado en cada rincón oscuro y húmedo de esta casa que cada vez se parece menos a mi hogar de la infancia.
Los libros se llenan de polvo mientras Kreacher parece preocuparse solo por mi madre que cada vez padece peores ataques de locura, mis pasos resuenan en el perpetuo silencio que se ha adueñado de nuestra casa cuando mamá no está despotricando su odio contra todo y todos.
En esta casa solo nos quedan los recuerdos, a veces siento que nosotros también hemos sido convertidos en recuerdos, espectros de un pasado que, mientras la casa se cae a pedazos, serán también olvidados.
En el despacho de mi padre a veces le escucho toser, el sonido ronco y lastimero se escurre detrás de las puertas y me persigue hasta en mi cuarto ¿Cuál está más cerca de la muerte? ¿Mi madre o mi padre?
A veces siento que yo mismo.
Me he convertido también en uno de los fantasmas de la casa Black, viviendo de recuerdos de una gloria pasada que temo no regresara nunca, esta casa no volverá a ser mi cálido hogar jamás.
Ya no me siento seguro cuando estoy en mi cuarto como lo hacía antes, la marca me llama y aun pese a que no quiero ir, debo hacerlo, mamá sonríe y me pide que le cuente cuantos estúpidos muggles mate cuando regrese, y yo no deseo recordar esas horribles excursiones nocturnas, no deseo recordar lo que hice y aunque yo no di la orden estuvo en mis manos ejecutarla, a veces me siento valiente y hago ojos ciegos a algún pobre muggle que se esconde temblando de nosotros, les aseguro a los demás que allí no queda nadie vivo, es peligroso pero ¿Qué pasaría si descubren que he preferido no asesinarlos? A veces realmente deseo saber que pasara.
Algunas veces sobre nosotros cae la Orden del Fénix y pienso en lo fácil que sería si en uno de esos combates cayera bajo la maldición asesina, pero ellos no ocupan imperdonables y aun si lo hicieran, que apareciera mi nombre como un mortifago caído mancharía el apellido de mi familia y no puedo permitirlo, así como no puedo permitir que se diga que hay un Black en prisión.
No he vuelto a encontrarme con mi hermano aunque me pareció ver a Potter en uno de nuestros últimos enfrentamientos, ahora que lo pienso... solo me falta encontrarme con Lupin pero este no parece estar junto a sus amigos.
Combino a la perfección con la decadencia que se ha adueñado de la más antigua y noble casa de los Black, mientras estoy aquí me dedico a recordar ese pasado, que mientras más oscuro me parece el presente, más brilla entre los recuerdos.
Casi me veo a mi mismo cuando niño correteando por estos pasillos que ahora se ven sombríos y en mis recuerdos las paredes bien podrían ser blancas.
Mientras los recuerdos corren por la casa y nuestras risas junto a los regaños de mi madre resuenan por los pasillos, yo me escondo en la biblioteca intentando que mi mente dejé de pensar y recordar más de lo que es saludable.
¿Por qué no existe algo similar a la pócima de sueños sin sueños para las horas de vigilia?
Ahora practico oclumancia varias horas al día, lo hago por mi cuenta y sin compañero de estudios; esto es lo único que me ayuda a permanecer firme cuando es necesario, pero a veces las barreras se rompen y volver a colocarlas es un verdadero infierno.
Incluso en la biblioteca al levantar la cabeza de un libro me encuentro mirando casi con nostalgia la mesa donde mi madre nos sentaba a mi hermano y a mí para que estudiásemos todo lo que un sangre pura bien educado debe saber, casi me siento capaz de volver a reírme con las quejas de Sirius contra las lecciones y su manera de encontrar absolutamente todo como frases estúpidas y pretenciosas que nunca le combinaron.
He abierto de nuevo los libros de poesía, las novelas y todos los demás, creó que fue un intento de recuperar un poco de aquel pasado tan agradable, antes de que al entrar a Hogwarts todo se arruinara, he ido al cuarto de música y he intentado tocar el piano; no pude tocar ni siquiera una escala antes de que perdiera toda la motivación para ello, he abierto los libros de historia que tanto me gustaban y he intentado memorizar y traducir unos cuantos tratados de escritura rúnica y jeroglífica, he tomado uno de los libros de leyendas que tantas noches cuando era niño logré convencer a mi padre de que me leyera y los cuales siempre tuvieron la virtud de despertar mi curiosidad, no pude terminar el primer párrafo, entonces tome un libro nuevo que me había regalado Cissy y trataba sobre los grandes misterios de magia oscura de la antigüedad, perdidos desde hace siglos, tampoco pude concentrarme en esto.
Tengo apilados algunos cuantos diarios aún no leídos de miembros de mi familia y no logro encontrar fuerzas para ponerme a leerlos.
Ahora todo lo que me gustaba carece de sentido, y lo que no me gusta me aterra o me resulta indiferente. Y aquí sigo, recordando esos momentos donde todo era mejor a ver si rescato algo de felicidad de ellos, pero es inútil y contraproducente, mis mejores recuerdos vividos en esta casa incluyen a al imbécil de mi hermano que se largo, y recordarlo es recordar que solo para mí esos recuerdos significan algo importante.
Y recordar que estoy solo, que mis padres están enfermos y que el abuelo ya no habla de negocios o futuro, y que sospecho que estamos muy cerca de la quiebra, y no sé como arreglarlo, ni como ayudarles.
Recordar es volver a vivir, dicen, pero también es darse cuenta de lo que ya no está aquí, y volver a vivir lo que estaría mejor olvidando. Recordar es darse cuenta de que ya no nos queda ningún futuro por delante y que así como la familia Black vio imperios y pueblos enteros desaparecer, es momento de que el mundo nos vea desaparecer a nosotros, y ese mundo seguramente no note nuestra ausencia.
¿Por qué James Potter no se llevó también esos tontos recuerdos cuando me quito a mi hermano?
Quiero olvidarme de que alguna vez existió Sirius Black, realmente quiero hacerlo, odio pensar en él y odio que su habitación esté frente a la mía cerrada como una tumba y recordándome que ya no hay nadie allí cada vez que salgo de la mía, recordándome también que tampoco había nadie allí para mí desde mucho antes de que se largara, pero vivo en una casa que se marchita cada día y la ausencia de mi hermano la he pasado casi toda en el colegio, dentro estos muros aún se conserva el recuerdo de aquellos tiempos donde ambos podíamos llamarnos hermanos más allá de la casualidad de compartir sangre.
Sirius ya no es mi hermano, pero lo fue una vez, ¡y como he recordado esos tiempos ahora! por culpa de esta maldita casa.
R. A. B.

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El diario de Regulus Black
FanfictionHermione encuentra un libro de aritmancia durante su estadía en la casa de los Black, ese libro es en realidad un diario perteneciente a un miembro de la familia que ha sido casi completamente olvidado, Regulus Black, del que nunca había escuchado h...