Cuatro

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- Hermione ¿Te pasa algo? - pregunto Harry que aun estando distraído con sus problemas personales le fue imposible no darse cuenta de que su mejor amiga tenía el aspecto de haber sobrevivido a un huracán y los nervios de alguien que lleva bebiendo cafeína tres días seguidos sin parar.

- No ¿Porque debería pasarme algo? - respondió ella.

- Estás algo desarreglada hoy.

- Lo estoy siempre.

- No, me refiero a... - el chico señaló su cabello y Hermione por un momento creo que se le notaba alguna de las heridas y contusiones que había obtenido la noche anterior.

- A si... es Umbriage, no hay quien la soporte - murmuró como una excusa vaga, Harry ni siquiera se lo reprocho y asintió.

- Sí, y yo tengo que aguantarla más que nadie - suspiro el chico y Hermione deseo encontrar una manera de ayudar a su mejor amigo.

Despues de clases tenían entrenamiento con el ED, Hermione realmente hubiera deseado esa noche tenerla libre, poder pensar y aunque quería evitarlo, hablar con Regulus para ver cómo resolvían el problema en el que estaban, pero tenía que ir, resultaría raro si faltaba, así que fue a su cuarto para dejar la mochila.

Sus compañeras de cuarto ya se estaban alistando para la práctica del ED, ella fue hacia su cama que seguía con las cortinas bajadas pero cuando entró la encontró vacía, comenzó a alarmarse, busco encima y debajo de la cama, en el baúl, cuando iba por las almohadas las hecho a un lado frustrada y se sentó con los brazos cruzados sobre la cama; Regulus no estaba allí, había desaparecido y por más desesperada que estuviera era imposible, por más que lo buscara, el encontrar a un chico de su tamaño debajo de las almohadas.

Ojala lo hubiera imaginado todo pero Regulus había dejado a un extremo de la cama la especie de sobretodo negro y grueso que hasta esa mañana había llevado sobre las túnicas de mago, Hermione la tomó y noto que la tela estaba desgastada y la manga se había roto cuando la jaló en el lago, a la ropa no le había hecho ningún bien estar tanto tiempo en remojo ¿Cómo era posible que su ropa se gastará por el agua mientras que él estaba intacto? Probablemente la magia de la diosa que la metió en este lío pudiera hacer cosas que la magia normal no podía, como congelar a alguien en el tiempo.

El galeón falso que anunciaba las reuniones no comunica ningún cambio de último minuto para el entrenamiento del ED, así que Hermione tuvo que irse de su habitación con la incertidumbre de donde se habría metido Regulus.

El entrenamiento esta vez le fue fatal, estaba muy distraída además de muy cansada y adolorida, perdió la mayoría de los combates.

- ¿Qué te pasa hoy? - preguntó Ron cuando la varita de Hermione le golpeo la cabeza luego de que la desarmaron -. No te comportas como tú.

- Estoy bien.

- Claro que no, hoy casi quemas el caldero en clase de Snape - recordó Ron y Hermione se encogió de hombros desanimada.

Al final regresó a su cuarto casi arrastrando los pies, todavía preocupada por el paradero de Regulus, no hizo caso a las preguntas que le dijeron sus compañeras de cuarto cuando la vieron entrar, solo se dirigió a su cama, abrió la cortina y se dejó caer sobre la cama.

- Cuidado, podrías haberme golpeado - se quejó una voz susurrante junto a ella, Regulus había regresado, Hermione lo miró un largo rato sin responder, siendo honesta no pensó que regresaría -. ¿Puedes decir algo?

- ¿Preguntaste algo Hermione? - preguntó Parvati mirando hacia Hermione, que se levantó de un salto temiendo que pudieran ver a Regulus.

- No, solo hablaba conmigo misma, duerman bien - dijo atropelladamente y se volvió a meter dentro de las cortinas, puso otro hechizo de "no molestar" por si acaso.

El diario de Regulus BlackDonde viven las historias. Descúbrelo ahora