Treinta y seis

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Se fueron a dormir luego de una rápida cena improvisada por parte de Harry y Hermione, Regulus, que no sabía cocinar, los había observado algo avergonzado sin saber si debería ayudar con algo.

A Draco se le había asignado una habitación junto a los demás en el segundo piso, la habían arreglado durante la tarde y en ese momento Regulus lo acompañó hasta la puerta.

- No intentes salir de la casa durante la noche, lo sabré - dijo antes de despedirse, el muchacho rubio asintió con expresión seria, muy consciente de que ahora era una especie de rehén y que no dejarían que se moviera libremente por la casa -. Descansa, nos vemos mañana.

- Hasta mañana - murmuró entre dientes cerrando la puerta.

El pasillo estaba desierto, Harry y Hermione estaban ya en sus habitaciones, Regulus se apresuró a su cuarto, no había estado allí en muchos años, si no le fallaba la memoria la última vez que había visitado esa casa fue en las vacaciones de su primer año; siempre se quedaban esa habitación cuando visitaban a la tía Cassiopeia, tía abuela Cassiopeia, pero para términos generales era simplemente tía; Sirius conseguía siempre la cama junto a la ventana, para molestia de Regulus quien tenía que conformarse con la cama más cercana a la puerta, esa última vez que fueron Sirius había estado muy molesto de ir a visitar a la tía cuando los Potter le habían ofrecido la posibilidad de pasar un tiempo con ellos en vacaciones, un día antes del viaje, se había escapado a casa de los Potter y Walburga había ido a recogerlo y regresarlo a casa casi a rastras, cuando llegaron Sirius se había encerrado en su cuarto y se negó a preparar el equipaje, sus padres le habían encargado a Regulus la misión de intentar dialogar con su hermano, pero no le había hecho caso, así que se había limitado a repetir muchas de las cosas que la madre de ambos había dicho antes, mientras ayudaba a Kreacher a guardar en el baúl las cosas de Sirius, su hermano parecía decidido a no decir una palabra así que había optado por amenazarlo con llevarle las ropas más elegantes, que Sirius odiaba porque limitaban el movimiento y le impedían jugar por temor a que se estropearán, pero ni así había logrado que le dijera algo. Al día siguiente Sirius lo había ignorado durante toda la mañana, Regulus se había aburrido de intentar hablar con él y le había hecho preguntas a su padre sobre sus asuntos del ministerio, cosa que pareció fastidiar aún más a Sirius que cuando llegaron a su habitación en la casa de la tía Cassiopeia, se dirigió al escritorio que había entre las dos camas para escribir una carta a sus amigos.

- ¿Qué escribes? - había preguntado Regulus arrimándose en el respaldo de la silla y mirando el contenido de la carta por encima de los hombros de su hermano mayor, Sirius cubrió el pergamino inmediatamente -. ¿A quién escribes?

- A mis amigos, para lamentarme tener que pasar un verano tan aburrido.

- No es aburrido, podemos ir a volar en los caballos de la tía Cassiopeia, si se lo pedimos hará que nos ensillen un par.

- No me interesan los caballos - bufó él.

- Le dijiste a Potter que te encantaban los animales ¿Cómo no te van a gustar los caballos alados entonces? - le preguntó retirando los brazos de encima de los del respaldo de la silla y cruzándolos.

Sirius le miró con el ceño fruncido.

- Me gustan los animales, no las mascotas de lujo que harán que nos regañen si les arrugamos las plumas.

- Estás siendo exagerado.

- No lo estoy, sabes lo fácil que es molestar a la tía - dijo rodando los ojos -. Además ¿Cómo es que sabes lo que le dije a James?

- No eres la persona más reservada Sirius - contestó Regulus mirando hacia la ventana, donde estaba atardeciendo, eran cerca de las nueve y veinte de la noche* la cena debería estarse sirviendo dentro de poco, estaban acostumbrados a comer más temprano y a Regulus ya tenía hambre -. Si no es volar podemos ir a leer, practicar magia, puedes escucharme tocar el piano ¿Y si lo tocamos juntos?, o... escuche que la tía tiene libros nuevos...

El diario de Regulus BlackDonde viven las historias. Descúbrelo ahora