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25 de diciembre de 1976

Este es uno de los días más emocionantes y dichosos de mi vida; he conocido a nuestro Señor Oscuro.

Es tal y como me lo habían descrito, tiene esa aura de liderazgo que no había visto en ninguna otra persona.

Comenzare por contar que esta navidad nos excusamos junto a muchas familias sangre pura de asistir al baile anual de Navidad, un evento que organiza el ministerio (¿Logro sobrevivir esta celebración a los sangre sucia en un futuro?), esto fue tomado por las familias traidoras de sangre como una abierta protesta en contra de la gran cantidad de sangre sucias que invitaron este año... me entere que incluso los Potter se atrevieron a invitar a la sangre sucia Lily Evans, una muggle muy desagradable y superficial, sin mucho talento, pero como qué gente como ella pueda hacer magia ya es sorprendente, la elegían por hacer lo mismo que todos los demás.

El baile era tradicionalmente una convención de brujas con motivo del solsticio de invierno, una oportunidad en tiempos pasados de volver a ver a parientes y amigos, así como de conocer personas nuevas y de conversar con otras brujas, también era un buen momento para formar alianzas de cualquier tipo.

Esas alianzas fueron en un comienzo su principal razón de existir, en siglos pasados era frecuente que las familias de dos jóvenes se conocieran durante esta reunión, ellos podrían o no conocerse del colegio, a veces cuando había un acuerdo previo de compromiso se aprovechaba para presentarlos. También se hablaba sobre temas políticos, filosóficos, etc. Era un momento para presentar a los jóvenes mayores de quince años en sociedad, y se insertaban también magos y brujas de mucho talento, generalmente artistas y científicos, de herencia familiar cuestionable, pero lo suficientemente brillantes como para que alguna familia les hiciera de mecenas. Hablo de gente realmente sobresaliente, no como esos muggles promedio que si no fueran sangre sucia pasarían desapercibidos.

Ahora ya no es lo que era y los sangre sucia con los que las familias traidoras están invadiendo el Baile de Navidad, son la causa. 

Así que el baile de Navidad se dividió en dos; la pantomima que organiza el ministerio, repleta de personas vulgares y carentes de modales, y la reunión de solsticio de invierno, que se realiza cada año por turno en casa de alguna familia decente del mundo mágico.

Como es natural muchas familias, comenzando por la mía, han dejado de ir con frecuencia al baile de Navidad del ministerio, la última vez que fuimos fue hace tres años, pero es cierto que en esta ocasión el porcentaje de ausencias debió romper récords.

La razón fue que el Señor Oscuro movió nuestro Baile de solsticio de invierno a la misma fecha que el baile de Navidad del ministerio, y nos invitó a festejar Yule.

La reunión fue en la mansión de los Lestrange, mi hermosa prima Bellatrix prácticamente saltaba de la emoción, terminé por convertirme en su asistente personal mientras me encargaba de ordenar todo para que nada se saliera de control, ella es muy talentosa pero el orden nunca ha sido su fuerte, yo soy todo lo contrario, me aseguré de hacer un inventario de todo lo que necesitaríamos, ordenar todo, y además de tener ya pensadas todas las posibles soluciones a los problemas que podrían surgir.

Por suerte; todo fue perfecto. 

Al igual que mi prima yo tampoco podía contener completamente mi emoción y Rabastan, el hermano del esposo de mi prima, termino por advertirme que donde siguiera robando los bocadillos para matar los nervios, nos quedaríamos sin nada dulce para ofrecer a los invitados.

Y entonces llegó Lord Voldemort con su paso imponente y esa vibrante aura de magia oscura que lo envuelve. 

Nunca lo había visto, ni en fotografías porque aunque colecciono recortes sobre él y los mortífagos, nunca han publicado una fotografía suya. Durante la velada muchas brujas lo alabaron, tenía una personalidad que llamaba a todos a mirarlo y además era lo suficientemente atractivo físicamente para destacar entre todos los demás.

Aunque me cuesta admitirlo me sentí un poco intimidado ante su grandeza, era cautivador e intimidante por partes iguales; es todo lo que un sangre pura puede desear llegar a ser, tiene esa expresión distante que demuestra su noble cuna y una sagacidad digna de un Slytherin, estoy seguro de que fue a Slytherin cuando estuvo en Hogwarts, no hay otra casa digna de un hombre de su porte.

Me sentí de repente, en su presencia, como un niño e incluso me sentí tímido para acercarme pero mi padre me coloco la mano en el hombro y me dijo "Nuestro señor oscuro es un hombre muy amable, acompáñame, le encantara saber que el joven heredero de la casa Black se siente tan comprometido con la causa" yo asentí sin poder pronunciar palabra y mi madre puso su mano sobre mi brazo para darme confianza "Eres un sangre pura" me susurro mientras caminábamos hacia el señor oscuro "El señor oscuro es de los nuestros así que no debes temerle" y llegamos frente a él, no parecía muy mayor y tenía una sonrisa que derrochaba carisma y nobleza.

En ese momento decidí que algún día quiero llegar a tener el porte de aquel hombre.

La ambición es un rasgo de Slytherin ¿Verdad?

Nos presentaron, mis padres le hablaron de mis intenciones de convertirme en mortífago cuanto antes, incluso antes de los diecisiete años y él sonrió diciendo que era inspirador ver a muchachos tan jóvenes tan comprometidos con el mundo mágico y que casos como el mío le daban ánimo para seguir luchando para que consigamos todos una sociedad libre de la contaminación muggle... yo me ruborice ante sus halagos, tenía tantas preguntas que hacerle, quería saber como imaginaba el mundo cuando fuera nuestro de nuevo, quería saber de que familia venía porque esos ojos rojos que poseía brillaban como farolas y no podía ubicar ninguna familia que tuviera un color de ojos similar, quería preguntarle... ni yo mismo podía poner en orden mis pensamientos y mis preguntas, y de tantas ansias que tenía por descubrir como pensaba ese hombre, fui incapaz de hacer ninguna, de hecho fui incapaz de decir más que un par de frases.

Pero perdí mi oportunidad de hacer las preguntas y casualmente nuestro Señor Oscuro pregunto por el verdadero heredero Black y el ánimo de toda mi familia decayó bruscamente "El heredero por méritos propios es Regulus" Dijo mi madre "Sirius es un traidor que no solo simpatiza con los muggles sino que considera su cultura por encima de la nuestra, lo hemos repudiado, es una vergüenza para la familia" Lord Voldemor asintió con una expresión triste y me sentí culpable porque era mi hermano quien había puesto esa expresión en el rostro de nuestro gran líder "Eso es precisamente contra lo que estamos luchando" nos dijo el Señor Oscuro "Para evitar que nuestra cultura y la magia más pura se pierdan inevitablemente debido a toda esa escoria sangre sucia, debemos comenzar por recuperar todo lo que nos arrebataron".

El fuego de Yule parecía casi tocar las estrellas y en el cielo me pareció ver gravados los nombres de nuestra familia, antigua y noble, a la que como su heredero debía cuidar con mi vida... y luego encontré a Sirius, la estrella... no a ese idiota, la estrella más brillante del cielo se conoce también como la estrella del perro y... si los perros son supuestamente tan leales ¿Por qué entonces mi hermano no dudo ni un segundo en abandonar nuestra casa? ¿Se habrán equivocado mis padres al elegir su nombre?

Quizá nunca fue nuestro y por eso era tan violento con nosotros y tan cariñoso con los Potter.

También localice mi propia estrella que brillaba azul en la constelación de VLeo y me pregunte porque eligieron nuestros padres esas dos estrellas para nombrarnos.

Yule termino y regresamos a casa, aun no puedo creer que he visto al Señor Oscuro, me siento renovado, una nueva era se acerca y deseo recibirla con los brazos abiertos.

R. A. B.

El diario de Regulus BlackDonde viven las historias. Descúbrelo ahora