05 de julio de 1977
Anabelle Rowle es un encanto, no sé cómo hasta el momento no había reparado de este detalle tan abrumador, pero ha captado mi atención cuando estudiábamos para los exámenes y nos vimos obligados a compartir mesa en la biblioteca debido a la gran cantidad de alumnos que estudiaban para sus TIMOS y demás.
Es inteligente, agradable, con un cabello rubio lacio y largo, unos ojos preciosos, desprecia firmemente a todos los sangre sucia y pertenece a una familia importante... ¿No puede ser más perfecta?
No tengo experiencia en estas cosas, aunque me han dicho que llamo la atención del género opuesto, soy un Black, supongo que eso forma parte de nuestra descripción ¿Cierto?
Hasta este momento no le había dado mucha importancia a esos asuntos, mi prioridad es estudiar; siempre he procurado ser consecuente con mis acciones, el prestigioso nombre de mi familia pesa sobre mis hombros y es mi deber comportarme a su altura, sé que no hay ninguna ley que impida salir con las chicas que me plazcan durante Hogwarts mientras uno se case con alguien correcto (Sino pregúntele a... no importa, esos magos que lejos de preocuparse por su reputación y la pureza de su magia, se ha propuesto descubrir que tanto puede mancillar su nombre) yo por mi parte tengo que compensar a mi querida madre por la desgracia que el azar le dio de primogénito, así que mi comportamiento debe ser intachable, no puedo ni debo permitirme ningún traspié que ensucie el nombre de mi familia.
El día que volví a casa para las vacaciones de verano se me ocurrió insinuar un posible interés por una miembro de la familia Rowle, así que pregunte "¿Qué tal se encuentran nuestras relaciones con la noble casa de los Rowle?" mis padres que son molestamente intuitivos descubrieron el significado detrás de mis palabras casi de inmediato mi maravillosa madre me informo que nuestras relaciones con dicha familia eran muy buenas y si yo lo deseaba algún día durante las vacaciones podía invitarlos a tomar el té.
¿Puedo tener mejor madre? Admito que en ese momento estaba muy avergonzado por que mis intenciones fueran descubiertas con tal facilidad pero al terminar la cena mi padre había logrado que le confesara que tenía algún interés por Anabelle Rowle.
No hemos hablado tanto en realidad, tuve una reacción extraña cuando repare de su presencia y aunque en un principio fui indiferente a ella, no tarde mucho en que todo eso se volviera nerviosismo.
Anabelle está un curso por debajo de mí y su cabello es rubio, sus ojos azules y su boca pequeña y rosada con labios carnosos, es elegante como toda sangre pura debe ser y su piel es blanca como la porcelana.
Me siento algo tonto escribiendo tanto sobre ella en un diario, como si yo fuera una quinceañera enamorada... ella es lo único relevante que ha sucedido en mi vida últimamente, lo demás es lo mismo de siempre, una cómoda rutina que bien daría para copiar las mismas líneas una y otra vez; las clases, los ataques continuos de los merodeadores, las charlas de mis compañeros de cuarto, la parcialidad de Dumbledore, las demás casas, los sangre sucia que se arrastras por el colegio como ratas asegurando ser iguales a nosotros... no, definitivamente no hay mucho que contar.
Hay días en los que me he quedado mirando al techo de mi cuarto queriendo escribir algo y sin saber que, he de recordar que comencé este diario para tener constancia de los hechos importantes en mi vida, para unirme a la tradición familiar de llevar un registro del tiempo en que me ha tocado vivir. Pese a que en otros diarios se habla bastante de los problemas personales, prefiero no convertir este diario en un almanaque de todas mis quejas, seria vergonzoso y estoy seguro que también sería muy tedioso para revisar algunos siglos después.
R. A. B.

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El diario de Regulus Black
FanfictionHermione encuentra un libro de aritmancia durante su estadía en la casa de los Black, ese libro es en realidad un diario perteneciente a un miembro de la familia que ha sido casi completamente olvidado, Regulus Black, del que nunca había escuchado h...