El diario de Regulus Black

Treinta y uno

- Vamos, Harry - dijo a su lado una voz suave, en su confusión Harry tardo en percatarse que se trataba de Ginny, está le tomo de la muñeca y tiro de él para apartarlo del cuerpo de Dumbledore, a Harry todo esto le parecía como un sueño, lejano e irreal, tenía el sentimiento de que en algún momento despertaría y terminaría escribiéndolo en algún tonto informe de adivinación.

- Nadie podría matarlo - dijo en voz baja mientras seguía a Ginny lejos de allí -. Era el mago más fuerte ¿Crees que Malfoy sabía que estaban pensando matar a Dumbledore? - entonces una idea horrible se le pasó por la cabeza, una idea que solo de pensarla era repulsiva -. ¿Y si es eso lo que le ordenaron hacer? ¿Y si fue él quien mató a Dumbledore?

- Vamos a la enfermería - dijo Ginny. Harry era inconsciente del camino que habían tomado, pasaron a mucha gente, pero Harry no distinguía a nadie, bien podrían no tener rostros; escuchaba sollozos, gritos y lamentos, pero todo parecía muy lejano, lo escuchaba como apagado, como si estuviera sumergido en el agua.

- No estoy herido - replicó Harry casi en un susurro.

- Sí, ya lo note, pero son órdenes de la profesora McGonagall - repuso ella -. Debemos reunirnos allí, entonces podremos saber qué fue lo que pasó. Ya deben estar todos allí.

- ¿A quién más han matado, Ginny?

- No te preocupes, a ninguno de los nuestros por lo que sé.

- Pero la Marca Tenebrosa... los mortifagos solo la lanzan cuando han matado a alguien y no creo... que fuera por Dumbledore.

- Han herido a muchos, pero nadie está muerto.

- ¿Estás segura? ¿Le ha pasado algo grave... a algún conocido?

- Sí - respondió ella con voz trémula -, a Bill, pero él está bien, sigue vivo.

- ¿Qué le pasó?

- Escuché que lo atacó Greyback. Lo llevaron con la señora Pomfrey, ella dice que no... que no volverá a ser el de antes... En realidad no sabemos qué consecuencias tendrá. Aún lo estaban examinando cuando McGonagall me ha pedido que viniera a buscarte...

- No debías hacerlo, no si tu hermano está enfermo.

- Está bien, no era de mucha ayuda allí, prefiero distraerme un poco... Verás, Greyback es un hombre lobo, pero no se había transformado cuando lo atacó... Así que no se sabe qué pasará.

Caminaron en silencio hasta llegar a la enfermería. Al entrar, Harry vio a Neville acostado en una cama cerca de la puerta; al parecer dormía. Ron, Hermione, Luna, Tonks y Lupin se apiñaban alrededor de una cama al fondo de la habitación. Todos se volvieron hacia la puerta. Hermione corrió hacia Harry y lo abrazó; Lupin también fue hacia él, con gesto de aprensión.

- ¿Te encuentras bien, Harry?

- Sí, estoy bien. ¿Cómo está Bill?

Nadie contestó, Ginny miró al suelo y fue a sentarse junto a Ron, que parecía estar también muy triste. Harry miró por encima del hombro de Hermione y vio una cara irreconocible sobre la almohada; Bill tenía tantos cortes y magulladuras que costaba identificarlo. Madame Pomfrey le aplicaba en las heridas un ungüento verde de olor penetrante.

- ¿No puede curarlo con algún encantamiento? - le preguntó Harry a la enfermera.

- Para esto no hay encantamientos. He probado todo lo que sé, pero las mordeduras de hombre lobo son incurables.