VI

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9 de enero de 1977

Odio a los merodeadores como no puedo odiar a nadie sobre este mundo, de verdad, la vidas de todos serían mucho mejores si no los hubiéramos conocido nunca.

Hoy fue el cumpleaños número diecisiete de Severus, de por si es bastante cerrado y me cuesta mucho hacer que no se aislé de todo el mundo, tiende a ser brusco y torpe cuando interactúa con los demás pero nada demasiado grave, al menos no lo era hasta el final del año anterior y por consiguiente todo este año, no me ha dicho exactamente que pasó, ya todos sabemos que pasó, Hogwarts es un buen lugar para hacer correr chismes, pero quisiera poder preguntárselo para ver si se me ocurre algo para arreglarlo.

Bueno, a lo que iba, desde el año pasado se ha alejado aún más de todos, a mitades del año pasado se le dio por poner algo de distancia con sus dos únicos amigos aparte de mí, incluso fue grosero y distante con sus compañeros de cuarto, que he de mencionar siempre fueron muy agradables con él, también tuvo una discusión con Wilkens sobre algo a finales de ese año, no me ha dicho nada, de hecho sospecho que podría tener algo que ver con Lupin porque eso no me lo ha dicho por la gana de guardárselo sino porque parecía ser físicamente incapaz de decirlo.

Y también hizo aparición la eterna traba en nuestras vidas; Lily Evans, una sangre sucia insoportable que se pasea por allí como si fuera dueña del colegio o nos hiciera un favor solo con estar en él.

Desde el año pasado esa mujer no le da ni la hora, según dicen los rumores cuando Potter y su pandilla lo atacó, Severus le dijo alguna que otra verdad, a lo que tengo entendido ella también respondió, burlándose de su ropa interior y usando también ese apodo despectivo que le puso Potter.

Aparentemente ella es la única víctima de ese día.

Es mucho mejor tenerla a ella y su séquito de arpías lo más lejos posible.

De hecho nos alegramos mucho cuando Severus anuncio que le había dicho que no quería volver a verlo. Pero él pareció disgustado con que le dijéramos que por lo menos algo bueno había salido de todo aquello y se pasó esos últimos días sin hablar con nadie.

Tal vez fuimos un poco crueles al respecto, no, definitivamente fuimos crueles al respecto considerando que era su amiga más antigua, por el momento, pero de verdad no entiendo que le ven ¡Y lo he intentado! Barty y yo nos decidimos hace tiempo dedicar todo un día a encontrar su encanto (Porque tanto Potter como Severus, al igual que algún que otro mago han asegurado que algo debe tener) y el informe final fue; que aún no pudimos encontrar sus cejas y en unas cuantas expresiones posee un sutil parecido con Lynette, la yegua favorita de mi tía Cassiopeia, Barty sospecha que Severus y Potter tienen la misma fruta favorita; la sandía, porque sus ojos, cabello y piel la recuerdan.

Abandono, después de todo una sangre sucia ¿Qué pueden esperar de ella? Pero desde que Severus la llamo por lo que es, ella se ha molestado, Sev le ha pedido disculpas asegurándole que no había tenido intención de llamarla así y solo quería que no les diera a los merodeadores la nueva arma para molestarlo en forma de "A Snivellius tiene que cuidarlo una mujer".

Aun cuando quisiera decir que después de que ella desapareció de nuestras vidas todo a mejorado, no es cierto, Severus está más cascarrabias que nunca, hasta se ha metido en peleas con otras casas por su actitud, una vez en clase le dijo a uno de los Ravenclaw que si quisiera escuchar recitar de memoria el libro de texto se compraría una grabadora muggle y que si no iba aportar nada nuevo podría dejar de hacerles perder el tiempo a todos, por suerte Garret y Aiden se interpusieron entre los Ravenclaw y Severus, y al final no pasó nada, aparte de que la profesora McGonagall le llamo la atención y bajó puntos a nuestra casa.

Al menos de esta me vengue; le pedí ayuda a Barty (Porque yo no tengo muchos amigos y él se lleva con todo el mundo) y logré convencer a todos mis compañeros de curso que la próxima vez que tuviéramos transformaciones nadie haría otra cosa aparte de recitar citas, fue tan buena idea que terminamos haciéndolo en todas las clases ese día, cuando el profesor Slughorn se hartó y nos preguntó porque tres de nuestros habían recitado algunas líneas de poemas en lugar de responder las preguntas y nos dijo que no era aficionado a bajar puntos a su propia casa, me puse de pie, soy el prefecto después de todo, y le explique que como el día anterior la profesora McGonagall había regañado a Severus por decir que prefería ideas nuevas antes de escuchar repetirse una y otra vez las palabras del libro, llegando incluso a bajar puntos a nuestra casa, pues tendríamos que aprender de los consejos de los profesores, aún si son dados a otro alumno, y por lo tanto nuestro propósito de este año sería memorizar la mayor cantidad de cosas posibles fonéticamente, porque si las entendíamos corríamos peligro de parafrasear.

A veces creo que el profesor Slughorn me cree tonto, nos cree tontos, no nos regañó ni nos dijo que dejáramos de hacer tormentarias, solo nos explicó que seguramente no habíamos entendido bien los consejos de la profesora y que hablaría con ella en cuanto terminara la clase para que corrigiera y se diera a entender mejor. Le agradecí el habernos aclarado ese tema, evidentemente.

Pero no me libre del regaño, Severus se encargó poco después, me dijo que lo habían llamado al despacho de nuestro jefe de casa y le dijeron que no mal informara a los alumnos de años inferiores, y que tuvo que ayudar a Filch a pulir los trofeos. Hubiera intentado corregir el error si supiera que lo castigaron pero solo me entere cuando ya no había nada que hacer, me lo dijo cuando regresó del castigo.

Eso de hecho había pasado antes de las vacaciones y aunque ya ha aprendido a guardar silencio, se ha tomado muy en serio esto último.

Pero este fue su cumpleaños, el primero desde que se distanció de esa amiga, realmente no pensé que se notaría tanto porque he podido monopolizarlo casi por completo en sus otros cumpleaños pero ahora parecía un fantasma.

Así que le conseguí una caja nueva de herramientas para hacer pociones y nos sentamos a charlar junto al lago, había logrado que comenzara a explicarme que es una tabla periódica y aunque no me importaban mucho esos cachivaches muggles, se le da muy bien explicar esos temas, pero fue entonces cuando aparecieron los merodeadores.

No mentiré, el primero en atacar fue Severus, pero era evidente que los merodeadores no nos dejarían en paz estando los dos solos sin testigos cerca, siempre es Slytherin contra el resto de Hogwards, así que había que estar atentos.

El enfrentamiento fue borroso y James Potter uso ese truco tan popular que nadie parecía haberle informado que pasó de moda el año pasado y nos levantó del suelo colgándonos "¿Ayudamos a Snivellus a descubrir que es el agua?" le pregunto Sirius y Potter sonrió con complicidad, yo apreté los dientes y no dije nada.

Caímos al agua con un golpe seco y tan bruscamente que me dejo sin aire, ellos se fueron riéndose y hablando de quien sabe qué cosa como si ya se hubieran olvidado de nosotros (Sé que esto debería aliviarme pero en ese momento inexplicablemente me fastidio, más incluso que el que siguieran molestándonos), Severus y yo tuvimos que arreglarnos para salir del lago, estábamos empapados y solo queríamos regresar a nuestra sala común, darme un baño con agua caliente y cambiarme de ropa, pero cuando pusimos los pies en tierra firme y lanzamos un hechizo para secarnos, Sev noto alarmado que le faltaba el colgante muggle que Evans le había regalado poco después de que se conocieran (Era una cosa un poco fea y para nada valiosa) pero él parecía desesperado por encontrarla "Debió de haberse caído cuando nos arrojaron al agua" dijo al borde del pánico y aunque en ese momento solo quería volver a mi cuarto, los dos regresamos al lago lanzando todos los encantamientos que se nos ocurrieron para dar con el colgante.

Al fin lo obtuvimos y pudimos regresar a nuestra sala común.

Luego de bañarme le escribí una carta a Bella, a mi madre y Cissy, al principio porque quería desahogarme del mal rato que me hicieron pasar pero luego cambie de idea y termine preguntarles como estaba yendo los planes de nuestro señor oscuro, era conveniente saberlo, así pronto los Potter serian castigado por ser traidores de sangre y el idiota de su mejor amigo quizá recapacitase sobre las personas a las que llama amigos.

R. A. B.

El diario de Regulus BlackDonde viven las historias. Descúbrelo ahora