Capítulo 24

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Teníamos programada una reunión de mortífagos para esta noche, no quería ir y me aterraba que Voldemort pudiera leerme la mente. Estoy seguro de que no podría resistir demasiado si usara toda la fuerza de su legeremancia contra mí, solo me restaba esperar a que no me encuentre tan interesante y me ignore.

Pero mientras esperába me di cuenta de que después de que encontraran a Pettigrew la noche anterior mi cariñoso hermano mayor estaría de un ánimo inestable, tal vez un poco borracho, tenía cierta predisposición hacia eso cuando estaba molesto. También había la posibilidad de que huyera a un bar de mala muerte y se fuera a casa con la primera que quisiera llevárselo.

Pero si estaba con el espejo cerca, está podría ser una muy buena oportunidad para que Hermione vuelva a hablar con ellos.

Así que luego de contarles mi plan, evitando la parte de que tal vez Sirius estuviera alterado por lo de Pettigrew y solo diciendoles que Hermione tenía que hablarle antes de que sospecharan. Conseguí que decidieran ponerse en contacto.

Hermione se sentó sobre su cama con el espejó mirando hacia ella y solo a la pared de atrás, Harry y yo nos acomodamos enfrente, y antes revisamos muy bien que no hubiera nada que pudiera delatarnos.

Era la primera vez que entraba a su cuarto desde nuestra primera noche, me costó un poco no distraerme con los recuerdos.

—¿Hola? ¿Están por allí? —llamó por primera vez algo incómoda mirando hacia nosotros en lugar de al espejo, le hice señas para que mirara a donde debía. Asintió antes de volver la vista al espejó. Espero que no hayan visto eso—. ¿Hola?

Solté el aire que se me había quedado atrancado, aparentemente nadie respondía todavía.

—Hola de nuevo —dijo la voz de mi hermano. El escucharlo fue un tanto incómodo—. ¿Perdiste el cepillo?

—Alisarlo es demasiado trabajo cuando no pienso salir de casa —respondió Herms con aburrimiento, creó que ya estaba un tanto cansada de dar siempre explicaciones—. Creo que lo que hice ayer fue una tontería, ¿Puedo devolverles el espejó y fingimos que no ha pasado nada?

—¿Por qué es una tontería?

—¿No es muy temprano para tomar?

Ah, entonces Sirius si estaba tomando... como lo esperaba... ¿Por qué esperaba que lo tomara él? ¿Por qué no pensé que podría poner a Hermione a hablar con Potter o su señora y eso pondría a Harry inestable?

Tal vez porque al único que había visto con el espejó era a Sirius, y Hermione dijo que Potter fue quien le prestó su espejó. Aun así no había garantía de que Sirius no le diera el espejo a Potter justo después.

Fulmine el espejó con la mirada, había visto varias veces el estúpido espejito, pero nunca había sabido que hacía hasta hace poco, solo podía especular.

—Eso lo decido yo —replicó Sirius y no pude evitar rodar los ojos ante su intento de imponer autoridad—. Responde ¿Por qué quieres echarte hacia atrás?

—Porqué se los pedí por impulso, pero anoche... escuche a mi hermano comentar que no le gustaba un tal señor Crouch, hablaban sobre un reportaje del periódico. Regulus los colecciona así que no sé si es una noticia reciente, decían que ese hombre había implementado políticas extremadamente duras para todos los sospechosos de ser motífagos, y me di cuenta de que yo podría estar poniéndolos en peligro en lugar de ayudarlos.

—Ya, y Regulus tiene esa bonita marca en el brazo que lo inculpara solo con que alguien lo denuncie ¿Verdad?

Levanté las cejas pero aunque intenté decirme que no, un escalofrío me recorrió la columna.

El diario de Regulus BlackDonde viven las historias. Descúbrelo ahora