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Asier no para de insistir y lo entiendo. Quiere volver a verme y durante el fin de semana no tengo excusas. Hemos quedado en casa, Mara viene y Ruth también, no me apetece estar a solas con él y menos en casa. Todos sabemos cuáles serán sus intenciones si se presenta la oportunidad. Nunca me ha hecho sentir incómoda en ese aspecto, pero entiendo que sin saber nada de lo que ha pasado, a él le apetezca dormir conmigo y hacer todo aquello que hubiéramos hecho en circunstancias normales. A veces, yo también tengo ganas, el cuerpo me pide su contacto, sus caricias, su pasión, pero en cuanto me doy cuenta de lo conlleva eso, se me quitan todas las ganas y me invade una sensación de pura ansiedad. Cualquiera diría que lo intentase y parase si no me veo preparada, pero me parece muy injusto dejarlo a medias. Aún más si no voy a darle una explicación completa. Ha pasado solo una semana, espero superar esa barrera lo antes posible.

La doctora Pedraza me puso la tarea de escribir en una lista los días y las horas en las que todo lo relacionado con Héctor o nuestro encuentro se convierte en el protagonista de mis pensamientos y una breve explicación de mis sentimientos al respecto. En cuanto empiezo a darle vueltas a la cabeza hago lo que me ha mandado y escribo en una nota del móvil: sábado, 16:29h, ansiedad (voy a ver a Asier en pocas horas).

¡¡¡¡Pelirroja del demonio!!!!

¿Qué haces esta tarde?

Isaac y yo seguimos llamándonos por nuestros motes para no perder la costumbre.

Hola gemelo malvado.

He quedado con Asier, Ruth y una amiga, ¿y tú?

Yo tengo que ayudar a mi madre con unos muebles, pero luego estoy libre.

¿Qué plan?

Mi casa.

Sobre las 7 de la tarde.

¿Copitas y juegos de mesa?

¡Cómo me conoces!

Unos minutos más tarde, me saca el tema estrella.

Pelirroja, ¿cómo lo llevas?

No me has dicho nada últimamente.

Fui al psicólogo, ¿te lo dije?

Sí, ahí me quedé.

Pues estoy anotando cada vez que pienso en lo que pasó y cómo me siento.

En dos días llevo unas 20 anotaciones.

No sé cómo me siento, Isaac.

¿Y las pesadillas?

Creo que igual, aunque las recuerdo menos.

Bueno, tía, poco a poco.

Si...

Cualquier cosa que necesites, ya sabes dónde estoy.

¡Eres el mejor!

Y tú una pelirroja fantástica.

¿Llevo algo hoy?

Lo que quieras, aquí estaremos.

Genial, hasta luego.

Adiós, gemelo malvado.

Asier y Ruth son los primeros en llegar y traen un arsenal de comida. Mi cocinero ha decidido que va hacer sushi casero y ha traído todo lo necesario, además de cervezas y un juego de cartas que yo no había visto en mi vida. Después llega Isaac con una botella de ron y Mara se ha traído su Monopoly de Juego de Tronos. Nos espera un sábado muy entretenido.

ALGODonde viven las historias. Descúbrelo ahora