Nos hemos levantado pronto porque la noche de borrachera al final no fue tanto, demasiadas emociones con la noticia de Eric y todo lo que hablamos después. A pesar de que me ha costado mucho dormir, no ha sido por pesadillas. Isaac me dejó pensando tras lo que me dijo. Creo que tiene razón, aunque aún no lo veo tan claro como él. Debo valorar más quién soy y lo que soy. No puedo dejarme llevar así por las cosas malas que me han pasado, tengo que seguir adelante, como he hecho siempre.
- Recuérdame a qué hora es el tren – le pido.
- A la una.
- Vale, son las once y media, vamos con tiempo.
- Sí, pero no tardes en recoger – me apremia. – En breve tenemos que salir de aquí.
- ¿Vamos cargados a la estación?
- No tenemos otra opción, pero va a ser poco tiempo de espera.
- Vale.
Así lo hacemos, llegamos a la estación con las maletas a eso de las 12:30 del mediodía, y como no nos fiamos del tiempo, compramos unos sándwiches y nos montamos en el tren para almorzar dentro. El trayecto dura aproximadamente una hora, por lo que nos da tiempo perfectamente.
Al bajar del tren dejamos las maletas en unas consignas con llave y nos vamos a conocer un poco la cuidad, tenemos que hacer tiempo hasta las 9 que salga nuestro tren-cama dirección Luxemburgo.
- He encontrado en Google una web que nos dice qué ver aquí en un solo día.
- A ver, ¿qué propone? – pregunta Isaac.
- Pues nos recomienda La Bolsa, el Manneken Pis, la Gran Plaza y varias iglesias.
- ¿Por dónde quieres empezar?
- Contando con que tenemos poco tiempo, deberíamos quedarnos con los sitios que estén más cerca, ¿no?
- Claro. Yo iría a ver todo lo posible del casco antiguo, aunque el Manneken Pis, que no sé dónde está, quiero verlo.
- Vale, pues espérate que me meto en el mapa y miro cómo llegar – le digo. – Y así vemos eso primero.
Al salir de la estación cogemos el bus número 48 y nos lleva cerca de la estatuilla. Cuando la veo me quedo boquiabierta. No mide mucho más de medio metro, es graciosa, pero no sé por qué tiene tanta fama.
- Pues qué porquería, ¿no? – murmullo.
- Hombre, me esperaba más, la verdad – y nos echamos a reír.
- Ya que hemos venido, vamos a hacernos un selfie para Instagram y te nombro.
- Vale.
Nos hacemos la foto sorteando a todos los turistas que están delante de la fuente, y nos vamos de allí.
- La bolsa está a cuatrocientos metros por esa calle de ahí – le señalo.
- Venga, pues vamos. Ten cuidado con el bolso, Alma – me riñe Isaac al ver que lo llevo abierto.
- Vale, papá – me burlo.
- Idiota – se ríe.
Esto ya es otra cosa, al menos estamos viendo un edificio grande y bonito.
- Según mi guía de Google, es un edificio neoclásico y se abrió en 1873 – apunto. - Y que Rodin estuvo esculpiendo algunas cosas.
- ¿Y quién es ese?
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ALGO
RomanceCORREGIDA, MODIFICADA, MAQUETADA Y PUBLICADA EN AMAZON https://www.amazon.es/dp/B09TMYW8NM/ref=cm_sw_r_apan_glt_i_CTV3ZFGJTXTQKQBAB5T6