Escucho la alarma sonar y tallo mi cara mientras intento abrir mis ojos con dificultad, mi conciencia llega y mi mirada se queda en el blanco techo de mi habitación.
Me levanto de la cama dirigiéndome al baño, al salir me pongo un top blanco con cuello, un skinny jean y tenis blancos con una chamarra de mezclilla.
Mi mamá y val no suelen levantarse a estas horas así que me hago algo rápido para desayunar y tomo un sandwich para el camino, recojo mi cartera, cargador, teléfono y mochila y salgo mientras recojo mi cabello con una pinza.
Camino bostezando y pongo música, esto hace que mi ruta se sienta más corta. Cantando en mi mente y con el fuerte sol en mi cara me dirijo a ese lugar que tanto odio. Cerca de mi pasa Lalo en su bici, me saluda mirando hacia atrás casi estampandose y esto me saca una sonrisa.
Al llegar me encuentro a don Mario con la cara de amargado que siempre trae.Cyn: Buenos días! *Digo mostrando cortesía*
Don Mario: Un retraso más y te mando de patitas a la calle.
Cyn: Discúlpeme pero estoy sobre la hora.
Don Mario: Si! Y te harás como 20 minutos y guardar tus cosas, vestirte y lavar tus manos.
Cyn: Ni que fuera tan tardado *Digo entre dientes*
Don Mario: Perdón?
Cyn: Nada... no me tardó.
Entro molesta a los lockers donde veo a Lalo igual de molesto.
Lalo: También te dijo algo?
Cyn: Shhh... ves que en todo anda.
El soltó una carcajada y salió de ahí para que yo pudiera cambiarme.
Salí poniéndome mi delantal y afuera ya me esperaba el viejo con una charola con vasos de agua y una libreta para anotar las ordenes.
Sin ver salí a las mesas de afuera sin ver, pero pude notar a cuatro chicas.Cyn: Buenos días! Están listas para ordenar? *Levanto mi mirada y me encuentro con esta desagradable sorpresa*
Regina: No... mames *Dice con sorpresa y le doy una sonrisa fingida*
Pau: Que bajo caíste "Titi"
Cyn: *Fruncí el ceño* Por?
Regina: De mesera? No me la creo... seguro terminaste con Ramón y tus lujitos se fueron con el.
Cyn: No... de hecho estoy aquí por que no quiero depender de alguien para vivir *Miro a las mujeres que supongo son sus madres* Van a ordenar? Hay más gente.
***: Traenos las cartas.
Por favor? No? Bueno...
asiento y me voy tratando de parecer amable ante sus actitudes.
Lalo: Te están molestando?
Cyn: No... todo bien.
Don Mario: Eduardo! Deja de distraerlo que vas a hacer que le ponga tus misiones de hoy.
Lalo: Perdón *Me susurra y le sonrio*
Me dirijo de nuevo a la mesa y les entrego las cartas. Pará ser gente extremadamente delgada, ordenaron muchas cosas. Sin decir nada al respecto pedí sus platos a las cocineras y fui a tomar mas órdenes. Dejo las notas en la ventanilla y me acomodan los platos en la charola. Con la precisión de Picasso y un equilibrio impresionante me dirijo hacia la mesa de ellas, Regina le susurra algo a Paulina y está se levanta. Se estampa conmigo "accidentalmente", los platos cayeron ensuciandome por completo y haciéndose pedazos.
Pau: Fijate por donde vas, mesera *Dijo entre risas y todas las miradas quedaron en mi*
Lalo se acerca a ayudarme a levantar todo el desastre, cuando siento un apretón en mi brazo que hace que me levante de un salto.