Bullett proof

13

VALERIA:

El segundo día en Corea del Sur nos levantamos muy temprano y recorrimos un poco los alrededores del hotel, nos aprendimos las calles y los lugares más lindos para comer, comprar alguna que otra cosa y simplemente pasar el rato.

Cuando volvimos al hotel era bastante tarde.

-Pensé que llegaríamos un rato antes para asearnos. - dije tomando un poco de agua.

-Fue mi culpa... Es que esa tienda tiene tantas cosas de maquillaje, cosas que en nuestro país no existen y me deje llevar.

Levanto la bolsa con todas las cosas que había comprado, yo por mi parte solo compré una remera y un jean que me habían gustado, y decidí invertir en tecnología había cosas que en mi vida había visto y las necesitaba sí o sí.

-Fue culpa de las dos. Iré a lavarme la cara y cambiarme la ropa estoy muy sudada.

El timbre sonó. Puse los ojos en blanco, aquí todo el mundo era puntual. Cuando abrí la puerta había un guardia de seguridad esperando.

-Señoritas, Soo me pidió que las buscará. - hablo el tipo.

-Buenos tardes, solo un segundo que busco mis pertenencias y vamos.
Asintió y hablo por el auricular que tenía en su oreja.

-No tenemos tiempo Sabri. Vamos.

- ¿Yo también? - se señaló a sí misma.
Sonreí. -Eres mi asistente tonta.

Salimos las dos enganchadas del brazo. El guardia de seguridad nos guio hacia el ascensor y bajamos a la cochera, todo muy profesional. Eso me gusta.
Una camioneta negra nos esperaba para llevarnos a las instalaciones de Hybe, en el camino el guardia nos explicó cómo funcionaba todo, cada vez que hubiese un evento ellos nos llevarían o designarían a alguien para que lo haga. Solo nos tomó algunos minutos llegar al edificio, no estábamos muy lejos.

Los nervios se apoderaron de mi sistema, y caí en cuenta de que conoceríamos a los artistas de esta empresa.

En la puerta nos esperaba Soo junto a su esposo, y dueño de esta empresa. Era todo muy loco, siento que estoy en una película.

-¡¡Bienvenidas!! Es un placer que por fin conozcan las instalaciones y a los artistas de nuestra empresa.
Soo demostraba su entusiasmo. Su esposo era un poco más reservado, pero nos brindó la mano a cada una y un ligero ¡Bienvenidas!, Luego de eso desapareció junto a los demás guardias.

-No sé preocupen por él, es una persona muy reservada, pero es bueno. - nos informó. -Eso sí, no le gusta que lo decepcionen y le mientan, así que antes de hacer algo piensen mucho las consecuencias que tendrán.

Asentimos. Nos metimos dentro del elevador y Soo apretó el botón 7, una ola de nervios se apoderó de mi sistema. Estaba a punto de conocer a todos los artistas que admiro.

- ¿Conocen alguna banda de la empresa?

Sabri sonrió. -Ella es fanática de BTS, yo solo conozco un poco.

- ¿Solo un poco? - achique los ojos y ella sonrío avergonzada.
Soo abrió los ojos bien grandes. - ¿Así que ARMY?

Sonreí avergonzada. -Así es.

-Espero que los chicos no se den cuenta de ello o no te dejarán tranquila hasta que no les digas quien es tu bias. Son adorables y buenas personas, pero insistentes.

Solté una risita. Nos dirigió por un pasillo largo que terminaba en una puerta doble de vidrio, y que justo detrás de ella estarían los chicos más famosos de Corea del sur.

Mordí el interior de mi mejilla y contuve la respiración.

-Sean ustedes mismas, ellos lo apreciaran. Son personas normales al igual que ustedes.