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VALERIA:


Me recosté en el sillón un momento, necesitaba ordenar mis pensamientos. Sabri se había ido por orden mía a garantizar que todo estuviese en orden. No podía dejar que este pequeño inconveniente perjudique mi trabajo hoy. Todo debe salir bien.
Doy un largo suspiro. ¿En qué momento paso esto?

Las ganas de llorar se hacen presentes nuevamente. Cuando todo parece ir bien algo aparece para joderlo. No digo que no desee tener hijos en algún momento, pero no así. No quiero que mi futura bendición si es que hay una bendición crezca en un hogar así. Con sus padres odiándose él uno al otro.

Me quedo dormida un momento. Siento que alguien se sienta a mí lado en el sillón y cuando abro los ojos un poco asustada. Me cuesta ubicarme en tiempo y espacio.

- ¿Te encuentras mejor? - parpadeo varias veces hasta adecuarme a la situación que me rodea.  

Me incorporó en mi lugar y apoyo mi espalda sobre el respaldar del sillón. Tragó saliva. Tenerlo así de esta forma tan cerca me acelera el corazón y me dificulta un poco la respiración.

-Si. Estoy mejor, logre dormir un poco. - miro sus manos, entre ellas tiene un paquetito de la farmacia. - ¿No deberías estar ensayando?

Me sonríe de lado. -Me escape un momento. Nadie lo notara.

Sonrío por inercia. Y estiró mi mano hacia el paquete. -Bien, voy a sacarme la duda.

Me lo entrega y me levanto de mi lugar.
-Ve. Yo estaré aquí.

Juego con la cajita entre mis manos y me encamino al sanitario que se encuentra en el camerino.  Leo las instrucciones solo para distraerme con algo, porque ya se cómo se realiza una prueba de embarazo. Pasados unos minutos dejo la prueba sobre el lavabo mientras tiro todo lo demás y me lavo las manos. Espero unos cinco minutos para ver el resultado. Tomo la prueba y salgo del baño porque no puedo estar encerrada en ese lugar tan pequeño.

Al salir me encuentro con Yoongi caminando de un lado a otro. Muerdo mi labio inferior y las ganas de llorar se hacen presentes nuevamente. ¿Por qué me siento así?

Se detiene y me mira. - ¿Y?

-Hay que esperar cinco minutos. Sali porque...

Se acerca a mí y me abraza. Aún no me hago a la idea del contacto físico con ellos. Uno porque recién nos conocemos, y ellos son muy conservadores. Dos porque es mi BIAS y mi mente me juega malas pasadas. No quiero confundir las cosas. Pero no deja mucho a mi imaginación.

-Ya deben haber pasado...
Se aleja un poco y me toma las manos. - ¡Todo va a estar bien!

La confusión reina nuevamente en mí. - ¿Por qué...

Alza una ceja y me mira. - ¿Por qué?

-Haces esto?

Una sonrisita se planta en sus labios. Y traga duro. Me mira, serio e inexpresivo. No puedo descifrar nada porque esta serio. Me cuesta creer en la gente. Me cuesta porque todas las personas que quise me han defraudado. A las chicas les costó mucho llegar a conocerme y aun así no me conocen del todo porque siempre algo me reservo.
  
- ¿Que dice la prueba? - señala mi mano.

Por un momento me había olvidado de porque estábamos aquí. Miro hacia mi mano y le doy vuelta hacia mí. Muerdo mi labio inferior.

Dos rayas positivo. Una raya negativo.
Más es positivo. Menos negativo.

- ¿Y me estas matando de la intriga?

-Hay Dios. Ni que fuera tu problema. - suelto una risa. Y miro bien. -Es...

Me tapó la boca y las lágrimas salen sin control. Me quita la prueba de la mano y se fija él.

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