Veneno | SEKS #4

31

Expliqué por redes que estuve de vacaciones y por eso no actualicé por varios días. Si bien este es un capítulo dentro de todo tranquilo, espero que lo disfruten <3

No puedo explicar cómo terminan las cosas. Aunque mi hermano se ofrece a llevarme a casa, me niego. Me voy sola, aunque también mis primos y Nik se ofrecen.

—¿Travis lo sabe, entonces?— me pregunta Andrei, cuando deja de llorar. No puedo decir lo mismo sobre mí, porque no dejo de temblar y sentir frío, como si estuviera en shock.

—Sí, lo sabe.

Aprieta los labios y asiente.

No recuerdo haber visto llorar a mi hermano, nunca. Ni siquiera cuando nuestros padres murieron y que lo haga ahora, me desestabiliza más que si me gritara.

—¿Alguien más lo sabe?— pregunta Viktor.

Niego.

—Bueno... Isla, pero... no lo hemos hablado mucho— carraspeo.

—¿Isla? ¿La esposa de Killian?— me pregunta Nikolai.

—¿Ustedes son amigas?

—Es mi abogada— me limpio las lágrimas debajo de mis ojos y tomo una respiración profunda—. En fin, yo... debería irme.

Sé que ha ido menos mal de lo que esperaba, que el llanto de mi hermano fue una sorpresa y que ellos todavía parecen estar procesando todo, pero creo que ha sido suficiente de escarbar en mi herida por hoy y necesito resguardarme.

—Ada, deja que uno de nosotros te lleve— dice Nikolai.

Vuelvo a negarme.

—Necesito estar un rato sola, hablar de esto fue... es difícil y necesito calmarme— tras agarrar mi bolso, murmuro un adiós y me voy. Sigo llorando y temblando un poco, pero no me siento mal, solo tengo cansancio y me duele muchísimo la cabeza por lo que le mando un mensaje a Travis, diciendo que ya me estoy yendo y que las cosas han ido medianamente bien. Una llamada suya entra segundos más tarde y me sorprende—. ¿Hola?

—Estás llorando, ¿Por qué estás llorando?

—No lo sé— me limpio las lágrimas—. No ha ido mal, pero creo que hablar de todo eso me angustió. Estoy bien, de todos modos. Creo que compraré la cena y me iré a dormir— le digo.

—¿Estás segura? Puedo ir.

—Creí que estabas bebiendo unas cervezas.

—Claro, sí... pero Owen dijo que tenía sueño, de todos modos, así que puedo ir.

—En realidad creo que prefiero estar sola un rato, pero estoy bien, solo... he quedado cansada, sé que es tonto pero me siento agotada. Necesito dormir y mañana te contaré bien en el trabajo.

—Paso a buscarte y me lo dices de camino, ¿De acuerdo?

—Está bien.

—Bel... llámame si precisas algo.

—Lo haré, gracias.

Camino a casa, disfrutando del aire fresco que choca contra mis mejillas húmedas. El pulso se me relaja de a poco, mientras practico ejercicios de respiración de yoga, que me ayudan a tranquilizarme.

Me siento aliviada, en parte. Cuando no tienes secretos que te condenen, te quitas ese peso de encima, aunque aún no he sido capaz de hablar sobre el SOP con nadie. Ni con Travis, ni con mi familia. No sé cuándo podré hacerlo pero sé que es algo que tendré que decirle, al menos al león.

Quiere ser padre y me parece justo que sepa que no podrá serlo conmigo.

Necesito tomar coraje y hablarlo pero todavía no puedo. Si cada vez que hablo sobre Evi entro en pánico, ¿Cómo sería decirle esto?