Irresistible Tentación

Capítulo 86

[Dulce en multimedia]

~~Capitulo muy largo~~

⚠️Alerta: Este capitulo puede hacer llorar a las más sensibles y también disfrutarán de una pequeña parte de la venganza de Dulce.⚠️ 

💎No soy un Ave Fénix. Sino una mujer con un buen uso de la inteligencia que logró salir de los infiernos. 💎

📖¡Disfruten el capitulo!📖

Narra Dulce

La sangre me hierve al ver frente a mi a Braulio, cagado de miedo llorando por su vida. Mi mirada fría lo hace temblar. Entran hombres de Rodrigo y los mato llenándoles el pecho de balas matándolos fríamente.

— ¡Dulce!¡Dulce, mi niña! — escucho gritar la voz de mi nana por el pasillo hasta que logro verla cruzar la puerta de la habitación y grita aterrada mirando al piso lleno de sangre.

Miro en su dirección y lo que veo me destroza el alma una vez más, mi oscuro corazón vuelve a romperse en mil pedazos al ver los cuerpos sin vida de mi hermana pequeña y de mi sobrino. Mi nana llora sujetando el cuerpo de mi hermana y mi ira aumenta. Veo entrar a dos de mis hombres que me miran con asombro cuando me ven sujetando el arma y mirándolos fríamente como siempre suelo hacerlo. 

— Doña, ha recuperado la memoria. — dice uno de ellos que yace herido de una herida de bala en el brazo izquierdo.  

— Ayuden a mi nana con los cuerpos y...— empiezo a darles ordenes cuando me interrumpe un fuerte grito de dolor a mi lado. Volteo a ver a Bianca que sangra por su parte intima a la vez que un charco de agua la rodea. 

Mierda. Ha roto aguas. 

— ¡Santo cielo!¡Va a dar a luz un mes antes!¡Hay que avisar a Renato!¡Sigue luchando allá abajo! — grita mi nana sollozando y con toda la dificultad del mundo, deja con cuidado el cuerpo de mi hermana muerta en el piso y corre hacia Bianca ayudándola a colocarse en la cama para dar a luz al hijo de Renato.  

— Voy a ir a buscarlo, ustedes ayuden a mi vieja y que ningún enemigo se atreva a cruzar esa puerta. Aten y amordacen a Braulio hasta que yo llegue.  Si algo le pasa a una de ellas o este cerdo se escapa os mutilaré. — les ordeno amenazándolos. Miro mi vientre abultado de siete meses y decido esperar para hacer preguntas. No quiero saber nada por ahora. 

Salgo de la habitación y disparo a todo enemigo que veo en mi campo de visión. Veo como tres intentan entrar a la habitación de mi mocosa pero los veo caer ante varios disparos. Los niños gritan por cada sonido de bala. Veo que uno de los tipos sigue con vida y apunta dentro de la habitación, me acerco y le disparo justo en la cabeza reventándole el cráneo. 

Me asomo viendo a mi mocosa apuntar hacia aquí con los ojos llenos de lágrimas pero con la mirada más seria que jamás le haya visto. Thiago cubre la ventana mientras mis sobrinos lloran abrazados los unos a los otros menos mis gemelos, ellos están tranquilos viendo el espectáculo. La mocosa y Thiago se asombran al verme. Los niños corren hacia mi abrazándome fuertemente. 

— ¡Titi! — gritan mis sobrinos a la vez.

— ¡Mami! — gritan mis gemelos al unísono. 

— ¿Mamá?¿Has sido tú quien ha matado a ese hombre? — pregunta la mocosa. Los niños se separan del abrazo recordando que no me gustan. Excepto los gemelos, no me sueltan. 

— Sí. Te dije que hay que apuntar en la cabeza o corazón para matarlos. Nunca debes olvidarlo. — le respondo sería. Ella sonríe contenta y corre a abrazarme también provocando las quejas de los gemelos.