Irresistible Tentación

Capitulo 3

Narra Dulce

Este hombre no ha hecho más que causarme problemas desde que lo conocí y sus hermanos son un quebradero de cabeza constante. Creo que lo encerraré y torturaré para enseñarle quién soy y para que entienda que conmigo nadie juega y sale ileso.

— Rafael, deten a este hombre y llevalo al calabozo, ahora iré con Renato para torturarlo. — le ordeno.

— ¡No!¡Por favor!¡No le haga nada a mi sobrino! — me suplica Cecilia. Yo la miro con maldad y la ignoro.

— ¿Por qué eres tan dura conmigo? — me pregunta Christopher mientras los policias lo esposan.

— Porque a mí nadie me pisotea. Antes de que me pisen, piso. — le digo seriamente. Él me mira desafiante.

— Esto no se quedará asi, usted y yo arreglaremos cuentas Doña. — me amenaza Christopher. Que gusto me va a dar torturarlo.

— Llevenselo de una maldita vez. — les ordeno a los policías y estos obedecen.

— ¿Por qué es usted tan cruel? ¡Mi sobrino no le ha hecho ningún mal! — me recrimina Cecilia. Esta señora me esta empezando a hartar.

— Su sobrino se mete donde no le interesa y me desafia cada vez que me ve. Estas son las consecuencias. Si no quiere usted también irse al calabozo, marchese. — le advierto a Cecilia. Ella me mira llorando y se marcha.

Veo a Rafael que sigue temblando ante mi presencia, le hago un gesto con la mano a Renato y nos dirigimos a la celda donde está Christopher. Al llegar vemos como los policias le quitan la camisa y lo amarran quedando suspendido con los brazos arriba. Me acerco a él y observo su rostro ¿Por qué insiste en desafiarme? ¿Cree que va a doblegarme?

— Puede torturarme todo lo que quiera Doña pero eso no va a cambiar mi manera de actuar. — me desafia él.

— Ya lo veremos Uckerman. Renato ya sabes lo que tienes que hacer. — le ordeno.

Renato se pone unos guantes y agarra un látigo, lo tensa y empieza a darle latigazos en la espalda haciendo que Christopher emita quejidos de dolor. ¡Un,dos,tres latigazos más! Al principio sentía satisfacción pero ahora algo dentro de mí me dice que pare, que lo deje en paz, pero no puedo, simplemente este hombre me saca de mis casillas y no puedo parar, tiene que aprender que conmigo no se juega.

— ¡¿Aún sigues queriendo desafiarme Uckermam?! — le pregunto sonriendo levemente con maldad.

— ¡No me importa lo que hagas conmigo!¡Seguiré actuando de la misma manera así te pese! — me desafia de nuevo él. Este hombre tiene los huevos bien puestos. No me teme. El único que no me teme.

— Bien. Estarás aquí una semana como dije y para que veas que no soy tan mala, haré que liberen a tus hermanos pero si ellos se acercan a mis hermanas les va a ir peor que a ti. — le digo seria. Él me mira con furia. Yo río con maldad. Cree que va a intimidarme.

— ¿Qué hago con él Doña? — me pregunta Renato. Miro a Christopher y después a él.

— Torturalo un poco más y después lo dejas ¿Entendiste? — le ordeno a Renato. Él asiente.

Cuando estoy apunto de salir de la celda escucho la voz de Christopher dirigida a mí. Me giro y lo miro a los ojos.

— Esto no se quedará así Doña, se lo juro. — me amenaza él. Yo lo miro riendo con maldad.

— ¿Crees qué te tengo miedo? No Uckerman hace años aprendí a no temerle a nadie. Espero disfrutes tu estadia aquí en comisaría. Adiós. — le digo seriamente.