Capítulo 39 (especial 3)

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♡Capítulo que les romperá un poquito más su corazón♡

Narra Eustaquia

Entro a la casa de Marcelo con las niñas. Ellas corren a la cocina para llevar las cosas y ordenarlas.

Las dejo ahí entretenidas y voy a buscar a Dulce. La puerta de Marcelo está abierta. Frunzo el ceño.

Escucho la risa de Marcelo. Me estremezco de miedo.

No. Por favor que no sea lo que estoy pensando.

Lentamente me acerco a la habitación y veo a Marcelo salir de la intimidad de Dulce.

Me tapo la boca aterrada y con lágrimas en los ojos. No. Por dios, no.

Otra vez no. Otra vez la misma desgracia no. Ese miserable a violado a su propia sobrina.

¡Quiero matarlo!

Camino hacia él hecha una furia e intento golpearlo con todas mis fuerzas pero él agarra mis muñecas apretandolas fuerte.

— ¡Miserable!¡Has violado a tu propia sobrina! — le grito furiosa.

Él rie borracho.

— ¡Y como la he disfrutado! Esa perrita es una fiera, he tenido que golpearla hasta que se ha quedado quietecita. — dice él con una sonrisa asquerosa seguramente recordando lo sucedido.

Lo miro con rabia y lágrimas en los ojos. Es un ser despreciable.

— ¡Es tu sobrina!¡La hija de tu hermano!¡¿Que no te da vergüenza?! — le grito asqueada. Él me mira con molestia.

— ¡Y a mi que me importa! Esa niña me la pone dura. Además se nota que ya ni era virgencita. —  dice él hablando mal de Dulce.

Lo miro con rabia.

— ¡Claro que no lo es!¡La violaron hace poco maldito y tu acabas de revivirle la desgracia! — le grito llena de ira. Él rie sin importarle nada. — Me la voy a llevar de aquí. Prefiero vivir con ellas debajo de un puente que a que este cerca de ti para que la violes cuando te de la gana. — añado furiosa.

Él me mira con mucha molestia. Aprieta aún más mis muñecas.

— No os vais de aquí y mucho menos Dulcesita. Os quedáis aquí y punto. Si os vais os perseguiré y le haré daño a las niñas.  Tengo amigos en todas partes que con sólo una llamada no os dejarán salir del pueblo. — nos amenaza.

Rie y se aleja de mi para encerrarse en su habitación.

Volteo a ver la cama donde yace Dulce con los ojos abiertos, sangre  en sus labios, un ojo morado y llorando en silencio otra vez.

Me acerco rápidamente y la veo desnuda. Con la marca de las manos de Marcelo en los brazos y en los muslos de Dulce. Su cuello también tiene marcas.

Lloro.

Mi pobre niña ha vuelto a ser ultrajada. Mi pobre niña ha vuelto a revivir la peor de las pesadillas y lo peor de todo es que no he podido hacer nada para salvarla otra vez. Nada.

Voy a buscar a las niñas. No quiero que estén solas mientras ese loco este en casa. Almenos debo protegerlas a ellas. Les pido que me ayuden a bañar a su hermana y así lo hacen.

Metemos a Dulce en la bañera, hacemos que se siente y la empezamos a enjabonar con cuidado a no rozarle mucho las heridas y moratones recientes.

Ella llora en silencio. Sus lágrimas caen lentamente por sus mejillas. Su mirada vuelve a estar perdida como hace dos meses. Otra vez la han desgraciado, otra vez la han obligado, otra vez a vuelto a sufrir la violencia de un hombre, pero lo peor de todo esque está vez a sido su propio tío, su propia familia.

Irresistible TentaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora