Capitulo 18

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~~Joaquín en multimedia~~

Narra Dulce

Lo he matado. Esta muerto. Ese traídor malparido está muerto y justo al lado está Joaquín llorando como una nena.

— Lo mataste. Era uno de tus hombres. — Me dice Joaquín llorando. Lo miro con asco.

— Sí, lo maté ¿Y qué? Era un traidor. Me traicionó. Era un maldito infiltrado ¿Creías que no me daría cuenta Joaquín? No confío en casi nadie. Siempre estoy alerta a cualquier movimiento extraño de alguno de mis hombres. Supe que alguien le había pagado una suma millonaria para que se llevará a mi hija y utilizarla contra mi...— le contestó con odio y rabia. Él tiembla.

— Pero tú...Lo...Lo mataste...— me dice él aún sin creer lo que acaba de ver. Cerdo miedoso.

— ¿Qué creías Joaquín?¿Qué después de todo iba a ser la misma? No. No lo soy, ni lo seré jamás. Quien me traiciona muere, así de simple. Adivina quien será el siguiente si no me dices lo que quiero saber. — le informo y amenazo.

— Por favor...No lo hagas...No...no me mates. No puedo decirte nada.....— me suplica el muy cerdo. Le pego un fuetazo en la cara.

Definitivamente La paciencia es un don que no tengo.

— Ya me tienes hasta la madre. No quieres decirme nada. Estupendo, lo haremos de otro modo. — le miro con odio y de mi se escapa una sonrisa maligna.

Renato desaparece de la habitación para minutos después aparecer con unos palos de hierro oxidados para después entregármelos. Joaquín me mira con miedo.

Eso, tiembla, llora, suplica. Porque desearás nunca haberme conocido y nunca haber nacido.

— Dul...Du....Dulcesita....¿Qué....Qué...vas ha...hacer con eso? — me pregunta él con terror en sus ojos. 

Sonrío levemente y acto seguido le clavo los palos de hierro en los muslos casi llegando a las rodillas. Joaquín da un grito desgarrador. Hago una leve sonrisa y lo miro con satisfacción. Sufre malparido.

— ¿Que pasó?¿Te Dolió? Eso no es nada, aún hay más. — le informo. El me mira entre lágrimas de dolor y como si viese al díablo encarnado.

Renato me da unas pinzas de batería enganchadas a la electricidad del la habitación y se las engancho a Joaquín en los palos de hierro. Le pongo un trapo en la boca al maldito cerdo y miro a Renato de reojo haciéndole una señal que él entiende perfectamente.

Joaquín convulsiona al sentir la electricidad por su cuerpo. Renato ha bajado la palanca para ello. La vuelve a subir a mi señal y Joaquín me mira con odio.

— ¿Vas a decirme ahora lo que quiero saber?¿O prefieres otra descarga? — Le amenazo. Renato vuelve a bajar la palanca. Joaquín convulsiona. Vuelve a subir la palanca.

Joaquín no responde, solo llora de dolor. Llora suplicando que pare pero no lo haré. No pararé hasta conseguir mi objetivo. Hasta hacer justicia.

— Por favor...ten compasión de mi. Por favor...No más. Esto....Esto es cruel. — me sigue suplicando entre lágrimas. Lo miro con un odio infinito.

¿Compasión?¿Piedad? Nunca. Jamás. Y menos con él. Todo aquel que me traicione o lástime sufrirá el infierno en la tierra y despues conocerá la muerte.

Y si, muchos me juzgarán, pensarán que soy un monstruo, una asesina sin escrúpulos, sin sentimientos. El diablo en persona tal vez. Conozco muy bien mi propia historia, por lo tanto soy la única que puedo juzgarme, criticarme y aplaudirme como yo quiera.

Irresistible TentaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora