Capítulo 90

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~Al fin he acabado el capitulo. Preparen pañuelos. ~

💎El escalofrió es un aviso...No lo ignores. Observa bien el entorno.💎

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Narra Ana

Todo se descontrola en un segundo. Daniela cae en la arena con una herida de bala en el pecho por salvar a Dylan, los gemelos lloran aterrados al verla así. Lucas corre hacia ella, se quita la camisa e intenta tapar la hemorragia con ella mientras miles de lágrimas bajan por su rostro. Las maestras intentan proteger a todos sus alumnos y llevárselos pero están todos los niños asustados, llorando y corriendo del miedo llamando a sus mamás. El resto de personas de la playa huyen despavoridas dejándose la mitad de sus pertenencias en la arena importándoles solo sus vidas. 

Thiago y yo sacamos nuestras armas, desde hace meses que prefiero ir armada a todos lados y tanto papá como Lucas han enseñado a mi novio a usarlas. Disparamos a los tipos que empiezan a acercarse para atacar a mis hermanos. 

Ese era el objetivo de Rodrigo. Matar a mis hermanos. 

Corremos hacia Daniela y Lucas, este carga a mi hermana mientras Thiago y yo nos encargamos de agarrar a los gemelos. Nos escondemos detrás de un muro mientras nos defendemos disparando. Veo al tipo que disparo contra Daniela y la rabia se apodera de mí, veo como los hombres de mamá y Lucas aparecen de repente, corro hacia ese malnacido esquivando balas y disparando a cuanto malnacido se me cruza por el camino hasta llegar al tipo que se atrevió a intentar matar a un niño e hirió de gravedad a mi hermana. 

Lo golpeo, él no se defiende al saber quien soy, le apunto con mi arma llena de ira mientras escucho toda la balacera que hay a mi alrededor. Me mira con temor y yo simplemente lo miro con toda la seriedad del mundo, deseando dispararle en el cráneo por lo que ha hecho. 

— Así te quería tener maldito, vas a lamentar haberle disparado a mi hermana e intentar matar a un niño de 6 años. — lo maldigo aún apuntándole en la sien. Él niega con la cabeza.

— Yo no fui quien disparó esa bala. Fue mi jefe, Veneno. Si te fijas en la herida de bala que tiene tu hermana, es de una bala de francotirador, no de una pistola.  Te lo juro. — confiesa él temblando ante mi mirada. 

Rodrigo, disparaste a tu propia sangre. 

Sin pensármelo dos veces le disparo en el cráneo al hijo de puta matándolo en el acto. Estoy cansada de tanta guerra, de tantos muertos y lágrimas. Ojala todo acabe pronto y ya no hayan más muertes que lamentar. Suena el celular del tipo, contesto al ver el nombre "Jefe". 

— Rata asquerosa, le disparaste a tu propia hija. Ahora mi hermana está muriéndose por tu maldita culpa.  — le reclamo llena de ira. 

— Yo no quise dispararle a ella, esa maldita bala era para uno de tus hermanitos gemelos. Jamás os dañaría a propósito a ti o a tu hermana. Fue un error.  Sois mi sangre. — responde él con enojo por lo sucedido. 

— ¡Eres el peor ser del mundo! Intentar matar a unos niños es ruin y monstruoso, ellos no te han hecho nada. 

— ¡Tu madre tiene la culpa!¡Esa zorra me las debe y juré que iba a cobrárselas con lo que más le duela! — grita él enfurecido.

— Y sufrirá, claro que sufrirá por lo que acaba de pasar. Daniela puede morir por ese balazo, si ella muere, te aseguro que no habrá lugar en la tierra donde te escondas. Yo misma te encontraré y ayudaré a mamá a acabar con tu maldita existencia. Y ahora, si quieres salvar a tu hija, manda a retirar a tus hombres para que podamos llevarla a un hospital. — le advierto y le cuelgo sin darle tiempo a replicar. 

Irresistible TentaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora