Capítulo 34

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Narra Christopher.

Ella me mira con los ojos llenos de furia. Sus manos hacen puños. Su mandíbula se tensa y si con un mirada se pudiese matar yo ya estaría bajo tierra.

Le sonrío feliz de verla tan hermosa como siempre, ella me mira con ganas de matarme. Se pone sería, como siempre hace.

Va a decirme algún comentario hiriente.

— ¿Que mierda haces aquí?¿Como me encontraste? — pregunta ella.

— Tengo mis contactos. — le respondo sin delatar a Eustaquia.

Ella achina los ojos mirándome con reproche.

Tan bella como maldita.

— No entiendo que está pasando aquí ¿Se conocen? — interrumpe la voz de Juan.

Él es amigo mío de la Universidad.  Tiene fama de mujeriego desde siempre y algo me dice que querrá conquistar a mi fiera si es que no ha intentado hacerlo ya.

Eso me hace hervir la sangre. Mataré a Juan si se atreve a coquetear con ella.

Ella me mira en silencio, lo más seguro es que este pensando las mil y una maneras de matarme.

Decido contestarle a Juan.

— Sí, nos conocemos. Ella es...— intento responder pero Dulce no me deja acabar.

— Yo seré tu peor pesadilla si no me dejas en paz. Lárgate de mi vista. — me advierte ella.

Le da coraje mi presencia. Sé que intenta olvídarme pero no la dejaré. La amo y me ama. Eso es lo único que importa aunque tampoco dejaré que me humille como le de la gana.

— No me voy. Vine a ver a mi viejo amigo y no me iré porque tu me lo pidas. Lo siento preciosa. Yo me mando sólo. — le digo desafiandola con la mirada y mis palabras.

Sé la rabia que le da que la contradigan y desafien.

Enfurece aún más.

— Bien. Quédate con tu amigo. No quiero seguir viendo tu cara de mierda. — me insulta pero no me ofendo. Sé que cuando está enojada no se aguanta ni ella sola. Mira a Juan, este le sonríe coqueta. Le romperé la cara. — Gómez, mañana vendré a acabar de organizar nuestro negocio de los hoteles. Me largo. — añade ella despidiéndose de él. 

Juan el sonríe de nuevo y besa su mano todo caballeroso. Ella le aparta la mano bruscamente.

Odia estás cosas. Juan rie, encuentra gracioso la actitud de Dulce.

Cuando ella le dispare veré si se rie como ahora.

— Un placer atenderla guapa. Nos vemos mañana para acabar nuestros negocios ¿Te invito a cenar? — le coquetea él.

Lo miro con ganas de estrangularlo. Ella no será una más de sus conquistas. No lo permitiré.

Además conociendola lo mandará a la mierda más pronto que tarde.

— No. Ceno en mi casa con mi familia. Adiós. — dice secamente sin perder la compostura.

Río por lo bajo. Sé que está aguantando sus ganas de mandar todo al carajo pero su ambición por el dinero le puede más.

Negocios son negocios según ella.

Voltea y camina hacia adelante ignorando mi presencia.

Sonrio. Tan orgullosa y hermosa al mismo tiempo.

— Adiós preciosa, nos volveremos a ver, no lo dudes. — le digo provocando su ira.

Cualquiera diría que soy un suicida pero no me importa. La amo y lucharé por ella aunque tenga que recibir golpes o disparos. Sólo por ella.

Irresistible TentaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora