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Siento que un brazo me envuelve cuando despierto y me giro despacio para encontrar a Valerie dormida frente a mí. Una pequeña parte de su pelo rubio cae sobre sus hombros y el resto se extiende sobre la almohada.
Me incorporo para observarla mejor y, al hacerlo, sus ojos se abren despacio y sonríe al verme.
Aún en silencio, junto nuestros labios sin que ambas dejemos de hacerlo y después me apoyo en su pecho mientras ella acaricia mi cabello con suavidad.
-Es la mañana perfecta- susurra entrelazando su mano libre con la mía.
Alzo la cabeza para mirarla y me pierdo en sus oscuros ojos, pero eso no me impide acariciar su mejilla y besarla de nuevo muy suavemente, como la primera vez que lo hicimos hace año y medio.
-Tú eres perfecta- susurro sin separarme.

-El baile de compromiso será dentro de dos semanas y la boda se celebrará el mes que viene- informa el rey mientras desayunamos. De nuevo, mira a mi padre para pedirle un favor y yo aprieto la tela de mi vestido con fuerza-. Eric, te necesitamos para ambos eventos.
-Por supuesto, majestad- contesta en una amplia sonrisa que me hace querer cerrar los ojos y gritar.
La mirada de mi madre se encuentra con la mía y su expresión, antes alegre, se vuelve compasiva.
"Papá nunca descansa" escucho mi voz de pequeña sollozar por, de nuevo, tener que cancelar un día en familia por su trabajo.
El tiempo va pasando y observo cómo todos los platos se van vaciando excepto el mío.
-Emma- la reina llama mi atención de forma amable- ¿Te encuentras bien, cariño?
No la miro a ella si no a mi madre, porque tendría que haber sido quien lo hubiese preguntado, pero no lo ha hecho.
Reprimo las ganas de chillar aquí mismo y me levanto con brusquedad causando que las patas de la silla rocen el suelo de manera desagradable. Todos los ojos se posan en mí ya que no me he movido, tan solo he logrado llamar la atención; la de mi familia, la de los reyes. Pero ninguno se acerca para darme un abrazo y ofrecerme el consuelo que ahora mismo necesito.
"Deja de armar un escándalo", susurra alguien en mi oído agarrando mi mano con fuerza y obligándome de nuevo a sentarme. Respiro hondo y me alejo con rapidez antes de que ocurra de verdad notando los nervios crecer en mi estómago.

-¿Puedo pasar?- pregunta Valerie abriendo despacio la puerta de mi habitación.
Aparto la vista del exterior para posarla en ella y hago un leve asentimiento con la cabeza.
Se sienta frente a mí y yo no tardo en acercarme y apoyarme en su pecho, acurrucándome cerrando los ojos.
-No quiero que lo hagas- sollozo apretándome más contra ella-. Sé que es egoísta, pero no quiero que haya nadie más en tu vida aparte de mí.
La siento sonreír y besa mi cabeza con suavidad, separándome para que la mire mientras acaricia mi mejilla. Deja un tierno beso sobre mis labios que dura menos de lo que me gustaría y pega su frente a la mía al separarse.
-Yo también quiero que tú seas la única que haya en la mía.
Quiero volver a juntarme, pero la puerta se abre de golpe y Victoria se acerca corriendo para lanzarse sobre mí, llorando sin poder controlarse.
—Vicky— habla Valerie con suavidad acariciando su cabello— ¿Qué ocurre, pequeña?
Ésta se separa sin dejar de sollozar y se gira para mirarla, limpiando sus lágrimas antes de contestar.
—Mamá.
No tiene que decir más para que la aparte de encima y salga corriendo de la habitación hasta llegar a la de mis padres, donde ambos se encuentran tumbados en la cama.
Mi madre está dormida pero su cara delata dolor y mi padre está a su lado, acariciándola con suavidad sin dejar de sufrir por su estado.
—¿Qué ha pasado?— pregunto en un hilo de voz acercándome despacio a ellos.
Mi padre aprieta más su mano y las lágrimas resbalan por sus mejillas.
—Estaba pintando— contesta sin dejar de sollozar—. Vicky y yo hemos ido a buscarla y la hemos encontrado en el suelo desmayada— apenas levanta la cabeza para mirarme y respira hondo—. Los reyes ya han hecho ir a buscar al médico pero...
Los quejidos de mi madre le hacen volver a centrarse en ella y se acerca para susurrarle al oído.
—Tranquila, mi amor, pronto te recuperarás.
—Sabes que siempre lo hace— susurro tan bajito que, aún estando a su lado, no me escucha.
Me siento despacio en la cama y abrazo su espalda con fuerza haciendo que él sostenga mis manos sobre su pecho.
Tras unos segundos, se gira para dejar que me apoye en su pecho y nos tumba a ambos junto a mi madre. Sonrío al observar que en ningún momento ha soltado su mano antes de cerrar los ojos y no tardar en quedarme dormida.

—Siento haberte obligado a decidir— escucho decir bajito a mi padre aún adormilada.
Me giro despacio mientras abro los ojos y veo que ahora se encuentra de rodillas frente a mi madre.
Su mirada se encuentra con la mía y se levanta despacio para colocarse de nuevo a mi lado, ésta vez solo junto a mí, envolviéndome en sus brazos y dejando un largo beso en mi cabeza.
—El médico ya se ha marchado— sigue susurrando destrozado—. Dice que despertará en un par de horas pero que será mejor que siga descansando el resto del día.
Me separo para mirarle y aprieto los labios antes de atreverme a preguntar.
—¿Qué tenía que decidir?
La expresión de mi padre cambia al instante por terror y sé que debería haberme callado.
Sus ojos se cierran y sus pulmones se hinchan despacio volviendo a centrar la vista en mi madre.
—Algo que pasó hace mucho tiempo.
Quiero seguir preguntando, pero escucho a mi madre moverse junto a mí y ambos sonreímos al mirarla.
Ella nos imita y se incorpora despacio para apoyarse en mí, tomando tanto mi mano como la de mi padre y acariciándolas con suavidad.
Éste se coloca a su altura y se acerca para juntar sus labios, moviéndose por el colchón sin separarse para colocarse sobre ella profundizando el beso.
—Emma está aquí— sonríe mi madre deteniéndose y mirándome desde abajo.
Mi padre suspira y se incorpora despacio sin apartar la vista de ella.
Es su tesoro, su bien más preciado. La única persona por la que destruiría todo si algo malo le ocurriese.
—Será mejor que busque a Víctoria y le diga que ya estás bien— digo levantándome e ignorando el nudo que se forma en mi garganta.
Salgo al pasillo para buscar a mi hermana pero ver a Valerie a lo lejos me hace cambiar mi prioridad.

Royal Secret (Reales III)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora