La habitación de mi hermano está a oscuras cuando me adentro y, aunque sé que estará dormido, me acerco a su cuna para verle por segunda vez.
Pero no hay un bebé de apenas tres semanas en ella, sino una niña algo más mayor, de pelo castaño cobrizo y ojos de un azul intenso. Yo.
Me alejo, sobresaltada, al tiempo que ésta se desvanece y otra escena aparece en su lugar.
Mis abuelos, mis padres, Jared.
-O Eric y tú os casáis o te deshaces del bebé. Pero dejarás de pertenecer a esta familia si no haces alguna de esas dos cosas.
Mi madre solloza temblando bajo el fuerte agarre de mi abuelo en su brazo.
-No podemos seguir escondiéndote, Ashley. La gente del pueblo sabrá lo que ha ocurrido en algún momento. Y entonces qué crees que pensarán de nosotros.
Sollozos, de nuevo, como la única respuesta.
-Dirán que ha conseguido lo que quería gracias a ese bebé- contesta Jared con una sonrisa maliciosa en el rostro-. Ashley tendrá que dejar la Corona y yo por fin seré el futuro gobernante. Un buen plan, hermanita. Parece que no eres tan tonta como pensaba.
Por primera vez me fijo en el vientre de mi madre, ya en un estado bastante avanzado, y un sollozo se escapa de mis labios al darme cuenta de que, de nuevo, soy yo quien se encuentra en su interior.
Todo es para recordarme lo que nunca debió suceder.
-Si ese bebé nace te juro que no disfrutará de nada de lo que tú has tenido hasta ahora- gruñe mi abuelo apretando más su agarre-. Así que piensa qué quieres hacer, porque el tiempo no deja de correr en tu contra.
Mi abuela y mi padre permanecen en silencio, tan solo observando la escena. Mi madre la mira con lágrimas en las mejillas y ésta desvía la vista al suelo.
No me incorporo asustada ni grito al despertar, solo miro a Valerie, profundamente dormida, a mi lado.
Respiro hondo y me levanto despacio para hacer algo que no implique volver a cerrar los ojos. Porque si lo hago la pesadilla volverá. Porque, aunque me mantenga despierta, las voces siguen inundando mi cabeza.
Ni siquiera me molesto en coger la bata cuando salgo al frío de la noche, dejando que me golpeé con fuerza y se cuele en mis huesos. Pensar que tiemblo por eso y no por el miedo que he empezado a sentir.
Una tela cálida cae sobre mis hombros con suavidad y unos brazos me acercan a su pecho.
Mi madre se mantiene en silencio mientras me da calor y, cuando trato de separarme, ella me aferra más contra sí.
-Por favor- susurra en un sollozo-. Necesito que me necesites.
Como antes, cuando era pequeña y acudía en su busca por el mínimo problema que tuviera, aunque fuese lo más sencillo de solucionar.
-No creo que pueda hacerlo más- murmuro soltándome con brusquedad y alejándome unos pasos, con la vista clavada en la nieve a mis pies.
-Lo siento- solloza de nuevo volviendo a acercarse, y yo vuelvo a retroceder.
-¿Por ocultarme secretos?- pregunto llorando también, todavía sin mirarla- ¿Por qué sabías lo que podía ocurrir al acostarte con papá y aún así lo hiciste, solo para buscar tu propio beneficio?
-Te quería, Emma- contesta tratando de tomar mis manos, pero me rehuso envolviéndolas en la tela de mi camisón-. No solo por lo que hubiera significado tenerte en ese momento.
Suelto una carcajada al saber que me entiende, porque ambas hemos compartido ese sueño.
-El problema es que, aunque os hubieseis quedado aquí, también me habrían utilizado. Tú me habrías utilizado. Mi propia madre a su propia hija. ¿Sabes cuánto odio a Valerie por haberme ocultado? Porque para ella solo era una diversión, algo para distraerse de su rutina. O eso era lo que siempre creía.
-No te habríamos ocultado- responde con suavidad-. Habríamos querido que el pueblo supiese de tí, como ahora, y...
-Querías deshacerte de la Corona- la interrumpo alzando la vista-. Y yo era la mejor opción. Porque tus padres, por fin, habrían accedido a tus súplicas y, aunque no de la forma que tú querías, te hubiera sido suficiente- me acerco a ella, apretando los puños, hasta pegar mi frente a la suya-. Tenerme fue el acto más egoísta que has podido cometer. Y te odiaré para siempre por ello.
Su boca se abre para contestar, pero la cierra de nuevo y retrocede en silencio hasta el interior del castillo.
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Royal Secret (Reales III)
Romance*Historia sin corregir* Emma ha crecido rodeada de joyas, vestidos preciosos y tiaras. Pero ninguna de esas cosas le corresponde a ella o a su familia. Viviendo bajo un protocolo que no le incumbe pero que intenta seguir lo mejor posible, a sus 15 a...