Royal Secret (Reales III)

7

Toda la gente se encuentra en el salón de baile, incluidos mis padres y mi hermana. Todos presentes para celebrar el regreso de la Princesa y su futuro compromiso.
Y yo me encuentro en un rincón, alejada, con mi vestido elegante que me hace parecer alguien importante cuando no soy más que la hija de dos trabajadores del castillo.
Cuando Valerie aparece, los aplausos inundan la estancia y, a medida que avanza hacia su lugar, las personas la saludan mediante reverencias y sonrisas en sus rostros.
No puedo evitar sentir una punzada en el estómago cuando su mirada ni siquiera se cruza con la mía, tan ocupada en su papel real que no tiene tiempo de buscarme.
La multitud se congrega de nuevo y una música comienza a sonar al tiempo que Valerie se sienta en su trono junto a sus padres. El baile ha comenzado y ellos son los espectadores.
-Emma- la mano de mi padre sobre mí hombro me hace dejar de temblar aún sin saber que lo estaba haciendo. Me giro hacia él mientras respiro hondo y esboza una leve sonrisa- ¿Por qué no vienes con nosotros? Victoria no deja de decir que quiere bailar contigo.
Rio un poco y tomo su mano para caminar juntos hasta donde están mi madre y mi hermana, quien me abraza con fuerza en cuanto me ve.
Acaricio su cabello con suavidad sin dejar de envolverla con mis brazos y me agacho despacio para quedar a su altura.
-¿Quieres que vayamos a bailar?- pregunto sonriendo a lo que ella asiente de inmediato.
Sin esperar a que me incorpore, agarra mis manos y tira de mí para detenernos en un amplio espacio donde no molestaremos a nadie mientras nos movemos.
La pequeña se coloca frente a mí y me aprieta con más fuerza empezando a girar lo más rápido que puede haciendo que yo también lo haga.
-Creía que habías dicho que querías bailar- casi grito inclinándome un poco hacia atrás.
-Ésto es más divertido- exclama entre carcajadas que me termina contagiando.
-¿Puedo interrumpir?- escuchamos tras unos minutos y sonrío al reconocer la voz por encima de la música.
Mi hermana se detiene de golpe y se separa para lanzarse a sus brazos.
Valerie la estrecha entre ellos y luego se levanta posando su mirada en mí.
Se acerca despacio sonriendo con timidez y extiende nerviosa sus manos hacia las mías, pero me alejo antes de que pueda tocarlas y hago una reverencia todo lo lento que puedo sin mirarla.
-¿Te gustaría bailar conmigo?- pregunta casi en un susurro.
Victoria nos observa sin dejar de sonreír y, cuando se da cuenta de que la estoy mirando, corre de nuevo con nuestros padres.
Intento seguirla pero Valerie agarra mi brazo apretándolo con suavidad por unos segundos.
-Por favor- suplica en un hilo de voz-. Es aburrido tener que esperar sentada hasta que...
-Ésta bien- la interrumpo con seriedad sin querer que termine la frase-. Pero me dejarás marcharme antes de que ocurra.
Valerie frunce el ceño tardando en comprender a qué me refiero, cogiendo mi mano cuando lo hace y atrayéndome hacia ella para abrazarme.
-No puedo obligarte a que te quedes.
Niego con la cabeza aunque no ha sido una pregunta y me aprieta más contra su pecho.
Siento que empiezo a quedarme dormida sobre sus brazos y mis piernas no tardan en fallar y hacerme caer sin que Valerie me suelte, por lo que acabamos juntas en el suelo mientras escuchamos exclamaciones de asombro por parte de la gente.
Varios pasos apresurados se acercan a nosotras y alguien se agacha a mi lado para levantarme con cuidado.
-Éste no es sitio para dormir, mi niña- mi padre bromea abrazándome contra él y dejando que siga descansando en su hombro.
-Llévala a su habitación, Eric- escucho decir al rey sonriendo-. No es necesario que permanezca aquí más tiempo si ya conoce las noticias.
Sé que mi padre es consciente de cómo me tenso ante sus palabras, pero aún así solo asiente y camina despacio hasta alejarnos del ambiente de la fiesta.
Cuando llegamos a mi habitación, siguiendo el mismo ritmo, mi padre me ayuda a tumbarme en la cama y me arropa con cuidado besando mi frente con cariño después.