—¿Sabes que estás preciosa mientras duermes?— habla Valerie con dulzura cuando comienzo a despertar.
Me acerco y dejo un pequeño beso en sus labios que ella se niega a deshacer, así que me abraza girando para quedar sobre mí y presionar su cuerpo contra el mío.
—Veo que ambas estamos de acuerdo en lo que queremos ahora— sonrío en sus labios a lo que suelta una carcajada volviendo a unirse a mí—. O quizás deberíamos parar y vestirnos para ir a desayunar.
Valerie niega con la cabeza y entrelaza nuestras manos.
—He decidido que quiero pasar el día contigo.
—¿Solo éste día?— pregunto pegándome más a ella.
Sonríe y me besa de nuevo.
—Todos los días— susurra—. Tu y yo, lejos de todo protocolo real— cierra los ojos y suspira cansada—. Así sería más fácil.
Acaricio su mejilla y dejo un lento beso en su frente a lo que ella responde hundiendo los labios en mi cuello.
—Eres mi persona favorita en el mundo— casi sollozo apretándola de nuevo contra mí.
Pero unos golpes en la puerta nos hacen separarnos, aunque despacio, y que Valerie se levante para abrir.
—¿Qué haces aquí?— pregunta con clara molestia en su voz.
Escucho una carcajada del otro lado de la puerta que me hace esconderme bajo la sábana y cerrar los ojos con fuerza.
—Tus padres te esperan para desayunar.
—Los reyes— le corrige—. No tienes derecho a tutearlos ni a pensar que ya eres parte de mi familia, porque eso nunca ocurrirá.
Ahogo un sollozo cuando el príncipe golpea a Valerie que no hace más que empeorar la situación, puesto que se acerca a la cama y tira todas las mantas al suelo, dejándome al descubierto.
Sus ojos se encuentran con los míos y comienzo a temblar al sentirme impotente. Me agarra del brazo obligándome a levantarme y camina hasta hacerme chocar con la pared, donde me aprieta fuertemente contra ella, pero es a Valerie a quien dirige la mirada.
—¿Qué crees que dirán tus padres cuando se enteren de lo que hacéis en ésta habitación? ¿Cuando sepan la verdad sobre vosotras, sobre la verdadera razón por la que rechazas casarte conmigo?
—Por favor, suéltala— solloza dando un paso hacia nosotros.
El príncipe vuelve a reír y sus ojos se clavan de nuevo en mí como miles de cuchillos.
—Todo es culpa tuya— escupe con rabia, apretando más su mano en mi cuello—. Si nunca hubiese existido, si tus padres no se hubiesen marchado, ahora yo podría tener una oportunidad de hacerme con mi propio destino.
Aun entre lágrimas y con la respiración entrecortada, consigo agarrar su brazo y contestar.
—Dijiste que tú serías el siguiente heredero, ¿por qué te importa si Valerie no te acepta como su esposo?
—Porque ahora mis padres vendrán y verán que su Princesa, su querida hija, no está muerta, y que tiene descendencia. Y volveré a quedarme atrás en la línea de sucesión.
—No deberías haber escrito esa carta, entonces— intento reír pero los pulmones me queman.
—Habrían venido a la boda de todas formas.
Un brazo envuelve el cuello del príncipe, tirando para liberarme de su agarre y haciéndome caer al suelo mientras intento normalizar mi respiración.
—Te dije que te mantuvieras alejado— escucho la voz de mi padre y, al incorporarme, observo que está repitiendo su agresión hacia mí.
—No puedes matarme— sonríe el príncipe y él aprieta más contra la pared.
—No me tientes, Jared. Sé que todos, tus padres incluidos, estaríamos mejor sin tí. Porque lo único que parece satisfacerte es menospreciar a las personas usando su propia debilidad en su contra, especialmente con tu misma familia.
—Eric, por favor— Valerie se acerca corriendo y apoya las manos en el brazo con el que mi padre aprieta la muñeca del príncipe—. Así solo conseguirás que mis padres te guarden rencor y que puedan alejarme de Emma.
Sus palabras causan el efecto deseado y mi padre se separa de golpe de él.
—Si vuelvo a verte cerca de mis hijas no lo dudaré— le amenaza antes de que se marche en silencio.
Mi padre me mira preocupado al tiempo que las lágrimas caen por mis mejillas con rapidez, pero no se acerca a mí si no que deja que sea Valerie quien lo haga.
—Traeré aquí vuestro desayuno— dice caminando hacia la puerta pero se gira de nuevo hacia nosotras—. Cerrad la puerta y no dejéis que entre nadie excepto yo.
Valerie asiente mientras me ayuda a levantarme despacio y mi padre me dirige una mirada de profunda tristeza antes de dejarnos solas de nuevo.
—¿Crees que puedes llegar a la cama mientras yo cierro la puerta?— pregunta con suavidad intentando sostenerme ya que he dejado todo el peso en ella.
Pestañeo como respuesta y avanzo con las piernas temblorosas hasta dejar caerme sobre el colchón, cerrando los ojos intentando tranquilizarme.
Valerie apenas tarda segundos en volver junto a mí, envolviéndome en sus brazos y acariciando lentamente ml cabello.
—Llévame a mi habitación— suplico con la voz entrecortada.
Sus caricias se detienen y me separa un poco para mirarme.
—Pero tu padre ha dicho...
—Por favor— pido de nuevo apretando la tela de su camisón.
Valerie asiente no muy convencida y nos levanta a las dos, pero apenas consigo avanzar unos pasos cuando todo se vuelve negro a mi alrededor.
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Royal Secret (Reales III)
Romance*Historia sin corregir* Emma ha crecido rodeada de joyas, vestidos preciosos y tiaras. Pero ninguna de esas cosas le corresponde a ella o a su familia. Viviendo bajo un protocolo que no le incumbe pero que intenta seguir lo mejor posible, a sus 15 a...