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-Ha sido muy descortés por tu parte no asistir al entierro, Emma. El rey ni siquiera lo ha mencionado, pero sé que le ha molestado muchísimo lo que has hecho, y todo por... En realidad no lo sé, ¿sabes? Así que, por favor, explícame por qué has elegido justo este día para tener otra de tus rabietas.
Al ver que sigo sin contestar, se sienta en el borde de la cama mirándome fijamente.
Siento las lágrimas picarme en los ojos, pero las limpio sin darles tiempo a salir y aprieto más mis rodillas contra mi pecho.
Mi padre suspira cansado y se levanta para acercarse de nuevo a la ventana.
-Sabes que habrá cosas que no podrás evitar cuando seas Reina, y asistir a los funerales de cualquier Familia Real amistada con nuestro reino es una de ellas- se gira para volver a mirarme y yo escondo el rostro en mis piernas.
-¿Eso fue lo que te dijeron a tí?- pregunto en un murmullo apenas audible-. ¿Por eso has asistido, porque sentías que era tu deber como el futuro Rey consorte que habrías sido junto a mamá?
Le escucho respirar de nuevo y acercarse, más despacio, apoyándome en su pecho con suavidad.
-Lo he hecho porque nos consideraba parte de su familia- susurra.
Otra vez el pasado. Otra vez teniendo que aceptar la realidad: que la madre de Valerie no va a volver, que nunca más volveremos a verla y ella no podrá vernos convertirnos en reinas, ni ver crecer a su hijo y a mi hermano y a Vicky.
Un sollozo se escapa de mi garganta y me separo con brusquedad saliendo de la habitación.
Llamo con insistencia a la puerta mientras mi vista se empieza a nublar por las lágrimas.
Valerie me mira a escasos centímetros, todavía vestida de negro y el velo del mismo color cubriendo su rostro. Yo no puedo hacer otra cosa más que levantar esa tela y refugiarme en sus labios y, aunque al principio le cuesta, me corresponde y tira de mí para adentrarnos en su habitación.
-Lo siento- sollozo tras unos segundos apoyando mi frente en la suya.
Ella entrelaza nuestras dedos y cierra los ojos volviendo a besarme, esta vez con suavidad.
-No podía obligarte a venir por mucho que me empeñara en hacerlo- sonríe separándose un poco y caminando hacia la cama.
Nos sentamos y apoyamos la cabeza en la otra acariciando con cuidado el dorso de las manos.
-¿Qué va a pasar ahora?- pregunto tras unos minutos.
Cuando Valerie se incorpora y se decide a contestar, la puerta se abre.
Bajo la vista para evitar la mirada del Rey, pero este se acerca a nosotras, colocándose frente a mí, y coge mi barbilla entre sus dedos para obligarme a alzar la cabeza hacia él.
-Valerie, déjanos a solas, por favor- ordena sin siquiera dar un vistazo a su hija.
Su mano aprieta la mía por última vez antes de obedecer y el silencio se hace de nuevo hasta que la puerta se cierra.
-Siento no haber asistido al funeral- hablo apenas en un susurro-. No me sentía...
-No he venido para eso, Emma- me corta soltándome y dando un paso atrás-. He venido a hablar de tu futuro. Del de tu hermana, en realidad, ahora que sabemos que el bebé que esperaba mi esposa es un niño.
"Creo que la Corona prevalece sobre la familia". Suelto una risa sarcástica al darme cuenta de que sí, lo hace; porque el rey solo ha guardado unos días de luto antes de volver a su deber en el Trono, como si hubiese querido esperar a que su esposa descansase bajo tierra para ello.
-Vicky tendrá que casarse con él- murmuro apretando las manos en las sábanas.
-Así es, pero sé que has intentando convencerla para evitarlo cuando fuiste tú quien lo propuso.
-Valerie- le corrijo-. Fue Valerie quién lo hizo.
Su risa resuena en la habitación y yo me encojo un poco.
-Y tú lo aceptaste.
Asiento despacio volviendo la vista a mi regazo.
-En ese momento no pensé lo que conllevaría- las lágrimas resbalan por mis mejillas y cierro los ojos haciendo que caigan más rápido-. Solo quería una solución para que aceptaseis mi futuro matrimonio con Valerie.
-Ese es el problema: no habrá un futuro para vosotras de ahora en adelante si no accedes a que tu hermana cumpla con su deber.
Vuelvo a mirarle, asustada, y él estira una mano para coger la mía, acuclilándose.
-Si Victoria no se casa con mi hijo cuando tengan la edad para ello, me veré obligado a romper vuestra unión, por muchos años que hayan pasado, para casar a mi heredera con el de otro reino y que continúen así nuestro linaje familiar.
-Pero el bebé...
-No es el primogénito y, dado que la única razón por la que Valerie ha rechazado su deber es por tí, no veo inconveniente en poder hacerlo si ocurre.
Se incorpora y se acerca a la puerta para salir pero, antes de abrirla, me mira por encima de su hombro.
-Espero que te haya quedado claro lo que tienes que hacer.
No contesto y él tampoco lo espera, así que me deja sola en la habitación, donde apenas tardo unos segundos en derrumbarme.








Royal Secret (Reales III)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora