Paso junto a Valerie los días siguientes, asistiendo a sus lecciones, durmiendo en su habitación; cualquier cosa que me mantenga alejada de mis padres porque, cuando les vea, querré preguntar. Y ya me han dejado claro que no piensan ayudarme.
-Deberías intentarlo de nuevo- susurra Valerie acariciando mi brazo.
Me giro hacia ella haciendo que la sábana se enrede más en mi piel y rozo su nariz con suavidad.
-No quiero que mi madre se preocupe más de lo que está- suspiro cerrando los ojos-. Y tampoco quiero que mi padre se enfade.
-A mí tampoco me gustaría verlo- dice sonriendo-. Los padres enfadados dan mucho miedo.
Suelto una carcajada y me recuesto en su pecho mientras ella vuelve a acariciarme.
Nos quedamos un rato en silencio hasta que alguien llama a la puerta y nos miramos sabiendo que nuestro día tranquilo se ha terminado.
-De nuevo a la rutina.
Me incorporo para que ella pueda hacerlo y sus labios se juntan a los míos unos segundos.
-Al menos tengo compañía- susurra ampliando más su sonrisa.
-Siempre la tendrás- imito su gesto besándola de nuevo-. Te quiero.
La puerta vuelve a sonar y ambas giramos los ojos antes de levantarnos y empezar a vestirnos.
Un escalofrío me recorre y aprieto la mano de Valerie con fuerza al ver a mi madre y a la reina tras ésta.
-Ashley está lista para pintar el retrato junto a tu prometido- informa su madre tan solo mirándola a ella.
Valerie frunce el ceño y mira a mi madre.
-Pensaba que no se haría hasta unos días antes de la boda.
-Y así era, pero ha cambiado de opinión y le pidió a tu padre hacerlo lo antes posible- vuelve a hablar su madre-. Está esperando en el Salón del Trono.
Ella suspira y avanza hacia delante soltando mi mano, en silencio, para cumplir con otra de sus obligaciones como Princesa.
-Te esperamos allí- le dice la reina a mi madre antes de marcharse también, dejándonos solas frente a la otra.
Inspiro hondo y me apoyo en la puerta cruzándome de brazos.
-¿Cuándo vas a dejar de deshacerte de Valerie para poder hablar conmigo?- pregunto más borde de lo que quería sonar, así que cierro los ojos y vuelvo a respirar-. Quiero decir que puedes pedírmelo directamente- hablo de nuevo suavizando la voz.
Mi madre mantiene su vista sobre mí unos segundos y se marcha sin contestar.
Giro la cabeza para mirar una última vez el cuarto de Valerie y cierro la puerta para irme a mi habitación.Un ruido fuerte a lo lejos pero en el interior del castillo me saca de mi lectura, haciendo que deje el libro a un lado y me levante hasta dar con su origen.
Apenas tardo en encontrarlo y mi corazón se detiene ante la escena: mi madre, sentada en el suelo junto a la pared y el caballete caído a unos metros de ella.
-Mamá.
Me acerco y me arrodillo a su lado tomando sus manos. Observo de nuevo a mi alrededor antes de volver a hablar.
-¿Qué ha pasado?- pregunto colocándome frente a ella, pero tiene la mirada perdida y ni siquiera sé si me escucha.
No digo nada más y la acerco despacio a mí para abrazarla con fuerza.
La puerta vuelve a abrirse minutos después y mi padre se acerca corriendo a ella, apártandome y siendo él quien la envuelve en sus brazos.
-Sal de aquí- me ordena de forma brusca sin mirarme.
Pero no puedo moverme, solo pensar en sí ésto es culpa es mía. ¿Habrá recordado la última vez que hablamos y lo que no me es capaz de contar? ¿Estarán esos miedos ahora mismo en su interior, haciéndola sufrir hasta dejarla sin respiración?
-Emma- mi padre llama de nuevo mi atención, mirándome está vez sin soltar a mi madre-. Te lo suplico, márchate.
Abro la boca para responder, pero un sollozo eclipsa mis palabras.
Mi padre cierra los ojos e inspira con fuerza, tratando de calmarse por ahora tener que ocuparse de las dos, como si fuéramos niñas pequeñas que están muy asustadas.
-Ven aquí- susurra acercándose a mí y abrazándome también contra su pecho-. Vicky está en la cocina, ve con ella mientras yo me ocupo de mamá, ¿vale?
Me separa para mirarle y yo asiento asustada y con lágrimas resbalando por mis mejillas.
Deja un largo beso en mi frente ayudándome a levantarme y camina junto a mí hasta la puerta, casi teniendo que arrastrarme por seguir paralizada. Por eso le veo decidir, de nuevo, a quién de las dos socorrer primero. Y consigo volver en mí cuando soy yo la elegida.
-No- musito apretando su brazo con fuerza-. Mamá te necesita más.
Él asiente con rapidez y me suelta despacio antes de correr de nuevo junto a ella.
No me atrevo a mirarles y avanzo siguiendo la pared para llegar a la cocina.
-¡Emma!- Victoria se levanta deprisa y se acerca para abrazarme por la cintura-. ¿Te encuentras bien? Estás temblando.
La miro desde arriba y sus ojos grises reflejan preocupación, pero me fuerzo a sonreír y me agacho a su altura colocando un mechón de pelo tras su oreja.
-¿Y papá? Se ha ido corriendo cuando Beatrice ha venido y no había dicho nada- pregunta ladeando un poco la cabeza.
Sus ojos se abren al mirar tras mi espalda y, sin darme tiempo a contestar, sale corriendo de nuevo en esa dirección.
-¡Papi!
De nuevo, se tira a sus brazos y éste la levanta del suelo para dar vueltas sobre sí mismo, haciendo que la pequeña ria de felicidad. Solía hacerlo también con Valerie y conmigo cuando teníamos su edad y, en éste momento, comprendo la tristeza de mi madre cuando me acusó de haberme alejado.
-Emma- la voz de mi padre me hace alzar la vista y le encuentro a él y a mi hermana mirándome con atención-. Le decía a Vicky que, ya que ahora no tengo trabajo de hacer, podemos pasar tiempo juntos. ¿Te parece bien?
Asiento con rapidez sonriendo todo lo que puedo y ellos imitan mi gesto.
-¿Qué queréis hacer, entonces?- vuelve a hablar dejando a Victoria en el suelo.
Ambas nos miramos sin dejar de sonreír y exclamamos al unísono:
-¡Jugar al escondite!
Mi padre suelta una carcajada y observo en su mirada la felicidad de poder pasar tiempo con sus dos hijas sin que nada le distraiga.
-¡Cuenta tú, papi!- exclama Victoria tirando de su brazo repetidamente y dando pequeños saltitos en el sitio.
-Muy bien- dice dando una palmada y pasando su vista de mi hermana a mí sin dejar de sonreír- ¿Preparadas?
Ambas asentimos y él tapa sus ojos con las manos empezando a contar.
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Royal Secret (Reales III)
Romance*Historia sin corregir* Emma ha crecido rodeada de joyas, vestidos preciosos y tiaras. Pero ninguna de esas cosas le corresponde a ella o a su familia. Viviendo bajo un protocolo que no le incumbe pero que intenta seguir lo mejor posible, a sus 15 a...