Royal Secret (Reales III)

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El futuro matrimonio de mi hermana no debería ser un debate, porque ni siquiera debería existir tal posibilidad, y sin embargo me encuentro junto a ella y mis padres hablando sobre él.
Aunque yo ni siquiera he dicho una palabra en todo el tiempo que llevamos en la habitación. Bien. El rey no impidió a mis padres que hicieran a su hija cambiar de opinión.
Victoria se acerca despacio a la cuna de Brandon y envuelve dos de los barrotes con fuerza a la vez que frunce el ceño con la vista fija en el pequeño.
-Cuando deba dar un bebé ya seremos mayores- habla tan bajito que casi murmura, como si fuese un secreto entre los dos-. Pero si me enamoro de otra persona que no sea el Príncipe antes de que eso ocurra, el rey separará a Valerie y a Emma para casar a su hija con otro Príncipe o persona de la realeza para que sea ella quién tenga al bebé, cómo debía haber sido en un principio.
Respiro hondo al notar, de nuevo, que está repitiendo unas palabras que no son suyas, si no las que le han explicado mis padres lo más fácil que han podido.
-Vicky- mi padre se arrodilla a su lado y pasa un brazo por sus hombros.
Pero no le da tiempo a añadir más antes de que la pequeña comience a llorar y se refugie en su pecho con fuerza.
La coge con cuidado y se levanta despacio.
-Tranquila, cariño- susurra dejando un beso en su cabeza.
-Está bien, ¿verdad?- solloza separándose para mirarle primero y después a mí, haciendo que me encoja un poco-. Todavía queda mucho y, a lo mejor, cuando llegue el momento ni siquiera tengo a alguien que quiera como tú y mamá lo hacéis entre vosotros.
Ambos se miran entristecidos y mi padre aprieta más a la pequeña contra su pecho.
-No tiene por qué ocurrir- habla mi madre bajito acercándose despacio y poniendo un mechón de pelo tras la oreja de mi hermana-. Pero no creo que sea algo malo si lo hace, cariño- sus ojos vuelven a encontrar los de mi padre y sonríe un poco-. A veces no puedes controlar a tu corazón y, simplemente, te dejas llevar por unos sentimientos que no sabías que existían hasta que esa persona aparece.
-Pero nosotros pudimos elegirnos- sonríe juntando sus labios por unos segundos.
-Creo que se refiere a su madre y a mí, ¿verdad, Ashley?
La noto tensarse al escuchar a mi abuelo y se abraza a mi padre y mi hermana.
-Pero yo no quiero que pase- habla de nuevo Vicky en otro sollozo-. Si lo hace, Emma y Valerie tendrán que separarse, y yo no quiero que lo hagan por mi culpa.
Tomo una respiración tan profunda que siento que me desmayaré antes de expulsar el aire, por lo que ocupo el asiento donde estaba mi madre y hundo la cara en las manos.
—¿Emma?— la pequeña baja al suelo y se acerca a mí, descubriendo mi rostro y colocando mis manos en sus mejillas—. Lo intentaré, ¿vale? Prometo que no dejaré que nadie se enamore de mí y que yo no lo haré de nadie para no romper el acuerdo.
—No quiero que me odies— sollozo apretando los párpados al darme cuenta del egoísmo en mis palabras.
Es ella quien me abraza, es ella quien actúa de hermana mayor y me promete que nunca podría hacerlo porque me quiere demasiado.