Niño #2

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Espero que les guste~

Sun Wukong sonrió enormemente, sintiendo las miradas de todos los presentes sobre él...o más específicamente, las miradas centradas en el niño ansioso entre sus manos.

-Hey~- rompió el silencio de la habitación, acomodando al menor. Podía sentir la tensión en ese pequeño cuerpo, sus pequeñas manos aferrándose a su ropa con fuerza, también podía notar como los miraba a todos con los ojos bien abiertos y luciendo cauteloso.

-Ho...mi...- Mei chillo de repente, llamando la atención y haciendo el el niño se sobresaltada. -¡Eres tan lindo~!- se lanzó y antes de que alguien pudiera reaccionar, le arrebato el niño. -¡Mini-MK es adorable!- restregó su mejilla contra la ajena, sin darse cuenta de un detalle. MK estaba tenso, asustado luego de haberse encontrado repentinamente en frente a un gran demonio, emocionado por haber conocido a su ídolo, abrumado por tantas miradas sobre él y tembloroso por el toque extraño. Su labio inferior tembló, se sentía abrumado e hizo lo único que podía en ese momento. Lloro, con fuerza, retorciéndose entre los brazos de la chica tan familiar pero desconocida al mismo tiempo. Todos los demás quedaron sorprendidos. -¡Lo siento! ¡Lo siento!- repitió frenéticamente, sin saber como calmarlo.

-Aquí, dámelo- el mono se acercó, tomando al niño con suavidad. Él no sabía cómo lidiar con el llanto pero iba a intentarlo. Lo abrazo de tal manera que MK pudiera enterrar su rostro en su hombro, ya podía sentir como su ropa se mojaba de a poco. -Ya, ya, amigo. No pasó nada, ella solo quería abrazarte, no pasó nada malo. Todo está bien, te tengo- susurro, palmeando la pequeña espalda con suavidad y torpeza, esperando que eso funcionará. Tardó un poco pero logró que dejara de llorar después de unos minutos, los demás mirando la extraña escena en silencio. Era raro ver al gran Sun Wukong siendo tan suave, consolado a un niño pequeño. -¿Te sientes mejor?- preguntó, sintiendo cómo el pequeño asentí a suavemente pero sin salir de su pequeño escondite. -¿Qué te parece un buen baño, ropa cómoda, comida y una siesta? Suena bien, ¿no es así?-

-N-No me dejes solo...p-por favor- maldición, esa suave súplica le llego al corazón.

-Tengo que hablar con mis amigos aquí pero te daré algo para que no te sientas solo- se saco algo de pelo, soplo y un clon con ropa en mano apareció justo a su lado. Eso llamó la atención del niño, quien levantó la vista para mirar con asombro infantil al clon, quien le sonrió enormemente. -¿Qué te parece, niño? ¿Iras con él mientras yo hablo aquí?-

-Esta...bien- acepto después de pensarlo unos segundos. Fue entregado a los brazos del clon, quien lo sostuvo con tanta suavidad como el original, y no pudo evitar pasar las manos por el pelaje ajeno. -Tan suave~- tarareo con asombro, dejándose llevar. Todos esperaron a que los pasos del clon ya no se escucharon para voltearse a ver al mono, quien se sobresalto un poco.

-¿Qué rayos fue lo paso?- preguntó bruscamente Pigsy, frunciendo el ceño.

-Es una historia complicada- y se dispuso a explicar lo sucedido.

~Monkie Kid~ 1️⃣Donde viven las historias. Descúbrelo ahora