Arreglando el Pasado

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Tengo que decir que este es cap que más me a costado hasta ahora y ya puedo imaginar lo que me costara la continuación xD

Espero que les guste~

Nota: Tengan en cuenta que en ningún lado especifica que sucedió entre Wukong y Macaque, así hice lo mejor que pude :3

Nota-2: ¡Muchas gracias a hikaru-fukawara por la ayuda!

-¿Por qué me hace limpiar a mi?- MK hizo un puchero, viendo la habitación de gran tamaño con el motón de cosas que su maestro había acumulado en quien sabe cuanto tiempo. Bufo, mucho de eso era mercancía con el rostro de Wukong, mercancía que el solo había visto en internet, y otro tanto parecían ser objetos desconocidos que no se atrevía a tocar del todo. Mientras limpiaba, tropezó, chillando con pánico para agarrar lo que se que cayera antes de que golpeara el suelo y en su paso, tropezando con una caja. Suspiro de alivio, viendo con curiosidad el pequeño reloj de arena que casi se había roto en su torpeza, de madera y con algo en dorado grabado en los bordes. Bajo la vista, viendo entonces que la caja con la que había tropezado se había abiertos, mostrando fotos. -Ho...- guardo el pequeño reloj en su bolsillo, arrodillándose al al lado de aquella caja, mirando en su interior. Eran fotos y dibujos al parecer, con rollos un poco más al fondo. Los miro, riendo ante la cantidad de fotos de los pequeños monos de pelaje blanco que trepaban el gran árbol que había en el lugar, viendo las pinturas de aspecto antiguo dibujadas en pergaminos de rostros que no conocía y que de seguro habían sido amigos de su maestro en el pasado, algo llamando su atención. Un dibujo en particular, un mono de pelaje castaño claro y un mono de pelaje oscuro, ambos sentados en le borde de algún lugar, las colas ligeramente entrelazadas. Eran familiares y MK no tardo en saber quienes eran. -Monkie King...Macaque...- rozo con los dedos la pintura, sin querer que se estropeara. -...parecían buenos amigos...- murmuro para si mismo. Por lo poco que sabía del par de monos, habían sido amigos en algún momento pero algo había pasado, algo lo suficientemente malo para separarlos. Pregunto pero Wukong se negó a hablar de aquello, no quería molestar a Macaque y abrir algún tipo de herida, aunque se había arriesgado a preguntar a DBK y a su esposa pero ellos tampoco sabían nada. -...desearía saber que paso entre ustedes dos...- no noto el brillo dorado que venia de su bolsillo, un brillo que se hacia cada vez más intenso.

-Deseo concedido- se sobresalto ante la voz, viendo con pánico como algo parecido a arena lo empezó a rodear, bloqueando momentáneamente su vista del exterior. Fue solo un segundo, la arena desapareciendo lentamente

-¡¿Dónde estoy?!- chillo, mirando a su alrededor, sobresaltándose al escuchar un gran estruendo. Vio, con los ojos bien abiertos, la pelea que se desarrollaba frente a el, destellos dorados y negros saliendo con cada golpe.

-Tu pediste ver lo sucedido...- miro a su lado al escuchar la repentina voz, viendo a la chica parada a su lado, con el cabello largo y de color plata, sus ojos dorados fijos en la pelea que sucedía frente a ellos. Ella se volteo a verlo con tranquilidad, el pudiendo notar entonces el extraño símbolo color plata que tenía ella en la frente. -...y yo cumplí con tu deseo-

-¿Deseo? ¿Cuál deseo?- recordó, de repente, lo que había dicho en voz alta y lentamente, metió su mano en su bolsillo, agarrando el pequeño objeto que allí había guardado, sacándolo y viendo el pequeño reloj de antes pero con el grabado en dorado brillando para su sorpresa. Un objeto mágico, por supuesto que era un objeto mágico. -Rayos...- había metido la pata. Un fuerte grito lo hizo volver a ver la pelea, curioso. Parecían estar más cerca ahora, así que MK pudo ver bien la expresión de su maestro. Se veía enojado, traicionado y triste, con los ojos dorados llenos de dolor, luciendo como si estuviera a punto de llorar. MK no pudo evitar estremecerse, esa expresión no le quedaba a ese rostro que usualmente le sonreía.

-¡Se supone que éramos amigos!-Wukong piso fuerte, un cráter generándose a su alrededor por su poder. MK pudo ver, con sorpresa y con tensión, las lagrimas que empezaban a salir de aquellos ojos dorados, corriendo libremente por las mejillas del mono. Miraba fijamente a Macaque, quien se veía dolido y triste, gruñendo y mostrando los colmillos, con aquel gran mono oscuro elevándose tras él.-¡¿Dónde estabas cuando me dejaron atrapado bajo aquella montaña!? ¡500 años solo!- gruño y MK podía escuchar el dolor en su tono de voz. -¡¿Dónde estabas cuando grite por alguien?! ¡¿Donde mierda estabas cuando mis gritos de clemencia y ayuda llegaron a los dioses que se burlaron de mi, cuando mis lágrimas me ahogaron o cuando llegue a rezar por alguien que me hablara?! ¡¿Donde estabas Macaque?! ¡¿Donde era que te encontrabas?!- la voz rota de su maestro pareciera demostrar sus emociones con la tierra y el mundo, sintiendo un fuerte viento. Como si el mundo sintiera su dolor.

-¡No puedes reclamarme nada, Wukong!- gruño Macaque, sonando tan dolido como el dios. -¡Me abandonaste! ¡Me dejaste! ¡Se suponía que éramos un equipo pero los elegiste a ellos!- había lagrimas saliendo de sus ojos y el corazón de MK dolía, dolía por el obvio dolor y enojo que estaban sintiendo esos dos en esos momentos. -¡Me abandonaste para quedarte con ellos! ¡Me remplazaste!-

-¡Son mis amigos, mi familia!- grito, refiriéndose a su pequeño grupo de viaje.

-¡Yo era tu familia, mal agradecido!- su expresión se arrugo, obviamente molesto por aquella respuesta.

-¡No!- MK grito al verlos lanzarse uno contra el otro, viendo como se golpeaban, viendo como se lastimaban entre ellos. -¡¿Por qué hacen esto?!- no lo entendía.

-Wukong se sintió traicionado cuando Macaque no lo visito en los 500 años que estuvo atrapado bajo la montaña y Macaque se sintió traicionado cuando Wukong decidió quedarse con ese grupo raro en vez de volver con él- explico la chica a su lado. -Fue un malentendido, uno que creció hasta volverse en un rencor que ninguno de los dos supo como enfrentar y con esta pelea se llego a un limite...- señalo hacia la pelea, justo cuando Wukong logro lastimar uno de los ojos de Macaque, quien retrocedió todo lo posible con un grito, cubriéndose la herida con su mano. MK sintió nauseas ante la sangre que escurría entre los dedos del mono de pelaje oscuro, esa debió ser la cicatriz que su gran sombra mostraba. -...Wukong lastimo a Macaque y le dio la espalda para siempre, mientras que Macaque juro vengarse de quien lo lastimo de muchas maneras- y sucedió lo que ella decía, el corazón del menor apretándose ante la escena. Su maestro alejándose de su contraparte, quien se quedo arrodillando en el suelo y con la cabeza baja, un charco de sangre y lagrimas formándose en el suelo, sus hombros temblando por sus sollozos.

-¡No!- sollozo. Sabia que la historia entre ese par no era linda pero esto era doloroso de ver, amigos separados por un malentendido y mucho rencor, solo ocasionando que ambos se sintieran dolidos y quedaran solos. -¿Puedo arreglarlo?- la miro, suplicante, acunando el pequeño reloj entre sus manos.

-Cualquier cambio en el pasado, afectara el futuro- ella lo miro con seriedad. -¿Estas dispuesto a arriesgar tu presente...para arreglar su amistad?- pregunto, dudosa de las intensiones ajenas.

-Yo...- MK jadeo, mirando el desastre que había quedado de la pelea, recordando la tristeza en los rostros ajenos, recordando la soledad que mostraban esos dos en su tiempo. No quería eso, quería ayudarlos, arreglar lo que se había roto. -...si, estoy dispuesto- y esa era la verdad, enfrentaría las consecuencias. -¡Quiero arreglarlo, déjame arreglarlo! ¡Por favor!- la miro con ojos serios, suplicante hasta cierto punto. Ella la miro, luciendo sorprendida, su expresión relajándose lentamente.

-A tus ordenes- asintió, extendiendo delicadamente una de sus manos y él la agarro, viendo la arena rodearlos hasta que no pudo ver nada a su alrededor y simplemente cerro los ojos por un momento. Se había metido en una loca y rara situación.

~Monkie Kid~ 1️⃣Donde viven las historias. Descúbrelo ahora