~Monkie Kid~ 1️⃣

Gas de la Risa

En donde vivo no se usa el gas de la risa y tampoco tengo muy en claro si en el mundo de Monkie Kid se usa pero fue lo mejor que se me ocurrió, así que trátenme con mucho cariño xD 

Nota: El Gas de la Risa es un gas incoloro con un olor dulce y ligeramente tóxico, con efecto anestésico y disociativo.​ Los efectos inmediatos del gas de la risa incluyen euforia, entumecimiento del cuerpo, sensación de sedación, mareos, risas incontroladas, descoordinación, visión borrosa, confusión, debilidad y cansancio.

Nota-2: Voy a tener que dividirlo porque resulto que quedo más largo de lo esperado ^_^

Petición de: Misslittlelectura

Macaque gruño, mirando el teléfono dejado no muy lejos de él, escuchando ese estruendoso sonido que era el intro de uno de las series de Wukong, todo por culpa de esa niña dragona. Se levanto y se acerco con grandes pasos, tomando el teléfono y casi apuñalándolo para atender la llamada, aliviado de que aquella odiosa canción se detuviera.

-¿Qué?- bufo, sin necesidad de acercar mucho el dispositivo gracias a su buena audición.

-¡Sombrin, mi mejor amigo!- se escucho la voz de Mei, sonando ligeramente nerviosa.

-MK se sentiría ofendido al escucharte- sonrió al escucharla tropezar con sus palabras, intentando corregir lo que había dicho. -¿Qué necesitas, niña?- preguntó, teniendo un presentimiento.

-¡Necesito un favor!- dijo, una voz gritonas de fondo diciéndole que se apure. El mono movió su cola, su presentimiento era correcto. -MK fue al dentista hoy y alguien tiene que ir a buscarlo porque está super drogado con gas de la risa pero yo estoy atrapada en un problema con mi padres...- hablo con prisa, obviamente apurada. -...¿Puedes ir por él? ¿Por favor?-

-¿Cambiaras el tono de llamada de este infernal aparato? Porque es horrible- sonrió ante el sonido ofendido que hico ella.

-¡Lo haré!- acepto, impulsada por las voces de sus padres que le ordenaban que se apurara. -¿Vas por el o tengo que llamar al Señor King?-

-Voy- eso lo hizo sentir mucho mejor, lo habían llamado a él antes que a Wukong. Ufff, eso le iba a doler en el orgullo a ese odioso dios. -Dame la dirección- colgó con ella gritando agradecimientos frenticos y después de recibir un mensaje con la dirección, se movió con sus poderes hacia el lugar, apareciendo justo frente a la puerta y entrando con tranquilidad. Llamo la atención, sintiendo la mirada de quienes estaban en la sala de espera en él, pero los ignoro, caminado hacia la puerta, golpeándola ligeramente. La puerta se abrió al poco tiempo, mostrando a un hombre, quien parpadeo al ver al mono.

-Ho, ¿vienes por MK?- sonrío el humano, el de pelaje negro asintiendo con algo de rigidez. Interactuar con los humanos era raro, no lo hacia muy seguido a menos que en serio lo necesitara. -Llegaste justo a tiempo, sígueme- y se adentro, el mono siguiéndolo, ambos deteniéndose frente a una de las tantas puertas que había en el pasillo. Abrí la puerta, dejando ver a MK allí, recostado en la silla del dentista, con los ojos perdidos en el techo. -Hey MK, vinieron a buscarte-

-Hey Kid- sonrío ligeramente cuando el menor se volteo a verlo, notando la expresión atontada en el rostro ajeno. Una lenta y tonta sonrisa dibujándose en el rostro del chico.

-¡Macaque!- se levanto repentinamente y se lanzo hacia el mono sin pensar mucho en realidad, riendo alegremente, abrazándolo y apoyando su mejilla en el hombro ajeno, algo adormilado pero contento de ver a su amigo allí.

-Ufff...- bufo ante el repentino peso entre sus brazos, sujetándolo sin mucha dificultad, curioso y divertido por la actitud ajena. El chico de por si era cariño pero esto, esto era diferente.

-Estas aquí~- rio, restregando su mejilla contra el hombro en el que se estaba apoyando.

-Sip, aquí estoy- tenía la sensación que MK diría muchas tontearías. Miro al dentista, quien los estaba mirando con diversión y con un papel entre sus manos. -¿Algún consejo?- enarco una ceja, agarrando el papel que el hombre le extendía con la cola, sus manos sujetando al menor y manteniéndolo de pie.

-Intenta que duerma, es el mejor consejo que puedo darte- rio el hombre.

-Buen consejo, lo intentare- asintió y los hundió en una sombra, yendo hacia la casa del menor.

... ... ... ...

Resulto que...MK, drogado con gas de la risa, no quería dormir y solo quería asustar a su pequeña familia.

-¡Baja ese cuchillo, MK!- gruño Pigsy con el ceño fruncido, más preocupado que molesto, viendo al desorientado chico con un cuchillo en mano.

-Pero quiero un sándwich...- hizo un puchero, luciendo triste, mirando el intento de sándwich que había hecho. Era un desastre, uno que el chef iba a limpiar una vez que ese cuchillo estuviera lejos del chico drogado...y una vez que el niño estuviera lejos de la cocina.

-¿Ya puede comer?- miro a Macaque, quien suspiro con cansancio. Le había dado la espalda al chico por un segundo, solo un segundo, y se había escapado a la cocina. No podía quietarle los ojos de encima al parecer.

-Ya paso una hora, así que si- asintió después de mirar el reloj en la pared.

-Te hare un sándwich pero deja ese cuchillo y sal de mi cocina- ordeno con seriedad, señalando y a pesar de sus palabras, el puchero ajeno solo se agrando.

-Mi sándwich...- se quejo. El mono hizo una pequeña sombra en el techo, algo cayendo en su manos antes de que la sombra desapareciera.

-Hey Kid...- llamo, levantando lo que tenía cuando el chico lo miro. -...mira a quien vino a verte- sacudió al mono de peluche que había sacado directamente de la habitación ajena.

-¡Momo!- sus ojos brillaron con alegría, sonriendo, soltando el cuchillo y acercándose rápidamente, abrazando al peluche con cariño. -Mira Mac, es Momo- sonrío, sujetando el muñeco frente al rostro del mono, quien sonrío ligeramente ante la emoción infantil por un simple muñeco.

-Si, es Momo- coloco su mano en la espalda ajena, empezando a empujarlo ligeramente hacia la puerta para salir de la cocina. -Apuesto a que Momo quiere ver una película- MK empezó a divagar, emocionado, mencionando todas las películas que podían ver con Momo y Mac, mientras que Pigsy suspiro de alivio cuando el mono se llevo al chico fuera de la cocina. Esperaba que el efecto de ese gas pasara pronto.