Algo que simplemente se me ocurrió y no pude resistirme a escribirlo
Espero que les guste~
Nota: Ostraaaaaas, quedo mucho más largo de lo esperado xD
Mei había llegado a su departamento, mostrando una gran sonrisa que no significaba nada bueno para alguien en particular, arrastrándolo sin ninguna advertencia hasta el gran y aterrado castillo, empujando al gruñón y gritón Red Son a un lado para entrar sin ningún tipo de permiso. Recibieron amenazas y gritos de parte del pelirrojo, quien les exigía que se largaran de su hogar, pero Mei lo ignoro por completo y se adentro pero en algún momento, MK se perdió en el gran castillo, sin saber exactamente por donde ir. Así que camino a paso lento por los pasillos, viendo con asombro y curiosidad las decoraciones a su alrededor. Paso por en frente de una puerta entreabierta, un suave y simple tarareo de algún tipo de melodía que no reconocía llamando su atención y haciendo que se detuviera de repente, tieso. La suave voz femenina haciendo que algo viniera de repente a su mente.
MK no recordaba muy bien a su madre, quien había muerto cuando era muy joven. No tenía fotos de ella, así que no podía recordar exactamente como se veía, pero en sueños podía escuchar su voz tarareando para él y si tenía mucha suerte, hasta podía sentir sus manos acariciando su cabello con suavidad. Era un recuerdo, uno lejano y muy borroso, uno que le traía un cierto consuelo pero una gran tristeza al mismo tiempo.
No era la misma voz, ni siquiera era la misma persona, pero el suave tarareo lo hacia sentir repentinamente melancólico y extrañamente confortado. Se sentía invasivo, era un intruso en una casa donde ni siquiera lo habían invitado, pero se acerco de todas formas, sentándose al lado de aquella puerta y apoyándose contra la fría pared, queriendo disfrutar de la melodía por un rato aunque sea. Sus ojos se cerraron en algún momento, dormitando.
-¿Puedo ayudarte en algo, sucesor?- se sobresalto ante la repentina voz, tenso y tieso al ver la puerta abierta, la Princesa Iron Fan parada allí y mirándolo con tranquilidad.
-¡Oh, cielos santo!- chillo, retorciéndose en el suelo y levantándose apenas tuvo la oportunidad, mirando a la mujer y retrocediendo unos cuantos pasos, jugando con con sus manos en un gesto nervioso. -¡P-Princesa, discúlpeme, yo no estaba...!- no sabía como explicar lo que estaba haciendo, tropezando con las palabras. -¡Ya me voy, adiós!- le dio la espalda, dispuesto a correr y perderse aun más en los pasillos del gran castillo, solo para darse cuenta de que ni siquiera estaba avanzando. -¿He?-
-¿Vas a algún lado?- ella lo estaba agarrando del borde de su campera, mostrando una sonrisa divertida ante su torpe e inútil intento de escape.
-¡Lo siento mucho!- chillo, decidiendo que disculparse era lo mejor que podía hacer. La mujer era fría y calculadora, quizás si se disculpaba tendría algo de piedad antes de se echado a patadas. -¡Mei me arrastro hasta aquí sin dejarme opción, no fue mi idea!- se sentía mal mandar a su amiga al frente pero estaba en pánico y soltando todo lo que se le viniera a la mente. -¡Lo siento mucho Princesa per me perdí en su gran y bonito castillo, no tengo idea de a donde debo ir o donde están su hijo y mi amiga pero le juro que no tenía malas intenciones!- estaba divagando, nervioso y ansioso.
-Oh...- Iron Fan observo, curiosa y confundida al nervioso chico que soltaba disculpas sin cesar. En niño no le desgradaba al decir verdad, solo era alguien inocente que había sido arrastrado una mala situación por culpa de un bastón mágico, algo torpe al decir verdad pero que parecía aprender a grandes pasos, a veces luciendo aplastado por toda la historia de Wukong que venia con lo de ser su sucesor pero en esos momentos, mientras balbuceaba disculpas a un gran ritmo, podía sentir algo diferente en ese chico. -Sucesor...- su instinto de madre, uno que le ayudaba a saber si su hijo tenía problemas o no, estaba hormigueando y decidió hacerle caso, incluso si el niño no era su hijo. -...¿esta todo bien?- enarco una ceja, usando un tono suave y tranquilo, soltando lentamente la campera ajena.
-¡Por supuesto que lo estoy!- la miro, ella no le estaba creyendo en lo más mínimo. -Es...una tonteria, en serio...- soltó con una sonrisa temblorosa en su rostro. -...no es nada de lo que deba preocuparse, Princesa-
-Deja que yo se la juez de eso- apoyo su mano en la espalda ajena, guiándolo suavemente por el pasillo. MK se mordió el labio inferior, indeciso, retorciendo sus dedos.
-¿Puede prometer...no decirle a nadie?- pregunto después de unos segundos, esperando recibir un rechazo absoluto y una oportunidad para correr para no volver a mostrar su cara por el castillo.
-Lo prometo- y se sorprendió ante la rápido respuesta. Sabía lo importante que eran las promesas entre demonios, que básicamente eran un pacto que no podrían romper, así que estaba muy sorprendido cuando ella accedió con tanta facilidad. No tenía una salida ahora.
-Bueno, yo...- se detuvieron, apenas notando que parecían estar en una sala de gran tamaño y de aspecto elegante. -...su tarareo...me recordó a mi mama...- los ojos de ella se abrieron ligeramente ante eso, sorprendida, pero se mantuvo en silencio, paciente. -¡N-No me malinterprete!- agito las manos, en pánico. -Sé que usted no es mi mama, ella murió cuando yo era muy pequeño...así que no puedo recordarla muy bien...pero...- lo último lo murmuro pero la mujer igual lo escucho. -...a veces...puedo escucharla tararear en mis sueños...y escucharla a usted...- cerro la boca, sin querer continuar exactamente, sintiendo que había dicho demasiado.
-Sucesor...- llamo suavemente, ligeramente preocupada al verlo tan ansioso, sintiendo algo en su interior estremeciéndose un poco antes las palabras ajenas. Para ella, él solo era un niño, demasiado Jover para su gusto. -...¿extrañas a tu madre?- porque todo lo que él decía le daba la sensación de eso. MK apretó los labios, indeciso y pensativo, retorciendo sus dedos.
-¿Esta mal...extrañar a alguien que realmente no recuerdo?- la miro con ojos llorosos. Siempre se había preguntado eso, si era extraño o no el extrañar a alguien que realmente no concia y que ni siquiera podía recordar.
-No...- las lagrimas ya estaban saliendo de los ojos del menor, quien parecía estar esforzándose por contenerlas. -...era tu madre, esta bien extrañarla- los ojos ajenos se abrieron ligeramente, mirándola con asombro y ella se pregunto si era la primera vez que alguien le decía eso.
-Oh...- más lagrimas saliendo, temblando ligeramente. Iron Fan era una princesa, un demonio de corazón frio y actitud calculadora para muchos, pero sobre todo eso, era madre, una que amaba a su hijo, y quizás esa parte de ella fue lo que la impuso a acercarse, rodeando suavemente al sucesor, sintiéndolo como se hundía en el repentino abrazo rápidamente. Las pequeñas manos se aferraron a su vestido rojizo, su rostro de hundió en su hombro y no tardo mucho en humedecer la tela con sus lagrimas pero a la mujer no le importo por el momento, simplemente lo abrazo. Empezó a tararear la misma melodía de antes de darse cuenta de que había alguien el pasillo, acariciando la espalda ajena, sintiéndolo temblar y escuchándolo sollozar.
Extra xD
-¡Niño de los fideos!- gruño Red Son, caminando a grandes pasos, buscando al odioso intruso. -¡Niño de lo fideos, más te vale no haber roto o te romperé los huesos!- no lo estaba encontrando y temía, por la reacción de sus padres, que ese loco los hubiera molestado de alguna manera. -¡Madre!- se sobresalto al verla en la sala, sentada en uno de los grandes y cómodos sillones que allí tenían. -¡Lamento mucho a los intrusos repentinos pero yo...!- se acerco y cerro la boca al instante al ver la extraña escena frente a él. El chico que tanto había estado buscando acostado a lo largo del sillón, dormido al parecer y con la cabeza apoyada en el regazo de su madre, usándola como almohada, ella luciendo extrañamente tranquila con todo eso. -Madre...- noto las manchas de lagrimas en las mejillas de MK, haciendo una ligera mueca, sintiendo una burbuja de preocupación creciendo en su interior. -...¿él esta bien?- pregunto suavemente.
-Lo estará, cariño. Lo estará- Iron Fan extendió su mano hacia su hijo, quien no dudo en acercarse y tomar la mano ofrecida, inclinándose, cerrando los ojos al sentir como su madre le daba un suave y cariñoso beso en la frente. Red Son se sentó en el espacio disponible al lado de la mujer, aun agarrando su mano y apoyándose ligeramente en su hombro, ella empezando a tararear, dándole un suave apretón a la mano de su hijo y pasando suavemente su otra mano por el cabello del sucesor. Ninguno de los dos notaron la suave y pequeña sonrisa que se estaba dibujando en el rostro de MK, quien se acomodo aun dormido.
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~Monkie Kid~ 1️⃣
Fanfiction¡Libro cerrado! Si algo se me ocurre, aquí lo publicare ^_^ Nota: La imagen de portada no me pertenece, la encontré en Pinterest. Derechos a su respectivo creador Nota-2: Aceptó ideas~ Nota-3: Cuidado, hay Spoiler :3 Nota-4: No escribo shipp por el...