~Monkie Kid~ 1️⃣

Otra Dimensión #4

Siento mucho si el capitulo se siente algo apurado pero soy muy mala para narrar peleas, así que hice lo mejor que pude xD

Espero que les guste~

-Sigo pensando que debiste quedarte en tu casa, querida- suspiro Queen con cansancio, parada sobre su nube y con su alumna agarrada a ella.

-¡Es mi amigo y voy a ir a salvarlo, nunca dejo un amigo atrás!- bufo MK con el ceño fruncido. Se había despertado, desorientada, recordando con pánico que se habían llevado a su versión masculina y notando entonces que el par de dioses monos iba a ir en su rescate. Ella no dudo en unirse, trepándose en la nube de su maestra a pesar de las quejas. -Monkie Queen...- habló, dudosa, recibiendo un suave tarareo como señal de que era escuchada. -...¿Él está bien?- preguntó, mirando al águila de colores llamativos que volaba frente a ella. Era Monkie King, transformado para buscar a su alumno.

-Esta bien pero muy molesto- suspiro la mayor, ya sintiendo la masacre que se avecinaba. -Estará más tranquilo en cuanto encontremos a MK-

-¿Y como lo encontremos?- preguntó la duda que había tenido desde que se subió a la nube. No parecía que estuvieran yendo a un lugar específico, sólo estaba siguiendo al águila.

-Nunca dudes de la conexión entre un maestro y sucesor- rio, sonriendo al notar como si versión masculina descendía de repente. Lo siguieron sin pensar, llegando al suelo, parándose frente a lo que parecía ser un edificio grande pero abandonado, luciendo bastante deteriorado y poco llamativo. Wukong volvió a al normalidad, mirando el lugar con los ojos brillando en dorado, frunciendo el ceño mientras recorría el lugar con la vista. Podía ver muchos demonios a los que no presto mucha atención, notando la gran máquina de aspecto extraño que parecía sacada de una película de ciencia ficción y algo más en la parte de atrás, conectado a la máquina con grandes tubos.

-Ahí esta- pudo verlo, encerrado en una especie de burbuja muy grande, pareciendo estar inconsciente por el momento. Gruñó y empezó a caminar a paso firme, dispuesto a entrar.

-Ho cielos...- suspiro con resignación, para después voltearse a ver a su alumna y apoyar sus manso en su hombro. -Escucha querida, quiero que entres lo más sigilosa que puedas, liberes a MK y lo saques de allí. Esperamos justo aquí fuera, ¿entendido?- la miro con seriedad. Era mejor tener al par de mortales lejos de la furia del dios, solo por seguridad.

-¡Si, señora!- asintió sin dudar, corriendo hacia dentro del edificio abandonado apenas la mayor la soltó y moviéndose por las sombras con todo el sigilo posible, ignorando los gritos de miedo y aprovechando que los demonios del lugar estaban más ocupados en intentar escapar del furioso Monkie King. Jadeo al ver a su otra versión, inconsciente dentro de una burbuja de gran tamaño, algo dorado saliendo de su cuerpo y yendo directo al gran tubo conectado en la parte de arriba de la gran burbuja. -¡MK!- llamo, golpeando la superficie, ignorando lo extraño que se sentía llamar con su apodo a alguien más. -¡MK!- llamó nuevamente, el chico dentro sin siquiera moverse. La castaña sacó su bastón, lo hizo crecer y golpeó la superficie, sonriendo con alivio cuando con sólo un par de golpes la burbuja se rompió. Guardo su bastón mientras corría hacia él, arrodillándose a su lado y mirándolo con preocupación. El chico se veía pálido, con la respiración agitada y forzada. -E-Esta bien, todo estará bien. Te sacare de aquí y todo estará bien- murmuró para si misma, alzando al chico y saliendo lo más rápido posible del lugar, alejándose un poco de allí y sentándose en el suelo, acunando a su versión masculino entre sus brazos y esperando pacientemente. Podía escuchar gritos, muchos inentendibles y otros tanto pidiendo piedad, seguido de explosiones y no tardó mucho en ver humo, de seguro saliendo de aquel edificio. -Pobres...- sintió algo de pena por lo demonios involucrados en todo el asunto del secuestro.

-¡MK!- alzó la vista al escuchar la voz, notando a Monkie King corriendo hacia ellos y con Monkie Queen siguiéndolo de cerca. La castaña no dudo en soltar al chico, viendo como el mono básicamente lo acunaba con rapidez entre sus brazos, luciendo preocupado. Ella se levantó y corrió hacia su maestra, abrazándola con fuerte y dejando al par un pequeño momento ente ellos.-Ho Kid...- suspiro Wukong con algo de cansancio y resignación. -...¿Qué voy a hacer contigo?- lo acomodo en sus brazos. -Vas a dejarme el pelaje blanco a este paso, tu y tu mala suerte- se sorprendió cuando escucho a su alumno quejarse, animado al notar como los ojos de su alumno se abrían ligeramente.

-¿M...Monkie...King?- llamó, agotado y debilitado, su visión algo borrosa pero reconociendo la voz que le hablaba y el fuerte olor a durazno, era fácil saber quien era. El mayor no pudo evitar sonreír enormemente, aliviado y contento de ver los ojos ajenos, incluso si se veía tan cansado.

-Si chico, soy yo- abrazo al menor, sintiendo como este se acomodaba rápidamente en su hombro, y se aferro, suave pero sin querer soltar al chico muy pronto. -Todo esta bien, estoy justo aquí- susurro, sintiendo el cuerpo entre sus brazos relajarse.

-¿Dormir?- murmuró MK contra el hombro ajeno, cansado, sintiéndose cómodo y confortado entre los brazos de su maestro. Estaba a salvo, protegido, ya no podían hacerle nada.

-Si Kid, duerme, yo te cuido- aseguró y con esas palabras, el menor cerró los ojos y se durmió.