Gas de la Risa #2

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Espero que les guste~

Tang parpadeo, viendo a MK vestido de pijamas amarillas y con monos como decoración, con pantuflas rojas y parte de una capa roja muy familiar rodeando su cuello, el resto de la tela colgando por su espalda. Ambos se miraron entre ellos, en silencio, una lenta y feliz sonrisa dibujándose en el rostro del menor.

-¡Tang!- alzo los brazos y se acerco, abrazando a su amigo, murmurando contra su hombro lo que había hecho hasta ahora.

-Hey MK- sonrío con diversión, correspondiendo el gesto, palmeando ligeramente la espalda ajena pero sin poder entender lo que decía, su voz amortiguada por estará apoyado en su hombro. -¿Sigue drogado?- miro al mono de pelaje negro con curiosidad, sin comentar lo raro que se veía sin su capa roja.

-Teniendo en cuenta que el dentista tuvo que usar una dosis más grande de lo usual con él, no me sorprende- bufo Macaque y el Tang rio, su sonrisa borrándose al sentir una extraña sensación en el hombro de su ropa.

-Me esta babeando- hizo una mueca y el mono frente a él se rio a carcajadas, mientras que MK simplemente tarareo, contento y sin darse cuenta de nada. La puerta de la tienda se abrió, pasos rápidos acercándose.

-¡Ya llego por quien lloraban!- Mei sonrío, deteniéndose en seco ante la escena que tenía enfrente. -¿Que paso aquí?- pregunto con confusión al ver la cara de asco de en el rostro del adulto y ver al mono reírse con diversión. El menor levanto la vista al escuchar una voz tan familiar, su sonrisa agrandándose al verla. Soltó a su amigo y se lanzo hacia ella.

-¡Mei-Mei!- ella rio alegremente, abriendo los brazos sin dudar y atajando a su amigo sin mucha dificultad, dándole un fuerte y cálido abrazo.

-Awww, también te extrañe amigo- palmeo su espalda, sin molestarse por el cariñoso chico que murmuraba contra su hombro. Quería reírse ante el atuendo ajeno, le iba a sacar muchas fotos y burlarse cuando estuviera consiente. -Traje a alguien más conmigo~- MK levanto la vista ante eso, viendo entonces al pelirrojo de ceño fruncido que estaba parado no muy lejos.

-¡Red Son!- se soltó y se lanzo hacia él con toda la intención de abrazarlo, solo para que el mencionado lo esquivara rápidamente. MK se tropezó, apenas logrando con caerse, mirando a su amigo con un puchero en el rostro. 

-Sin abrazos- dijo Red Son se cruzo de brazos, ignorando la mala mirada de los presentes que le estaban dando.

-¿Sin abrazos?- y ahí pareció dolido, sus labios temblando, lagrimas amenazando con empezar a salir de sus ojos.

-Lo que él quiere decir...- Mei se acerco, apoyando su mano en el hombro de su drogado amigo y fulminando con la mirada al pelirrojo, quien se encogió ante aquello. Eso no podía ser una buena señal. -...es que quiere jugar antes de los abrazos- le sonrío al castaño, quien parpadeo ante eso.

-¿Jugar?- precio animarse ante eso, repentinamente emocionado. -¡Atrapadas!- corrió hacia el pelirrojo, quien se sobresalto ante eso.

-¡Aléjate de mi, niño de los fideos!- corrió sin pensar, la punta de su cabello volviéndose fuego, el menor riéndose mientras lo perseguía.

-Buena manera de quitarle algo de energía- sonrío Tang con diversión.

-Espero que con eso se duerma de una vez- suspiro Macaque.

... ... ... ...

-Tienes que dormir, Kid- sonrío Macaque con diversión. La persecución había cansado a MK lo suficiente como para empezar a bostezar pero el niño era terco, luchando con el cansancio y obligándose a si mismo a mantener los ojos abiertos.

-No quiero- murmuro, acurrucándose contra el costado ajeno, escuchando la voces de sus amigos hablando con tranquilidad pero sin poder entender que decir. No quería dormir, quería estar despierto y pasar el tiempo con su familia. Bostezo, apretando ligeramente la tela roja de la capa que tenía puesta, el cuello de esta llegándole a la nariz. Estaba cómodo, cálido y acompañado pero aun no quería dormir.

-¿Se están acurrucando? ¿Sin mi?- alzo la vista ante la voz familiar, una adormilada y feliz sonrisa dibujándose en su rostro.

-Monkie King...viniste- extendió su mano, feliz cuando su maestro se acerco y se sentó a su lado.

-Por supuesto que vine- sonrío Wukong, divertido, tomando la mano que el menor le extendía. MK tarea, contento, acurrucado contra Macaque y agarrando la mano de Wukong, escuchando las voces alegres de sus amigos, la risa de Mei y los reclamos de Red Son resaltando de vez en cuando. Bostezo y cerros los ojos, perdiendo la batalla contra el sueño.

-Al fin- suspiro el mono de las sombras al escuchar un ligero ronquido salir del menor.

-¿Por qué soy el último en enterarse de esto?- pregunto de repente, mirando a su contraparte con el ceño fruncido, ofendido de enterarse por último de toda la situación.

-Nunca atiendes el teléfono- sonrío con burla, divertido ante la mala cara ajena. Esa era la verdad.

~Monkie Kid~ 1️⃣Donde viven las historias. Descúbrelo ahora